Ayuso celebra haber dejado "abierto" Madrid en lo peor de la Covid: "Es un modelo para el mundo"
La presidenta de la Comunidad de Madrid carga entre líneas contra el Gobierno, al que acusa de "querernos tristes, dependientes y quejumbrosos".
31 diciembre, 2021 21:08Noticias relacionadas
Isabel Díaz Ayuso no ha variado ni un ápice su estrategia comunicativa en su discurso de fin de año. Desde un set cuidadosamente preparado en el palacio de la Puerta del Sol, vestida del rojo de la bandera de la Comunidad de Madrid, ha vuelto a entonar la "libertad" asociada a su Ejecutivo en detrimento del Gobierno central, al que ha acusado entre líneas de "querernos dependientes, tristes y quejumbrosos".
La presidenta de la región capitalina ha explotado la dicotomía en tono indirecto. Si Madrid abre es porque otros cierran; si Madrid resulta "un modelo para el mundo", es porque otros no lo son.
De hecho, Ayuso se ha referido a la apertura de Madrid durante lo peor de la pandemia al poco de iniciar su discurso. Ha sido, todavía, de manera metafórica: "Esta puerta que, como Madrid, nunca se cierra".
"Las empresas, inversores y visitantes miran a Madrid como ejemplo de actitud ante la adversidad", ha arengado. En ese instante, ha celebrado haber mantenido "abiertos la cultura y los colegios": "Ha servido de modelo dentro y fuera de España". "En Madrid no queremos depender de nadie, sino ser motor de nuestras vidas y de la nación (...) Queremos ser una oportunidad y no una carga", ha continuado.
La presidenta ha recordado a los sanitarios, "especialmente a los que están en primera línea, en urgencias y en la atención primaria": "Sin ellos, ¿dónde estaríamos? Para ellos, hoy, nuestro agradecimiento".
Unas palabras que contrastan con las que vertió hace unos días en una entrevista con esRadio: "Cada vez se ve de manera más recurrente cómo en algunos centros de salud, no en todos, ya empieza a haber mucha tensión [porque] utilizan los espacios de todos para colgar sus pancartas. No todos quieren trabajar y arrimar el hombro".
Todavía en plena pandemia, Ayuso ha aprovechado para celebrar la construcción del Zendal y para anunciar la reforma de "numerosos centros de salud" y el levantamiento del Nuevo Hospital de La Paz. También se están modernizando el 12 de Octubre y el Gregorio Marañón.
Al hilo de la inflación, que ha disparado el precio de la cesta de la compra, la presidenta madrileña ha prometido que no habrá subidas de las tarifas del agua del Canal de Isabel II ni del transporte público.
En ese contexto, ha anunciado ayudas a la maternidad: "A partir de mañana, las mujeres con rentas inferiores a 30.000 euros, que estén embarazadas desde el quinto mes de gestación y hasta que el bebé cumpla los dos años, recibirán una ayuda económica directa de 500 euros mensuales, 14.500 euros por hijo".
Pese al dardo velado a sus adversarios, Ayuso luego ha apostillado: "El desacuerdo no debería degenerar en polarización, ni la preocupación en hartazgo ni mal humor. Los madrileños hemos demostrado estos meses una dignidad impresionante, todos, que no se nos olvide. El único enemigo ha sido el virus. Y así debe seguir siendo".
La presidenta de la Comunidad ha concluido su discurso recordando su victoria electoral del 4 de mayo. Ha revelado que recurre a él como ritual inspirador: "Os vuelvo a dar las gracias por aquel entusiasmo. Me inspira cada día".
Se ha despedido con un llamamiento a "defender la historia del mestizaje español en el mundo, la unidad de España, la solidaridad entre ciudadanos, la Constitución y la Corona".