El PSOE amenaza al PP con aprobar la Ley Trans tal y como la redactó Podemos si no apoya sus enmiendas

Esto pone la pelota en el tejado del PP, que tendrá que decidir entre apoyar la corrección planteada por los socialistas o dejar que la norma quede aprobada tal y como salió del Ministerio de Igualdad que dirige Irene Montero.

Este miércoles se celebró la ponencia de la Comisión de Igualdad encargada de tramitar la norma y el PSOE siguió adelante con la enmienda en la que se establece que los menores de 14 a 16 años necesitarán contar con tutela judicial para cambiar de género.

Así, la previsión es que la Ley Trans se apruebe en el Congreso de los Diputados la semana del 22 de diciembre y que después pase al Senado, donde será ratificada a principios de 2023.

Antes de la Comisión, los socialistas mantuvieron una reunión con responsables de Unidas Podemos para intentar llegar a un acuerdo, pero no se produjeron avances. Los morados rechazan de plano las posiciones del PSOE en ese punto.

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En la reunión, celebrada en la llamada "zona de Gobierno", junto al Hemiciclo del Congreso, fueron analizadas las enmiendas y estuvieron presentes el ministro de Presidencia, Félix Bolaños; la titular de Justicia, Pilar Llop; el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas, y la portavoz de Igualdad del PSOE, Andrea Fernández, entre otros.

Del encuentro salió la decisión de los socialistas de que es preferible que haya ley aunque sea con la redacción de Podemos a que no la haya. O sea, que si su enmienda no prospera, votarán igualmente a favor del dictamen general. Esto provoca que la enmienda depende exclusivamente de que el PP vote a favor o se abstenga.

Las mismas fuentes indican que no ha habido ningún tipo de negociación con el PP y que tampoco se prevé que la haya. Pero lo cierto es que, sabiendo que la ley va a seguir adelante sí o sí, esperan que los conservadores viren su postura para que los menores puedan tener mayores "garantías jurídicas", algo en lo que, aunque con distintas perspectivas, coinciden ambos partidos.

Aunque la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, ya dijo el martes que su planteamiento "no es el mismo" que el del PSOE en cuanto a la autodeterminación de género, no llegó a descartar la abstención.

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Conflicto interno

Al margen de la presión que los socialistas ejercen sobre el PP, esta estrategia tiene también una lectura en clave interna, y es que puede poner en riesgo la estabilidad dentro del partido.

La Ley Trans partió del Consejo de Ministros tal cual Irene Montero la quería, sin poner límites a la autodeterminación de género en el caso de los menores a partir de los 12 años. Ello provocó un profundo malestar en el sector feminista del PSOE, liderado por la exvicepresidenta Carmen Calvo, que veía una situación de vulnerabilidad para esos menores.

Tras una profunda división y mucha negociación, el PSOE acabó presentando la enmienda para acotar la autodeterminación de género y así contentar a su sector feminista a cuenta de no agrandar la grieta interna.

Pero ahora que el PSOE está dispuesto a dejar caer su enmienda, podría avivar ese enfrentamiento. La dirección del partido ni siquiera puede vender que lo intentaron pero que no dieron los números, porque hay muchas voces, incluso dentro del Consejo de Ministros, que en realidad esperan que la norma jamás vea la luz con su actual redacción.

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Otro revés de la dirección a su sector feminista ha sido el de la participación de expertos en la Comisión de Igualdad. Las feministas clásicas habían pedido en repetidas ocasiones que acudieran esos expertos a las ponencias para tomar las mejores decisiones posibles.

Según trasladan fuentes del PSOE en el Congreso a este diario, finalmente eso no sucederá y sólo se debatirá entre los grupos políticos. Dichos grupos tienen ahora tres semanas para alcanzar un acuerdo, con todas las miradas puestas en el PP.