Tomás Serrano

Política 23-J

Feijóo aceptará el cara a cara si Yolanda admite que Sánchez represente a "las dos listas del Gobierno"

La dirección del PP desbarata los planes de Ferraz para organizar los debates electorales: saca de la ecuación a Vox y mete a la líder de Sumar.

21 junio, 2023 02:48

Alberto Núñez Feijóo ha desbaratado los planes de Ferraz, que ha puesto todas sus esperanzas en la capacidad de persuasión de Pedro Sánchez ante las cámaras.

La propuesta planteada este martes por el PP para pactar los debates electorales rompe los esquemas de los socialistas: saca de la ecuación a Vox (que quedaría relegado a un debate multitudinario, en pie de igualdad con Bildu y ERC) y mete a una tercera en discordia, la vicepresidenta Yolanda Díaz, necesitada de protagonismo para relanzar la plataforma Sumar, no menos multitudinaria.

Feijóo se enfrentará a un cara a cara con Pedro Sánchez en televisión sólo si la vicepresidenta Yolanda Díaz renuncia a participar en el debate, para que sea el presidente del Gobierno quien represente a "las dos listas del Gobierno" -las de PSOE y Sumar-, tal y como el PP ha expresado por carta a los socialistas.

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En caso contrario, el líder del PP se muestra dispuesto a participar en un "debate a tres", frente a Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, en el que intentaría explotar todas las contradicciones del pacto de coalición. Y en el que la líder de Sumar intentaría vampirizar votos al PSOE.

Con su propuesta, el PP traslada la tensión al seno del Gobierno. La vicepresidenta de Trabajo ya se ha apresurado a aceptar el "debate a tres", mientras el PSOE ha tachado la idea de "excéntrica", "provocación" y "falta de respeto".

Los populares se van a sentar a esperar a que los dos socios del Ejecutivo resuelvan su desacuerdo, antes de adoptar su decisión definitiva.

El principal obstáculo para que Pedro Sánchez se pueda lucir es ahora el afán de protagonismo de Yolanda Díaz, a la que Moncloa lanzó al estrellato para que Sumar se convierta en un socio más fiable y menos conflictivo que Podemos, ante las elecciones del 23-J. De momento la vicepresidenta de Trabajo no quiere renunciar a la oportunidad de debatir, mano a mano, con los dos máximos aspirantes a la presidencia del Gobierno.

La propuesta remitida este jueves por el vicesecretario de Acción Institucional del PP, Esteban González Pons, al número 3 del PSOE, Santos Cerdán, también incluye la celebración de un debate a siete, en el que el presidente de Vox, Santiago Abascal, quedaría desactivado y diluido entre el resto de líderes políticos: participarían los representantes de PP, PSOE, Vox, Sumar, ERC, Bildu y PNV.

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El PP justifica la inclusión de estos tres últimos partidos porque durante la actual legislatura han participado en la "dirección del Estado", gracias a sus pactos con Pedro Sánchez.

Frente a esta propuesta de Génova, el PSOE intenta presionar a Feijóo con la predisposición que ya han mostrado cuatro grandes grupos de comunicación (RTVE, Mediaset, Atresmedia y Prisa) para albergar el cara a cara entre el presidente y el líder de la oposición. Algo especialmente llamativo, ya que desde el mismo momento de la convocatoria de las elecciones anticipadas del 23-J, Sánchez ha dirigido duras críticas a los poderosos conglomerados de comunicación que, según sostiene, se han conjurado para expulsarle de la Moncloa.

"Desde la posición de dominio que tienen en las grandes empresas, en los grandes medios de comunicación, se va a desatar una campaña, ya lo han hecho, aún más feroz de insultos y descalificaciones", anunció el pasado 31 de mayo ante los diputados y senadores socialistas tras perder las elecciones del 28-M. "Veremos en programas de máxima audiencia a gentes que sólo se representan a ellos mismos pontificar e insultar sin derecho a la contestación ni a la réplica", añadió.

La entrevista de Alsina

En su reciente entrevista con Carlos Alsina, Sánchez volvió a quejarse del "desequilibrio" que a su juicio existe en las tertulias de radio y televisión, con una presencia de tertulianos críticos con el Gobierno que no refleja "la realidad de nuestro país".

Sánchez sigue la fallida estrategia de Podemos en la campaña electoral del 28-M: los candidatos del partido morado centraron sus ataques en presentadores estrella como Ana Rosa Quintana o Pablo Motos. En cualquier caso, el líder socialista no ha llegado hasta el extremo de señalar por sus nombres a comunicadores críticos con su gestión. "Eso si quiere luego en privado se lo puedo decir, porque soy presidente del Gobierno", le comentó a Alsina.

Ferraz ha diseñado una precampaña y campaña electoral con menos mítines, en espacios cerrados para evitar el acceso de espontáneos. Quiere suplir estos actos con una mayor presencia de Sánchez en televisión. Por un lado, convertido en showman en espacios de máxima audiencia como El Intermedio (este martes), El Hormiguero y el programa de Jordi Évole. El objetivo: mostrar su faceta más humana y desenfadada.

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Por otro lado, el propio Sánchez lanzó el pasado día 5 su propuesta para celebrar hasta cinco cara a cara con Feijóo de aquí a las elecciones. "La democracia son propuestas y no insultos, y aquel que no quiera debatir, no merece la confianza de la gente", insistió el presidente en el mitin de Dos Hermanas del domingo.

El PSOE ha llegado a lanzar la propuesta para que un miembro del equipo económico del PP se siente a debatir con la vicepresidenta Nadia Calviño. Una maniobra que buscaba repetir la jugada exitosa del debate entre el vicepresidente Pedro Solbes y Manuel Pizarro en las elecciones generales de 2008.

En aquel debate, Pizarro advirtió sobre los efectos catastróficos de la crisis internacional que se había iniciado con la caída de Lehman Brothers. En cambio, Pedro Solbes puso todo prestigio en juego para garantizar la estabilidad de la economía española y brindó una ajustada victoria electoral a Rodríguez Zapatero. La crisis acabó llevándose por delante a su Gobierno en 2011.

Las circunstancias hoy son muy distintas y el PSOE ha decidido jugar ante las elecciones la baza del buen comportamiento de las cifras macroeconómicas, gracias en parte a la llegada de los millonarios fondos europeos Next Generation