El 'annus horribilis' de Vox: crisis interna, sin fuerza parlamentaria y obviado por sus aliados
El declive de Vox comenzó con las autonómicas de Andalucía el pasado verano y concluyó este jueves, con el desprecio del PP.
21 agosto, 2023 02:02Hace aproximadamente un año que Vox no levanta la cabeza. Fue en junio de 2022, en las elecciones autonómicas de Andalucía, cuando el partido liderado por Santiago Abascal rompió su tendencia electoral al alza y, desde entonces, ha ido concatenando fracaso tras fracaso.
En este último año, ha cabido de todo. Desde el fracaso de Andalucía, la formación ha tenido que ver cómo se han marchado figuras destacadas como Macarena Olona o Iván Espinosa de los Monteros. De ser la tercera fuerza en el Congreso, han pasado a seguir siéndolo, pero con mucha menos influencia: de 52 diputados han caído a 33 tras las elecciones del 23-J.
Esta pérdida de influencia ha arrinconado a Vox en el congreso y este martes siguió con un nuevo golpe: quedarse fuera de la Mesa del Congreso de los Diputados y seguir apoyando a Alberto Núñez Feijóo porque no le queda otra. Podría decirse que Vox firmó este martes el último día del que sin duda ha sido su annus horribilis.
De Andalucía a Espinosa
Fue en tierras andaluzas donde se vio por primera vez el auge de Vox, en las autonómicas de 2018, y en 2022 el mismo territorio fue testigo de cómo comenzó a perder poder la formación de Santiago Abascal. Aunque pasó de 12 a 14 escaños, la subida fue a todas luces menor de la esperada.
Esto perjudicó directamente a su candidata, Macarena Olona, que había cobrado protagonismo durante la pandemia de la Covid-19 como azote de Pedro Sánchez y que acabó defenestrada por los resultados electorales. Además, Olona no se ha conformado con el ostracismo y, desde los medios de comunicación, ha estado arremetiendo contra sus antiguos compañeros.
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El siguiente gran nombre en salir de la formación ha sido el que era su portavoz en la Cámara Baja, Iván Espinosa de los Monteros. Lo hizo hace dos semanas y, aunque alegó motivos personales, a nadie se le escapa que creía menos en el proyecto político al ver que el sector ultraconservador se comía al liberal, en el que él se encontraba.
Aunque no ha salido, también ha perdido poder quien era la mano derecha de Santiago Abascal: Javier Ortega Smith. Estos movimientos contrastan con los vividos por otros como Jorge Buxadé e Ignacio Garriga, que lentamente han ido ganando presencia y competencias dentro del partido. El primero, como vicepresidente segundo y portavoz político; el segundo, como secretario general de Vox.
Llama la atención que una de las últimas apuestas de Abascal, Pepa Millán, a quien ha encumbrado como sustituta de Espinosa de los Monteros, empezó su carrera política en Vox en las autonómicas andaluzas de 2022, justo cuando arrancó este annus horribilis.
El Congreso y el PP
Y finalmente llegó el 23-J y el varapalo más palpable hasta el momento, el de pasar de los 52 diputados a 33.
Con unos resultados, llegan unas consecuencias. En el caso de Vox, ya no tienen fuerza ni para poder presentar un recurso de inconstitucionalidad, ni una moción de censura. Algunas de las que han sido sus principales estrategias dentro del Congreso han quedado incapacitadas, por lo tanto.
Vox necesitaría un mínimo de 50 diputados para poder solicitar recursos ante el Tribunal Constitucional y, en la pasada legislatura, así lo hizo en media centena de ocasiones.
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Las mociones de censura también han sido una medida muy recurrente para el partido de Abascal. En 2020 llevó a cabo la primera de ellas, en medio de la pandemia de Covid-19, proponiendo al propio Abascal como sustituto de Pedro Sánchez.
En la segunda, en marzo de este año, el candidato fue el profesor Ramón Tamanes. Aunque ninguna de las dos tuvo éxito, sí sirvieron para marcar agenda y acaparar protagonismo.
Aunque en las elecciones autonómicas y municipales del pasado 28-M la formación de Vox consiguió cierto aire y llegar a mucho poder institucional, con un PP sin más remedio que ceder a sus peticiones en algunos territorios, el pasado 23-J las tornas cambiaron.
Desde entonces, ha sido el PP de Alberto Núñez Feijóo el que ha sabido tener la sartén por el mango en las negociaciones. En las últimas semanas, Vox ha protagonizado un constante tira y afloja con el PP, terminando como perdedor en la mayoría de las ocasiones.
Se ha visto en las últimas semanas. No es sólo que Abascal haya tenido que asumir no entrar en un hipotético Ejecutivo de Feijóo, es que cuando el PP rompió el pacto que tenían para colocar al diputado de Vox Ignacio Gil Lázaro en la Mesa del Congreso, los de Abascal no han tenido más remedio que seguir apoyando a Feijóo.