Los problemas de Montero y Alegría para ocuparse de Gobierno y PSOE auguran más cambios de Sánchez
Varios ministros cuestionan la idoneidad de que ambas hablen como portavoces del Gobierno y del PSOE, y ven probable cambios en septiembre.
8 agosto, 2022 02:23El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha ido de vacaciones esta semana habiendo ajustado casi todas las piezas de su equipo. Ha cambiado la dirección del PSOE, ha sustituido al portavoz del Grupo Socialista, ha reajustado las competencias de dos ministras (Hacienda y Educación) y ha retocado su equipo más cercano, haciendo crecer aún más su Gabinete de Moncloa.
Aparentemente todo está ya cerrado, pero sin embargo, sigue habiendo aún dudas en el Gobierno sobre la posibilidad de que introduzca cambios en el Ejecutivo antes de final de año. Se trataría de solucionar algunas "disfunciones" por errores de diseño del equipo que ha formado.
Así es porque algunos ministros comparten dudas sobre la viabilidad de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, comparta ese cargo con el de vicesecretaria del PSOE y que la ministra de Educación, Pilar Alegría, sea también portavoz del partido.
En este segundo caso, porque la actividad como ministra requiere una cierta posición institucional, especialmente, en Educación, donde es necesario negociar y acordar con comunidades autónomas de otro signo político.
Ya en la primera semana de ejercicio, Alegría tuvo que tratar la reforma de la Selectividad con comunidades del PP y, al tiempo, ejercer el marcaje político y de antagonista del líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo.
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Según varios ministros consultados, la posición institucional y la agenda complican mucho el trabajo al obligar a repartir el tiempo entre ambos cargos. La portavocía del partido exige estar muy al tanto del minuto y resultado de la actualidad política.
Por ejemplo, el lunes, la ministra de Educación fue entrevistada en Onda Cero y la mayor parte del tiempo de la conversación se dedicó a la deflactación del IRPF en el País Vasco, asunto que requiere una cierta especialización.
De igual forma, uno de los primeros días en el ejercicio de su nuevo cargo tuvo que salir apresuradamente del Consejo de Ministros para dar una rueda de prensa en la sede socialista de Ferraz para responder al PP.
Respecto a Montero, su nombramiento como número dos del PSOE la convierte en una especie de cuarta vicepresidenta, en su caso vicepresidenta política, mientras dirige un ministerio económico.
Candidaturas en el horizonte
Ya fue portavoz del Gobierno, a la vez que ministra de Hacienda, y el propio Sánchez la relevó de la función de dar cuenta de la actividad del Ejecutivo. Ahora, vuelve al momento en el que, como vicesecretaria, tendrá que atender al funcionamiento del partido y al tiempo opinar sobre todo tipo de cuestiones políticas ajenas a su ministerio.
Además, su departamento es uno de los más sensibles y, hasta final de año, tendrá que estar dedicada a la delicada tarea de elaboración de los Presupuestos para 2023.
Sobre esa dualidad entre Hacienda y dirección del PSOE hay también algunas reservas en el Gobierno.
Otra de las dudas se refiere a la posibilidad de que alguno de los miembros del Ejecutivo sean candidatos en municipales y autonómicas. Se ha hablado de Miquel Iceta como candidato al Ayuntamiento de Barcelona, entre otras opciones. O de Reyes Maroto a Castilla y León si Alfonso Fernández Mañueco intentara librarse de Vox convocando con el resto de autonomías.
Es mucho más remota la posibilidad de que el presidente del Gobierno acompañara las medidas de ahorro que debe aprobar en septiembre con algún gesto de reducción de la estructura del Ejecutivo.
En su rueda de prensa de balance del curso político se le preguntó a Sánchez si tiene previsión de "acabar la legislatura con el mismo equipo de Gobierno o si prevé algún cambio en septiembre para ese inicio del curso político". Su respuesta fue sólo: "Estoy muy a gusto y muy satisfecho y agradecido al trabajo que hace mi Consejo de Ministros y Ministras".
Con los cambios de las últimas semanas, Sánchez ha reforzado notablemente su núcleo duro en la Moncloa, para convertirlo casi en un equipo de campaña.
Desde ese Gabinete ya se dirigieron las campañas electorales del PSOE en Madrid, Castilla y León y Andalucía, y ahora Sánchez refuerza aún más el nutrido equipo para convertir ese órgano oficial en el comité de campaña de los socialistas.