"¿No era Feijóo el que no llegaba a diciembre?": Sorpresa en el PP por el adelanto de Sánchez

A las 10:00, cuando todavía no había hecho acto de presencia en el despacho de la planta noble de Génova, la oficina de comunicación del Gobierno mandó un comunicado que trastocó toda la jornada: "El presidente hará una declaración institucional a las 11.00 desde el palacio de la Moncloa". 

En ese momento, los miembros de la cúpula del PP empezaron a hacer sus cábalas: "Se carga a los de Podemos", "anuncia que no se presenta a las próximas generales". Ninguno atinó con el motivo real: adelantar el fin de la legislatura tras el mal resultado del PSOE en las municipales y autonómicas. 

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Diez horas antes, con sorna, una de las personas más próximas al líder popular, con los resultados en la mano, se jactaba de las predicciones que distintos miembros del Gobierno llevan meses deslizando para desgastar la imagen de Feijóo: "¿No era que no llegaba a diciembre? ¿No decían en la Moncloa que no iba a aguantar?". "Pues, acabo de estar con él arriba y le veo con ánimo, ¡creo que llega!", añadía.  

En la noche del 28-M, conforme se fue tiñendo de azul el mapa de España con la victoria en la Comunidad Valenciana, Aragón, Baleares, Cantabria... "¡hasta empate en Extremadura!", la dirección del PP llegó rápidamente a la conclusión de que se había "cambiado el ciclo político en España". 

"Una España preparada"

Feijóo siguió el escrutinio desde su despacho. Estuvo acompañado en todo momento por sus principales colaboradores, Cuca Gamarra, Elías Bendodo... A ratos, también subieron a la planta séptima los candidatos madrileños: Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida.

Bien entrada ya la noche, el líder de la oposición asumió que una buena parte de los españoles estaba diciendo "no al sanchismo" y le estaba brindando una oportunidad a él. Lo que no se imaginaba, ni de lejos, es que su momento estaba a la vuelta de la esquina: en menos de dos meses.

Feijóo, con Ayuso cogiéndole el brazo, sigue el escrutinio con uno de sus colaboradores, Álvaro Pérez, Almeida, Cuca Gamarra y Elías Bendodo. David Mudarra

Este lunes, cuando Sánchez cambió el guion previsto en la política nacional al anunciar la disolución de las Cortes y la convocatoria de las generales, la cúpula del PP improvisó un lema de precampaña, "una España preparada", que a los pocos minutos quedó estampado en el atril de la sala de prensa en la que Feijóo compareció.

"No hemos salido de una y ya estamos en otra", se lamentaban algunos en el PP, por el empache de campaña que se avecina. Aunque, puestos a elegir, en Génova lo tienen claro: mejor pronto que tarde. "Le ahorramos al país cinco meses más de Sánchez, es positivo", subrayaban en la sede. 

Poco ha trascendido, más allá del adelanto electoral, del resto de asuntos que abordó Feijóo este lunes con su comité de dirección. La intención, desde luego, era no desviar el foco de lo importante: el resultado del 28-M. Al menos, durante unas horas. "Necesitamos un día de desintoxicación", reconocía uno de los dirigentes. 

El presidente del PP, finalizado el discurso en el que pidió, por primera vez, una "mayoría clara y contundente" para llegar a la Moncloa, se fue a comer con todos los integrantes de su equipo. El ambiente fue distendido, ya que la intención era dejar los análisis a un lado y "charlar de forma menos ortodoxa", porque "no todo es pensar en el siguiente reto". 

Ahora en Génova presumen de que el anticipo de las generales les coge con los deberes hechos, "rodados y con el partido preparado". La realidad es que el vicesecretario de Organización, Miguel Tellado, de forma paralela a la preparación de los comicios locales y autonómicos, lleva meses trabajando en la confección de las listas electorales.