Sánchez promueve en Nueva York una cumbre UE-EEUU con África por la seguridad alimentaria
En la semana de la Asamblea General de la ONU, Sánchez será el invitado estrella del acto 'Goalkeepers' junto a Bill y Melinda Gates por los ODS.
17 septiembre, 2022 03:05Esta semana, Pedro Sánchez la pasará fuera entera, desde primera hora del lunes, hasta su aterrizaje en España, ya en la tarde noche del viernes, después de ofrecer su discurso ante la 77ª Asamblea General de la ONU en la madrugada del jueves al viernes (hora española).
El presidente viaja tan pronto a Nueva York por su "intenso programa de actos", con una agenda en la que destaca la Cumbre por la Seguridad Alimentaria el martes 20 de septiembre, por la mañana (hora de Nueva York) y la invitación de Bill y Melinda Gates para presentar el informe de su fundación sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Como cada inicio de curso, Nueva York se convertirá durante una semana en la capital política del mundo, con la apertura oficial de las sesiones de la Asamblea de Naciones Unidas. La cita organizada por Moncloa se desarrollará inmediatamente después de la apertura de las sesiones por el secretario general, António Guterres, con quien Sánchez se habrá reunido el día anterior, según confirma fuentes de Moncloa.
En esta ocasión, el programa del presidente del Gobierno es sensiblemente mayor que en las anteriores. Y no sólo por "la brecha en los principios y valores de Naciones Unidas" que ha supuesto la guerra en Ucrania. Ni por ser esta edición la primera que se celebra en un formato completamente presencial, después de la pandemia (o casi). Sino porque Moncloa quiere aprovechar la "indudable proyección internacional" que está adquiriendo el presidente del Gobierno.
"Soluciones, no narrativas"
La cumbre alimentaria, en forma de debate público, ha sido organizada desde Moncloa, con Sánchez como anfitrión e impulsor. A requerimiento de Madrid, tanto la Unión Europea como el Gobierno de Estados Unidos y la Unión Africana han abrazado la iniciativa. Y el presidente se sentará en la misma mesa junto a altos representantes de la UE, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, y al presidente de la UA, el sudafricano Cyril Ramaphosa.
Según las citadas fuentes, la Casa Blanca, la Comisión Europea y la Unión Africana se "interesaron vivamente" por el enfoque español de "proponer soluciones, y olvidar quién gana el relato".
Desde el inicio de la invasión rusa en Ucrania, los medios se han hecho eco de que una de las consecuencias sociales directas de la guerra sería una más que posible hambruna por la falta de grano. El país atacado es el principal productor y proveedor de cereales a Europa, África y parte de Asia.
Tal como se apunta desde Moncloa, "a pesar de que al inicio de la invasión hubo una adhesión casi unánime a la condena global a la agresión de Vladímir Putin", en los últimos meses se han detectado desafecciones a la narrativa occidental.
"Aparte de una guerra real sobre el terreno, hay otra en marcha, de relatos y motivaciones sobre el conflicto", desarrollan las fuentes, "pero este evento pretende pasar por encima de culpas y responsabilidades y centrarse en las propuestas".
Entre otras cosas, porque la invasión es sólo una parte del problema. Fue, sin duda, el elemento definitivo que ha acelerado esta crisis alimentaria, aclaran las fuentes, "pero no es el único fenómeno en el origen del problema".
Es decir, que la crisis sanitaria de la Covid sumada al consiguiente cierre de cadenas de suministro ya supuso un golpe para las economías más vulnerables del planeta. Y si ese embate desencadenó, a su vez, empobrecimiento, radicalización, desplazamientos de población, aumento del negocio de las mafias que trafican con seres humanos, etc... "las consecuencias del cambio climático también es necesario preverlas", apuntan desde el equipo que ha organizado la agenda del presidente.
A la cumbre se prevé la asistencia de numerosos jefes de Estado y de Gobierno, interesados por la iniciativa y, sobre todo, en la propuesta española. Desde el entorno de Sánchez no se han querido dar detalles del contenido de su intervención, pero se da por seguro que el presidente se guarda para ese momento el anuncio de una gran iniciativa para "combatir la grave crisis alimentaria que enfrentamos globalmente".
Moncloa ha querido jugar esta carta dado que nuestro país goza de "un perfil alto" en este campo internacionalmente. No en vano, desde hace un año, el presidente del Comité de Seguridad Alimentaria de la ONU es el español Gabriel Ferrero.
Además, el pasado julio, otro español, Álvaro Lario, fue elegido (con efectos el 1 de octubre) como presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, otra agencia vinculada a Naciones Unidas, y con el encargo expreso de "liderar la lucha contra la crisis alimentaria mundial".
Otros hitos
Moncloa prevé que tanto los discursos como todos los eventos que se celebrarán en la semana de la Asamblea de la ONU giren sobre los cinco pilares clave que se tambalean en el modelo multilateral.
Éstos son: el problema alimentario, la emergencia climática, la crisis económica y financiera que deviene de la escalada global de precios, la crisis energética (por la guerra y por la inacabada transición a las renovables), y "la capacidad de financiación de márgenes fiscales en economías ya muy fatigadas tras la pandemia".
En ese marco, Sánchez quiere emitir tres mensajes principales: por un lado, poner en valor la contribución de España en estos últimos años a la búsqueda de soluciones imaginativas en los desafíos globales -como con las vacunas, los eurobonos o la crisis energética-.
En segundo lugar, insistir en la apuesta de nuestro país por el multilateralismo, o lo que es lo mismo, un mundo con instituciones útiles y funcionales, basadas en reglas. Y en ese contexto se enmarca el otro de los actos principales de Sánchez en Nueva York, a primera hora del miércoles 21: el debate público en el que Bill y Melinda Gates presentarán el último informe de su fundación.
En el marco del programa Goalkeepers, Sánchez y la primera ministra de Barbados departirán con los Gates sobre "el sombrío panorama para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030". Para Moncloa, éste es el "evento estrella" de Sánchez más allá de la cumbre alimentaria.
El tercer mensaje que se pretende colocar es el refuerzo de la imagen internacional de España, como un actor de solvencia política.
Y así, el presidente también actuará junto al presidente francés, Emmanuel Macron, y la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, en un foro sobre ciberseguridad. El evento, bajo el nombre de Llamamiento Christchurch pretende servir para intercambiar conocimientos, experiencias y herramientas contra la radicalización y el yihadismo en las redes.
Sánchez estará, cómo no, en la recepción de Joe Biden a los participantes, el miércoles a última hora de la tarde y celebrará reuniones bilaterales con los jefes de Gobierno de Costa Rica, Bolivia, Chile, Níger, Pakistán, Irak, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y Reino Unido.
Las más llamativas son, probablemente, las últimas. Esencialmente, la que celebrará con Liz Truss, a petición de la nueva primera ministra británica. Según las fuentes consultadas, la agenda ha ido cambiando la cita, dado que el funeral de Isabel II, el mismo lunes 19, ha alterado los viajes de muchos mandatarios. Entre ellos, evidentemente, el de Truss que, muy interesada en la reunión, ha insistido en mantener el encuentro.
Además, en la elección de otras citas -ANP, Irak, Pakistán...- se adivina un interés especial de Sánchez por estrechar lazos con países en los que España ha mantenido misiones de paz, o ha iniciado alianzas concretas, como la abierta por José Manuel Albares con Islamabad desde la caída de Kabul en manos de los Talibán, en agosto de 2021.