Si nada ocurre fuera de lo previsto, a España le queda un año largo sin elecciones. Algo que no estaba tan claro hasta hace poco, porque lo de gobernar la Junta de Andalucía hasta diciembre de 2022 era contrario a los deseos de la dirección nacional del Partido Popular.
Subido a las encuestas que llevan meses sonriéndole, Pablo Casado y su entorno no hacían más que sugerirle a Juanma Moreno que adelantara la cita con las urnas a la primavera, como muy tarde. Pero ya no es así.
Los preparativos de la convención itinerante del PP, que se celebra durante toda la semana que viene, han revolucionado las ideas de Génova. Y según ha podido confirmar este periódico con dirigentes de la Ejecutiva popular, "Juanma no va a adelantar elecciones, él está cómodo, la recuperación económica le va a favorecer". Pero ¿Génova piensa igual? "Necesitamos un tiempo tras la convención, para consolidarlo todo".
La decisión ha terminado de sustanciarse esta misma semana. Moreno se reunió el pasado martes con el presidente valenciano Ximo Puig para reclamar, de forma conjunta, un "fondo transitorio" para compensar la infrafinanciación de sus autonomías. "Somos el 30% de España", subrayaron mientras proclamaban su "alianza de cooperación en todo aquello que nos une, pensando en el bien general".
A la vista del viraje de la dirección popular en el monotema que persigue a Moreno desde hace un año largo, el presidente andaluz también departió sobre ritmos electorales con el valenciano. "Yo creo que Ximo no tiene ganas de adelantar tampoco, por lo que me dicen", deslizan las mismas fuentes tras conocer el contenido de lo tratado por ambos presidentes.
Pero, ¿quién quiere elecciones en Andalucía? Para empezar, el PSOE no. Su candidato, el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, aún tiene que asentarse tras sustituir hace dos meses a Susana Díaz. Los sondeos no le están concediendo ninguna tregua ni siquiera tras el beneficio del foco recibido en las primarias en las que derrotó a la expresidenta andaluza.
"Triquiñuelas"
Tampoco le interesa el anticipo a Ciudadanos, evidentemente. El socio de gobierno del PP en Andalucía se sostiene en la región mejor que en el resto de España, sujeto a la popularidad de su líder, Juan Marín. Y sin duda, es la buena relación personal y política que ha forjado con Moreno lo que le está permitiendo capitalizar algunos de los éxitos de gestión en la primera legislatura no socialista de la autonomía andaluza. Pero aun así, las encuestas anticipan una caída notable de escaños de Cs.
El pasado lunes, antes de la cita Moreno-Puig, la presidenta de los liberales, Inés Arrimadas, rechazaba públicamente "las triquiñuelas de adelantos electorales que lo único que hacen es paralizar tres meses la Administración".
Ahora, las fuentes consultadas en el PP descartan incluso el "pequeño recorte" de poner las urnas en mayo o junio. Una posibilidad que sugería el mismo Moreno hace apenas dos semanas en una entrevista radiofónica: "Todo el mundo sabe que a la vuelta de verano, la legislatura estaría realmente acabada, adelantar las elecciones a mayo no sería más que un retoque técnico".
A la izquierda radical no le convienen los comicios ahora, aunque tampoco parece que con más tiempo vayan a restañar sus heridas. Unidas Podemos, Adelante Andalucía, IU, el embrión de Más País... mucho ruido que no deja hueco a escuchar a nadie con un mensaje claro.
Sólo Vox juega hoy a la pelea y al adelanto electoral, temeroso de que se haya parado su ascenso en los sondeos -hasta ahora sostenido- y de que las buenas cifras del gobierno PP-Cs los saque del foco. El mismo Javier Ortega Smith pedía el jueves "elecciones en Andalucía ya, para sacar a la derechita cobarde de San Telmo" porque los populares y los centristas son "incapaces de luchar contra las políticas, las mentiras y los mantras de la izquierda".
Pero Génova no quiere. Al menos, ahora no. "Nosotros necesitamos tiempo también, después de la convención, hace falta un poquito de tiempo para consolidar todo", explica un dirigente muy cercano a Casado. "No podemos estar todo el rato en elecciones. Los ciudadanos, sin duda, pero nosotros también necesitamos un periodo de tranquilidad".
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