Irene Montero pide ahora que los excarcelados por su ley sean controlados con pulseras GPS

Sólo un mes después de afirmar en el Congreso de los Diputados que "no se conoce una sola reducción de penas, y no se va a conocer; es propaganda machista", la ministra de Igualdad, Irene Montero, ordenó que las víctimas afectadas por las rebajas de penas y excarcelaciones por la Ley del sólo sí es sí pudieran pedir dispositivos de control telemático GPS contra sus agresores.

La instrucción la dio Igualdad en diciembre, e insta a que las pulseras de control estén instaladas en un plazo de 24 horas como máximo. Así lo explicó este martes la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, durante un acto organizado por Igualdad para presentar su Estrategia Estatal para Combatir las Violencias Machistas 2022-2025.

La medida coincide en el tiempo con el incesante goteo de excarcelaciones y la posición de Irene Montero de no cambiar "ni una coma" de la ley; sin embargo, ahora se comprueba que su ministerio ha buscado un mecanismo para evitar la reincidencia de los agresores.

La novedad de estas pulseras de seguimiento es que podrán pedirlas las "víctimas afectadas por reducciones de penas imprevistas o incluso algunas excarcelaciones sorpresivas", siempre con autorización judicial.

La noticia se conoce además sólo una semana después de la polémica protagonizada por la número dos de Irene Montero, Ángela Rodríguez Pam, que hizo bromas con la salida de violadores a la calle como consecuencia de la Ley de libertad sexual. La secretaria de Estado, que acompañó este martes a Irene Montero en la presentación del nuevo trabajo de su departamento, acabó pidiendo disculpas.

Pese a que no hay un recuento oficial de cuántos agresores se han visto beneficiados por las rebajas de penas y cuántos han sido excarcelados por la Ley del sólo sí es sí,  EL ESPAÑOL lleva registrados 189 casos totales al cierre del 17 de enero.

Las mujeres que ahora se sientan amenazadas por la salida de su agresor a la calle, podrán solicitar la pulsera para monirotizar al excarcelado. Los delincuentes sexuales que han salido de la cárcel suelen tener penas de libertad vigilada; esto es, que siguen sometidos a control judicial por distintas vías, no sólo por las pulseras.

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Victoria Rosell envió el oficio al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para que informara a todos los jueces de la nueva medida, pero todavía no han recibido ninguna nueva petición. El proceso lo replicó la fiscal de Sala de Violencia sobre la Mujer, Violeta Pemarato, quien hizo lo propio con las fiscalías. La delegada del Gobierno no ha entrado en detalles sobre cuál es el proceso concreto para pedir las pulseras.

Esta nueva medida de protección a las víctimas se puede solicitar con orden judicial de forma cautelar o definitiva en el momento en que se dicta una orden de alejamiento. El dispositivo permite la geolocalización del agresor y de la víctima generando una alerta –gestionada por la Policía y el sistema conocido como Cometa– si el agresor incumple este alejamiento.

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Según dijo Rosell este martes, en la actualidad hay algo más de 3.000 de estas pulseras en uso y se podrían usar hasta 4.000, tras firmarse un contrato en este sentido por los próximos dos años. Este año se licitará un nuevo contrato que, a partir de febrero de 2024, ampliará este sistema de protección a todas las violencias contra las mujeres.