Feijóo centra al PP con las listas y busca que el pacto de Valencia sea la vacuna para no depender de Vox

Este miércoles, el Comité Electoral del partido aprobó unas candidaturas que sitúan al PP en el centro. La fumata blanca se produjo horas después de que se sellara un polémico acuerdo de coalición con Vox en la Comunidad Valenciana que los populares buscan, precisamente, convertir en una vacuna para no depender de Santiago Abascal.

De ahora en adelante, la estrategia en Génova pasa por replicar lo que en su momento hizo Juanma Moreno en Andalucía. Esto es, no descartar en ningún supuesto un entendimiento a la derecha y reclamar en torno a sus siglas el voto útil, para así concitar tantos votos como se necesiten a fin de llegar al poder sin pactos de ningún tipo. 

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En la dirección del PP creen que el pacto de Carlos Mazón con el apartado Carlos Flores puede tener un efecto vacuna en la ciudadanía. El mensaje sería: el PP necesita una mayoría suficiente para no tener que hacer concesiones a Vox, porque la izquierda no se abstendrá para facilitar la gobernabilidad.  

En la tarde de este miércoles, el líder popular se trasladó a Santander para presidir la Junta Directiva de su formación en Cantabria, un lugar simbólico en este contexto, ya que la candidata popular podrá convertirse en presidenta por la abstención del PRC. Desde allí, Feijóo remarcó que las listas con las que se presenta hablan de "un partido que sale a por una amplia mayoría para conseguir un gobierno en solitario".

Los dirigentes de Ciudadanos

Horas antes, había trascendido el fichaje de Marta Rivera de la Cruz, escritora y referente de Ciudadanos hace años, como su número dos en la lista de Madrid. Junto a ella, en las planchas hay un total de cinco exdirigentes naranjas. Destaca Nacho Martín Blanco, portavoz en el Parlamento catalán hasta hace días y ahora número uno del PP por Barcelona.

El espacio de los votantes de centro que en su día eligieron la papeleta de Albert Rivera, quedaría cubierto con otras figuras como Borja Sémper, vicesecretario de Cultura y portavoz de campaña del partido, y más dirigentes de marcado perfil centrista, como la propia Cuca Gamarra. 

Por su parte, otros candidatos que aparecen en las listas lanzan un mensaje a los votantes más conservadores, tratando de cerrar el paso a Vox. Los ejemplos más evidentes son Rafael Hernando, hombre clave en la era de Mariano Rajoy, o Cayetana Álvarez de Toledo, que ocupa en un puesto de salida en la lista madrileña. 

En la Comunidad de Madrid, los populares son conscientes de que las mayorías de José Luis Martínez-Almeida e Isabel Díaz Ayuso se explican, en buena parte, por el trasvase de votantes de Vox. La presidenta madrileña ayuda ahora a Feijóo a retener ese nicho de votantes. A la lista al Congreso aporta a personas de su máxima confianza, como la expresidenta de la Asamblea, Eugenia Carballedo.

Fuentes de la dirección popular insisten en que el PP es un partido prominentemente
"de centro", que así lo demuestra al incorporar a referentes naranjas, y que no tiene voluntad de pactar con Vox. El acuerdo de Valencia, justifican, "era inevitable después de que PSOE y Compromís no quisieran abstenerse". 

De cara a las generales, reconocen que el tema troncal de campaña será aclarar que los ciudadanos no tendrán que elegir entre "Sánchez o Feijóo", sino entre un Feijóo "solo" o "teniendo que buscar aliados".

En la cúpula popular creen que, si consiguen "una mayoría suficiente" como apuntan ya algunas encuestas, la gobernabilidad la podrían atar, llegado el momento, con fuerzas como PNV, Teruel Existe, Coalición Canaria y otros. "Van a estar dispuestos a echar un cable", vaticinan. 

A esto, se le suma otro elemento: en el PP deslizan que la derrota de Sánchez desembocará en un pronto relevo en la dirección del PSOE. Y con un secretario general del estilo de Emiliano García Page, no ven a los socialistas "abriéndole la puerta a Abascal". En ese sentido, destacan los populares: "Más de uno querrá ponerse la medalla de dejar a Vox fuera del Gobierno".