La grave crisis del PP estalló hace sólo una semana y en tan poco tiempo ya se ha llevado por delante a Pablo Casado como líder del partido y de la oposición, y con él a toda la cúpula popular.
Hasta el martes por la mañana, la batalla entre Casado y los barones regionales parecía igualada, pero se decantó definitivamente ese día cuando dirigentes y diputados del partido, con los que contaba la dirección nacional del PP, cambiaron de posición y respaldaron la convocatoria de un congreso extraordinario urgente.
Para llegar a esa situación se produjo un cruce de llamadas entre ellos, pero también con dirigentes históricos del partido. Entre ellos los expresidentes del partido y del Gobierno, José María Aznar y Mariano Rajoy.
Ninguno de los dos se ha pronunciado estos días públicamente, más allá de una broma del primero comparando la situación del PP con la de Ucrania. "La situación en Ucrania es mejor ahora mismo que la del PP porque allí no hay armamento nuclear", comentó el expresidente durante un seminario organizado por su fundación, FAES.
Relación con Casado
En ese intercambio de llamadas, dirigentes y diputados consultaron entre otros a Rajoy antes de poner en marcha iniciativas como la del manifiesto promovido por la dirección del grupo parlamentario pidiendo la convocatoria del congreso.
Según estas fuentes, la posición del expresidente fue la de explicar que es necesario “parar cuanto antes la hemorragia” que se está produciendo en el partido.
La relación entre Rajoy y Casado desde que éste llegó a la presidencia del partido no ha sido siempre apacible, entre otras cosas por el interés del aún presidente del PP por poner distancia con la etapa anterior de su formación, en relación con los casos de corrupción. Casado derrotó en la carrera por el presidir el PP a Soraya Sáenz de Santamaría, la candidata oficialista a la que apadrinaba Rajoy.
Alberto Núñez Feijóo, teórico próximo líder del PP, es por contra un político muy próximo a Rajoy. Fue uno de los barones territoriales que más le respaldó los años que estuvo en la Moncloa.
Es su segunda oportunidad. En 2018 se daba por hecho que era el candidato natural para suceder a Mariano Rajoy al frente del PP nacional. Pero el expresidente del Gobierno se quitó de en medio tras perder la moción de censura y no hizo ningún gesto para abrir la puerta a Feijóo, que optó por quedarse en la Xunta para no arriesgar en unas primarias.
Noticias relacionadas
O gestiona tu suscripción con Google
¿Qué incluye tu suscripción?
- +Acceso limitado a todo el contenido
- +Navega sin publicidad intrusiva
- +La Primera del Domingo
- +Newsletters informativas
- +Revistas Spain media
- +Zona Ñ
- +La Edición
- +Eventos