Política MEMORIA HISTÓRICA

Yolanda Díaz se jacta de "reescribir la Historia" con la Ley de Memoria pactada con el PSOE y Bildu

Los socialistas conceden a Bildu una comisión para estudiar "vulneraciones de derechos humanos" hasta 1983, pero no habrá rastro de ETA.

15 julio, 2022 03:06

Terminado el debate, pocos minutos después de que el Gobierno se asegurara los apoyos a la Ley de Memoria Democrática, Yolanda Díaz atendió a los periodistas en el patio del Congreso. Dijo: "La Historia se reescribe el día de hoy". Ese fue el verbo que eligió, "reescribir".

A unos pocos metros, en el pasillo más cercano al hemiciclo, se mostraban unos papeles y charlaban sobre lo ocurrido Rafael Simancas [el secretario para las Relaciones con las Cortes del Gobierno] y la líder de EH Bildu en la Cámara, Mertxe Aizpurua. La encarnación de los "reescritores".

Nunca antes había ocurrido. El Gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias fue el encargado de normalizar los pactos con la izquierda abertzale. Pero primero fueron acuerdos relacionados con lo económico y lo social. Este jueves, se estrenó un territorio hasta entonces virgen: el diseño de la Memoria de la mano de Bildu.

Yolanda Díaz "reescribir la Historia"

Si había algún obstáculo para que culminara la inserción de los abertzales en la "dirección del Estado" [esa era la expresión que utilizaba Iglesias], era este. "No se dan cuenta, pero lo que han hecho es un antes y un después. Es algo de gran magnitud. Será historia. El día que el PSOE...", referían varios diputados de la oposición.

El punto que más revuelo produjo, sin embargo, no fue la forma [el mero pacto con Bildu], sino el fondo. Para conseguir los votos favorables de los abertzales, el Gobierno ha aceptado la creación de una comisión que estudie la "violación de derechos" hasta diciembre de 1983, cuando Felipe González ya llevaba un año en la presidencia.

Esto suscitó un movimiento de históricos socialistas, algunos exministros, que se dirigieron por carta a Sánchez para intentar frenar la norma. Paradójicamente, en el pleno del Congreso, PP y Ciudadanos se alzaron como defensores de González frente al silencio de la bancada socialista.

En lo que va de 1975 a 1983 [el periodo de investigación pactado entre PSOE y Bildu], ETA cometió cientos de asesinatos. Algunos de ellos sin resolver. Algunos miembros de Bildu hoy no condenan el terrorismo de ETA. Algunos miembros de Bildu hoy fueron condenados por delitos en materia terrorista. Como es el caso de Mertxe Aizpurua, líder de los abertzales en el Congreso.

Los diputados de Bildu se pusieron en pie durante el minuto de silencio en homenaje a Miguel Ángel Blanco. Repitieron lo que Otegi llama la "Declaración de Aiete", en la que se habla de reconocer el dolor de las víctimas, pero no hay un perdón ni un arrepentimiento explícitos.

[El Gobierno saca la Ley de Memoria con sus socios, que tildan la Transición de "legalización del fascismo"]

En ese contexto, tuvo lugar uno de los debates más agrios que se recuerdan en el Parlamento. Ante la incredulidad de PP y Ciudadanos, Vox definió a Franco como quien trajo la "reconciliación" entre españoles y se refirió al régimen como un enclave de "paz y prosperidad". Eso dio argumentos a Sánchez y la mayoría de la investidura, que respondieron en el pasillo: "¿Veis como era necesaria una Ley de Memoria?".

Un diputado del PP, consciente del daño que les hacían las palabras de sus compañeros de gobierno en Castilla y León, se levantó y, de pie, desde su escaño, comenzó a gritar fuera de sí: "¡Sí los condeno! ¡Los condeno! ¡Pero vosotros no condenáis a ETA!". Lo dijo cuando PSOE y Podemos dibujaron al PP como "el partido de los ministros franquistas".

Tal y como reveló este diario, Bildu ha garantizado al PSOE que entre esas "violaciones de derechos humanos" acaecidas entre 1975 y 1983 se hará caso omiso a las de los GAL, véase el secuestro de Lasa y Zabala o el asesinato de Txapela.

Otra prueba de que la Memoria será selectiva. Es decir: no cabe en la Memoria Democrática del país nada que no sean los crímenes del franquismo. Ni siquiera los de los GAL, pese a figurar como "reescritor" de la Historia EH Bildu.

Guillermo Díaz, de Ciudadanos, lo expresó con estas palabras: "Esta ley te protege jurídicamente si te mataron los franquistas, pero no si te mató ETA. Prohíbe el homenaje al bando franquista, pero no a los asesinos de ETA. Ustedes eligen víctimas y asesinos en función de su utilidad en el presente".

Félix Bolaños trató de insuflar moderación al debate. No contestó a nada sobre Bildu y aseguró que la Ley de Memoria "reconoce a las víctimas de ambos bandos". Pero, conforme subían a la tribuna, los socios del Gobierno se referían a la "Transición" como la "legalización del fascismo".

Y ese "ambos bandos" en boca de Bolaños quedaba diluido progresivamente. Ni siquiera quien actuó como portavoz del propio PSOE empleó ese tono. Valentín García, diputado, igualó al PP de Feijóo con la Alianza Popular de Fraga.

Los diputados de Bildu dijeron que la oposición maldecía la Ley de Memoria por estar pactada con la izquierda abertzale, y no por su contenido. Los ministros que estaban en la bancada azul... asintieron.