Las elecciones madrileñas del 4 de mayo de 2021 dejaron una clara vencedora, Isabel Díaz Ayuso, y un vencido, Pablo Iglesias. El exvicepresidente del Gobierno abandonó la política tras el descalabro de su partido, Unidas Podemos, que se quedó con el 7,2% de los votos y 10 diputados.
La formación morada no ha dejado de perder apoyos a nivel regional en el último año como consecuencia del desencanto de su electorado, fagocitado en gran medida por Más Madrid, la alternativa ecologista que lidera Mónica García.
Según el último sondeo de SocioMétrica, Podemos superaría por poco (5,4%) el umbral del 5% que permite entrar en la Cámara regional. Es decir, que estaría cerca de la desaparición si continúa su dinámica descendente.
Es por eso que en los últimos meses sus lideresas -Carolina Alonso y Alejandra Jacinto- han ofrecido con insistencia un "frente amplio" (que es la fórmula que preconiza la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, a nivel nacional) a Más Madrid para concurrir en los próximos comicios.
Los de Mónica García no están dispuestos a aceptar la oferta ahora que están cerca de convertirse en la fuerza hegemónica de la izquierda madrileña, por encima del PSOE. "Juntos, pero no revueltos", es la máxima a la que se remite siempre García para descartar la suma de siglas.
Fuentes conocedoras de la situación de la formación morada en la región la tildan de "desesperada". Tan mala es que, según ha podido saber EL ESPAÑOL, los populares fían la mayoría absoluta de Ayuso en 2023 a la desaparición de Podemos en la Comunidad de Madrid.
La explicación es simple. La barrera del 5% de los votos necesarios para entrar en la Cámara regional -instrumento del sistema electoral para evitar la fragmentación y contribuir a la estabilidad parlamentaria- será determinante en las próximas elecciones autonómicas.
Si Podemos no la supera, sus diez escaños se verán repartidos entre el resto de formaciones... y el PP, que estaría ahora a 3 de la mayoría absoluta, podría ser el gran beneficiado. Del mismo modo que lo fue el pasado 4-M con la debacle de Ciudadanos.
Sin líder en Madrid
Si la situación ya es poco halagüeña en la región, aún más dramática es en la capital. Los morados ya desaparecieron de la política municipal en 2019, cuando Pablo Iglesias dio su apoyo a Carlos Sánchez Mato, candidato de Madrid en Pie, que no superó el 5% de los votos necesarios para obtener representación. Y Manuela Carmena, la candidata que apoyó Podemos en 2015, acabó perdiendo la alcaldía.
Esa misma división, tan característica de la izquierda capitalina, tiene visos de repetirse en las municipales de 2023. El caos en la candidatura de Andalucía y la denuncia por financiación ilegal interpuesta contra Más Madrid, además, ofrecen argumentos a los morados para alejarse definitivamente del errejonismo.
¿El problema? Que Podemos no dispone de un candidato fuerte para plantar cara a Rita Maestre. El fundador de Unidas Podemos Juan Carlos Monedero ha sido tanteado como alcaldable, pero el profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Complutense niega a este periódico que esa opción ronde su cabeza. Al menos, y así lo admite, "no hasta que tenga la edad de [Enrique] Tierno Galván".
El no tener un cabeza de lista potente es un hándicap importante. Y es que todos los partidos tienen ya perfilados a sus capitanes para la gran batalla que serán las municipales de Madrid en 2023, en las que nada está escrito.
El alcalde, José Luis Martínez-Almeida, repetirá como candidato del PP; Begoña Villacís se presentará por Ciudadanos para intentar salvar el último bastión liberal; Rita Maestre capitaneará Más Madrid; y Rocío Monasterio podría sustituir a Javier Ortega Smith como candidata de Vox en el municipio, retirándose de la pugna con Isabel Díaz Ayuso. ¿Por parte de Unidas Podemos? Aún ni ellos lo saben...