Casado llega crecido a la Convención del PP, líder en los sondeos y con Ayuso "dispuesta a colaborar"
Pese a ser eclipsada al principio por la batalla de Madrid, el encuentro de los populares remonta el vuelo y culmina este fin de semana en Valencia.
1 octubre, 2021 03:08Noticias relacionadas
Durante las primeras semanas de septiembre, en plena rentrée política, la Convención nacional del PP, que Pablo Casado había presentado con gran entusiasmo antes del verano, parecía torcerse o incluso gafarse. Sobre todo desde que el pasado martes siete, en el transcurso de un desayuno informativo en Madrid, se desatase la primera batalla de importancia por el liderazgo del PP madrileño, al que aspira Isabel Díaz Ayuso pero para el que aún no se descarta José Luis Martínez-Almeida.
La contienda, que tiene otros personajes secundarios que han salido a relucir en este tiempo, llegaba a alcanzar importantes episodios de tensión y desencuentro, fundamentalmente cuando la dirección nacional del partido denegaba la petición de la presidenta de la Comunidad de Madrid de adelantar el cónclave, previsto para el primer semestre de 2022.
Pero ahora, a las puertas de culminar este fin de semana en Valencia esa Convención, que tendrá en Cartagena (Murcia) este viernes su cuarta jornada, todo se ha inclinado a favor de Casado. El líder de la oposición llega crecido en su liderzgo, con el viento de cola de las encuestas a favor y, last but not least, habiendo pacificado en buena medida la situación creada en Madrid, con una Ayuso "dispuesta a colaborar", como remarcan fuentes de la dirección nacional del PP.
La amenaza de que la gira por EEUU de la presidenta madrileña le impiese estar en la Convención, y en concreto en la mesa de los presidentes autonómicos que tendrá lugar este sábado, se despejó hace tiempo, aunque llegó a tensar mucho las costuras internas del partido y a desconcertar a Casado. Él fue el gran valedor de Ayuso en 2019, cuando la eligió como candidata autonómica pese a ser una política casi totalmente desconocida y después de años de amistad desde que ambos se conociesen en Nuevas Generaciones, la organización juvenil del partido.
La ausencia de Ayuso en la estación en la capital de España de la convención itinerante, este miércoles, quedaba suplida tanto por el protagonismo del alcalde Almeida, fuertemente ovacionado, como por el de la practica totalidad tanto de su corporación municipal como por la de consejeros del Gobierno regional.
Sin olvidar a Esperanza Aguirre, que se presentaba al evento tras haberse despachado con cajas destempladas en una entrevista contra el regidor y contra Génova, donde según dijo moraban "niñatos" y "chiquilicuatres". Con algunos de los señalados se cruzaba en el vestíbulo del auditorio de Museo Reina Sofía, donde también departía amigablemente delante de todas las cámaras tanto con Almeida como con Casado.
Pero al margen de esas cuitas, la Convención se plantea como el gran trampolín de lanzamiento de Casado de cara a las próximas elecciones generales, que de no adelantarse tendrían lugar en 2023. "Pablo, serás el próximo presidente del Gobierno" es la frase que, palabra arriba o abajo, más se ha escuchado en el cónclave, de boca tanto de los ex presidentes del Gobierno, Mariano Rajoy y José María Aznar, como de otros dirigentes del partido o las estrellas internacionales invitadas, incluido el polémico Nicolas Sarkozy, que veinticuatro horas después de su presencia en el encuentro de sus correligionarios españoles recibía, este jueves, una segunda condena por financiación irregular de una de sus campañas.
El vaticinio también lo hacía en la jornada del jueves en Sevilla otro de los invitados estrella, el premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, quien además anunciaba que votará al PP ante la desaparición "del partido liberal", en referencia a Ciudadanos, al que había respaldado anteriormente.
Por la Convención también pasaban ex dirigentes de Ciudadanos como Toni Cantó, ahora director de la Oficina de El Español en Madrid, y Juan Carlos Girauta, el antiguo portavoz de la formación naranja, quien también mostraba su respaldo a Casado. Incluso uno de los principales fundadores de Vox y ex dirigente del PP, Alejo Vidal-Quadras, quien mostraba su emoción por volver a su antigua casa aunque no dudaba en criticar la "ceguera" de los populares en defensa del Estado de las autonomías, a su juicio el origen del desafío del secesionismo catalán.
La absorción del espacio político de Ciudadanos, tanto de los dirigentes como de los votantes, es uno de los objetivos indisimulados de un Casado que ya se presentó a las primarias del PP en 2018 con ese propósito. Y tanto la arrolladora victoria de Ayuso en las autonómicas del 4-M, en las que desaparecieron de la Asamblea de Madrid los de Inés Arrimadas, como el consenso demoscópico avalan que se está llevando a cabo.
Ese camino de reconquistar al espacio liberal o centrista tiene como uno de sus principales hitos el discurso de Casado contra la moción de censura de Santiago Abascal, del que dentro de unas semanas se cumplirá un año. Y las encuestas dicen que con un Ciudadanos claramente a la baja, con dificultades incluso para mantener su ya exiguo grupo propio en el Congreso de los Diputados, el PP se dispara y aventaja al PSOE en intención de voto, salvo para el CIS.
Aunque esa ventaja, que era de unos cinco puntos porcentuales en verano, y que además alcanzaba para sumar mayoría de Gobierno con Vox, se ha reducido en septiembre, precisamente durante las semanas de mayor tensión entre Génova y Ayuso. Ahora la ventaja sobre los socialistas es de uno o dos puntos y la mayoría absoluta con los de Abascal podría peligrar.
Este domingo Casado cerrará la Convención en la Plaza de Toros de Valencia, histórico escenario de los grandes mitines de épocas doradas del PP en uno de sus feudos tradicionales, hoy en manos de la izquierda. Desde ese 'kilómetro cero' pretende Casado recuperar el espacio que devuelva a su partido a La Moncloa, allí donde han habitado otros dos presidentes del PP. Porque como dijo Rajoy en el primer día de la Convención, "no hay dos sin tres".