Pedro J. en 'El Objetivo': "Sánchez ha perdido una gran ocasión de convocar elecciones anticipadas"
El director de EL ESPAÑOL afirma en La Sexta que "Pedro Sánchez debía haber convocado elecciones para intentar ocupar un espacio como el de Macron antes de que el proyecto de Alberto Núñez Feijóo se consolide".
12 mayo, 2022 00:38Noticias relacionadas
El director de EL ESPAÑOL, Pedro J. Ramírez, ha asegurado este miércoles que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez,"se ha equivocado" en la gestión de la crisis del caso Pegasus porque ha "perdido una oportunidad única para disolver las cámaras y convocar elecciones anticipadas en defensa del Estado de derecho, la legalidad y frente a la pretensión de convertir unas escuchas en un escándalo político".
En una entrevista en el programa El Objetivo de la periodista Ana Pastor en La Sexta, el presidente ejecutivo de EL ESPAÑOL ha afirmado que el Gobierno de Sánchez tenía que haber creado un "relato alternativo" contra "la gran trifulca que montaron los separatistas" por el caso del espionaje. Sánchez debía haberse "presentado como un presidente defensor de la legalidad y del orden constitucional frente a los populismos".
Para el director de EL ESPAÑOL, el Gobierno debía haber "respaldado el uso legítimo de los servicios de inteligencia para defender al estado, bajo control judicial". "Si en algún momento estaba justificado controlar los teléfonos de los principales dirigentes del independentismo era cuando los CDR estaban incendiando las calles, cortando avenidas, aeropuertos, etc.", ha añadido. "Hay que recordar que hubo una causa judicial por la que se detuvo a 13 integrantes de los CDR".
"Sánchez tenía más oportunidad de ganar las elecciones ahora que la que va a tener en año y medio", cuando se agote la legislatura. ¿Los motivos? "La economía se va a deteriorar y Feijóo tiene más posibilidades de consolidar su proyecto" al frente del Partido Popular. "Hubiera sido una iniciativa propia de su audacia convocar elecciones para intentar ocupar un espacio amplio como el de Macron, apelando a la transversalidad", ha añadido.
Por todo ello, para Pedro J. Ramírez, Sánchez sólo "gana tiempo" al "entregar la cabeza de la directora del CNI", Paz Esteban. "Su suerte quedó echada a las 9 de la mañana del 2 de mayo, cuando en esa intempestiva rueda de prensase dio a conocer, algo inaudito, que el presidente y la ministra de Defensa habían sido espiados". Desde ese momento, "y así lo contó Fernando Garea en EL ESPAÑOL, estaba decidido que Paz Esteban iba a ser la cabeza en la bandeja de plata entregada a los independentistas"
¿Lo sabía el Gobierno de antes? "Lo lógico es que lo supieran de antes. Y si no lo sabia de antes, se debería haber tomado un tiempo de análisis y de reflexión antes de hacerlo público. Tenía muchos inconvenientes el hacerlo publico, porque era mostrar una vulnerabilidad ante la próxima cumbre de la OTAN, era señalar a Marruecos.... y a Sánchez eso le creaba un problema en la cuestión del Sáhara, tan controvertida con sus socios. Fue una decisión muy difícil, y creo que fue una decisión equivocada. Un Gobierno no tiene la obligación de retransmitir todo lo que sucede: la transparencia no significa retransmitir un en vivo de un medio digital".
"Punto de inflexión"
En este sentido, el director de EL ESPAÑOL considera que España "vive los días claves de la legislatura" y que "de la forma en que se termine resolviendo esta crisis dependerá el futuro político de Pedro Sánchez". "Lo que ocurrió el 2 de mayo, aunque tengan naturaleza diferente, es un episodio equivalente a la foto de las Azores para Aznar o el discurso de Zapatero el 12 de mayo de 2010" anunciando recortes para hacer frente a la crisis económica que atravesaba entonces el país.
"Hablo de puntos de inflexión en una legislatura, momentos en los que un presidente puede hacer una cosa u otra". "Aznar se equivocó, Zapatero hizo lo más conveniente para España en ese momento y Sánchez se ha equivocado".
"Desclasificar documentos"
Sobre la necesidad de desclasificar los documentos del CNI relativos al espionaje a los independentistas, Pedro J. considera que es "imprescindible" hacerlo porque "el Gobierno no se puede quedar a medias". "El Gobierno ha mostrado los autos del Tribunal Supremo, y una vez que sabemos que un juez especializado entendió que había motivos para espiar a Pere Aragonès y que ese espionaje fue un acto de defensa de la legalidad, algo lícito y conveniente para el Estado, ahora necesitamos saber cuáles eran los argumentos, los motivos, la justificación que tenía el juez delante de la mesa".
Y ha recordado el contexto en el que se produjo el espionaje, con una "Barcelona convertida en su historia en la rosa de fuego, que así se la llamaba en los tiempos del anarquismo porque ardía por los cuatro costados; Barcelona era un aquelarre de violencia urbana". "Era obligación de los servicios de inteligencia tratar de averiguar quién manejaba los hilos".
CESID
Preguntado por la diferencia entre el caso Pegasus y el espionaje de 1995 del CESID -antiguo CNI-, que escuchó durante años a políticos, empresarios y periodistas, Pedro J. ha insistido en que "la gran diferencia es que entonces se estaba espiando de manera ilegal a las víctimas de ese espionaje y no había ningún tipo de control judicial".
En 1995 "se estaba encubriendo una trama de delitos encadenados, y no hay más que leer las memorias póstumas del general Emilio Alonso Manglano (director del CESID de 1981 hasta 1995) para ver que se comportó como un delincuente e incurrió en numerosso delitos en unos casos en connivencia con Felipe González y en otros con Juan Carlos I".
"Pacto implícito PSOE-PP"
Además de abordar el caso Pegasus, Pedro J. también ha hablado sobre el futuro político de España. "Se habla mucho de la mayoría silenciosa, de la mayoría moderada, pero yo creo que hay que hablar de la mayoría exhausta, esa gran mayoría que está hartos del extremismo, la demagogia, el populismo, la manipulación de los que pretenden destruir el Estado, volver al pasado o hacer la revolución".
En ese sentido, ha asegurado que "ya va siendo hora de que PP y PSOE se pongan de acuerdo en evitar la contaminación de la política nacional por los extremismos". Por ello, pide "un pacto implícito de que quien pierda las próximas elecciones facilite al otro la investidura y la gobernabilidad".