Sánchez le hace a Feijóo 'un Albert Rivera' al negarle una nueva reunión antes de la investidura

No fue posible. Rivera descartó de un portazo el segundo encuentro que le pedía Sánchez y le emplazó a que buscara apoyos entre "sus socios". Esta actitud generó indignación en el PSOE, que ahora, cuatro años después, usa la misma medicina contra Alberto Núñez Feijóo. 

Este viernes, a través de un vídeo grabado y difundido posteriormente a los medios de comunicación, la portavoz socialista, Pilar Alegría, anunció que el PSOE no se reunirá más con el PP: "Porque está en manos de la ultraderecha, como demuestra su otro pacto más que ha alcanzado en Murcia". 

Como adelantó este periódico, conocidas las exigencias de Puigdemont para apoyar una investidura, la estrategia del PP pasa por redoblar la presión sobre el PSOE para alcanzar un gran "pacto de Estado" que neutralice al líder independentista. Según Feijóo, antes de repetir las elecciones o ceder a los "chantajes" de Junts, hay una tercera vía: un entendimiento entre los dos grandes partidos. 

Con objeto de abordar esa posibilidad, el líder popular deslizó este miércoles que no tendría inconveniente en descolgar el teléfono para pedir a Sánchez un nuevo encuentro. La petición todavía no se ha cursado. Por lo pronto, ya hay una respuesta por anticipado de los socialistas, ofrecida a través de una intervención de Alegría delante de una cámara en Ferraz. 

"Una victoria" del PP

Fuentes de la dirección del PP aseguran a EL ESPAÑOL que, pese a esta reacción, no descartan que Feijóo pueda reclamar un segundo encuentro a Pedro Sánchez. Al menos, no va a cejar en su empeño de buscar un acuerdo con los socialistas. Estas mismas fuentes califican como una "equivocación" del PSOE que "evidencie que su vía es la de Puigdemont".

Al respecto, los populares celebran que, ante una hipotética repetición electoral, los socialistas les están dejando expedito "el centro" político. "No podrán decir que pactamos con Vox los que no hablan con nosotros y sí con Puigdemont, así que ese mensaje nos viene bien. Esa actitud del PSOE es una victoria nuestra", se jactan en Génova. 

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Ayer, para excusar el portazo al PP, Pilar Alegría dijo que "lo primero que tiene que hacer" Feijóo, "antes de pedir reuniones a los demás", es "aclararse con su propio partido". En ese sentido, matizó que el presidente del Gobierno en funciones aceptó el vis a vis de la semana pasada con el candidato popular por pura "cortesía institucional". 

En esa cita, recordó la también ministra de Educación en funciones, Sánchez puso sobre la mesa un único acuerdo: para "renovar el CGPJ antes del 31 de diciembre, sea quien sea el presidente". Y, por lo pronto, no ha recibido ninguna respuesta de Feijóo: "Sigue dilatando una situación que dura más de 1.700 días". 

En cualquier caso, el verdadero motivo que esgrimió la portavoz del PSOE para rehusar la segunda cita con el PP, al menos hasta que pase la investidura de Feijóo, fue la alianza de este partido con Vox a nivel autonómico: "Son ustedes los renglones torcidos de la ultraderecha, mientras la CDU alemana cierra la puerta a los ultras, ustedes les ponen la alfombra roja". 

Fuentes de Ferraz precisaron a EL ESPAÑOL que, pese a las declaraciones proferidas por la portavoz del PSOE, los puentes con el PP no están rotos del todo. Porque Sánchez sí tiene previsto incluir a Feijóo en su ronda de consultas, en caso de que el Rey le encargue formar Gobierno. "Ya hemos dicho que hablamos con todos menos con Vox". 

Con relación a la investidura, Alegría cargó duramente contra el líder popular por no tener "sentido de Estado". En su opinión, sólo está preocupado por su situación dentro del partido, "que será cuestionada en cuanto acabe la investidura fake". Y añadió: "La irresponsabilidad de Feijóo la estamos pagando todos los ciudadanos. Retrasar el único gobierno viable, con Pedro Sánchez al frente, es utilizar a todo un país para aplazar los problemas internos de Feijóo". 

Finalmente, y dado que ningún periodista pudo formularle pregunta alguna, Alegría se refirió implícitamente a la más que probable amnistía que el Gobierno está dispuesto a negociar para los responsables del procés, condición inexpugnable de Puigdemont para apoyar la investidura: "No es la primera vez que el PSOE tiene que solucionar problemas generados del PP". 

Antaño el Gobierno de Sánchez culpó a la gestión de Rajoy en Cataluña para defender una de sus decisiones más controvertidas: los indultos a los condenados por el referéndum ilegal del 1-O. Ahora, ante la previsión de un escenario similar, el PSOE abona el terreno argumental: "Cuando planteamos soluciones, no solo nunca contamos con el apoyo del PP para nada, sino que solo tenemos enfrente ruido y desprecio hacia el PSOE", dijo Alegría.