Javier de Andrés, nuevo líder del PP vasco: "El PNV está metido en la órbita de la izquierda podemita"
"Todas las leyes económicas de Sánchez y Podemos las apoyan PNV y Bildu / "Los votantes del País Vasco son de sí mismos, no están adscritos a un partido político" / "PNV y PSOE han blanqueado a Otegi, tienen mucho que ver con que ahora sea referencia".
4 noviembre, 2023 03:09Alberto Núñez Feijóo ha encomendado a Javier de Andrés Guerra (Vitoria, 3 de octubre de 1967) una empresa de gran calibre: que el Partido Popular, en las próximas elecciones en el País Vasco, sea decisivo. Que tenga en su mano la llave de la Lehendakaritza. Que el PNV incluso vaya a pedir los apoyos del PP a Génova. Ojo por ojo. Quién sabe, quizás a cambio de una moción de censura que mande a Sánchez a la oposición y al gallego a la Moncloa.
La misión arranca este sábado, 1 de noviembre. El político alavés, que antaño presidió la Diputación Foral y ahora es diputado en el Congreso, asume hoy los mandos del PP vasco. El veterano Carlos Iturgaiz le cede los trastos. Dispone, por tanto, de poco tiempo para cumplir con la tarea que le ha sido encomendada: las elecciones autonómicas podrían celebrarse en cuestión de cuatro meses.
Pero la estrategia ya está muy madurada: consiste en convencer al electorado de que lleva cuatro décadas engañado: el PNV ni es conservador ni se le parece. "Está dentro de la órbita de la izquierda podemita española", dice. Y, además, su gestión está lastrando las posibilidades de una región que fue referente en lo económico. Así lo desgrana con EL ESPAÑOL.
Usted va a liderar el PP vasco, ¿qué discurso va a asumir para ensanchar las siglas de su partido en este territorio?
El PP ha tenido una tarea muy importante en su historia: una defensa ética de unos valores principales, como los derechos humanos, la libertad. Pero, realmente, ahora la radicalización de la izquierda que está viviendo España y que ha afectado también al País Vasco nos abre un espacio muy importante en defensa de los que creen en el esfuerzo, en el mérito, en el trabajo.
En el País Vasco ha cundido, y el PNV se ha sumado a ello, un discurso muy populista, muy "podemizado", en el que los vascos lo que hacemos es perder. Ese es el mensaje que tenemos que enriquecer y utilizar en este momento. Porque hay una pérdida de capacidad económica en Euskadi por culpa de un giro a la izquierda en las políticas que lidera el PNV.
¿Cree que el PP puede calar en la sociedad vasca? Quizás el discurso de Feijóo, al que incluso han acusado de ser connivente con los nacionalismos, puede tener cabida allí...
Feijóo y el PP del País Vasco entienden que apelemos a una identidad vasca que los nacionalistas han querido ocultar. Ahí está nuestro autonomismo y nuestra perspectiva foral. El nacionalismo ha querido ocultar la historia de Euskadi, ha querido configurar un modelo del ciudadano vasco que no se parece a la realidad. Ellos tienen concebido un modelo idóneo, idealizado, de cómo tiene que ser un ciudadano vasco, pero eso no se encuentra con la sociedad.
Le pasa también a la izquierda, configura un modelo idealizado de personaje. Nosotros creemos en la realidad vasca, histórica y actual, de gente que se siente muy identificada con su territorio, que quiere tener capacidad de gestionar sus recursos y que entiende que cuando está en España está en su casa.
¿Y, por tanto, qué discurso debe tener su partido en el País Vasco?
El de un vasco que quiere tener capacidad de hacer su propia política, pero que no se siente conforme con que esa política sea el modelo social que plantea Irene Montero, que sea el modelo económico de Ione Belarra, que sea el sistema laboral que defiende Yolanda Díaz. Eso es lo que estamos haciendo de forma muy aplicada, estamos llevando adelante el modelo que propone el pacto PSOE-Podemos como los primeros de la clase.
La autonomía, si la tenemos que utilizar para algo, es para hacer las cosas mejor que como se hace en otros lugares, no para hacerla peor, que es lo que está sucediendo y por eso estamos perdiendo espacio económico, político y social en el conjunto de España.
Del pasado sólo quiero hacerle una pregunta: ¿por qué el PP ha caído en picado hasta el mal resultado que obtuvo en 2020?
Nos ha tocado hacer una reflexión y la hemos hecho: errores en la política de pactos, indudable. Nadie entendió que fuéramos con Ciudadanos, entre otras razones porque era un partido que no tenía un peso político en el País Vasco y no defendía la España y la Euskadi real, con una identidad y capacidad de gobierno que negaba.
Y algo más…, ¿no?
Hombre, descabalgar al candidato cuando quedaban dos meses para las elecciones tampoco creo que fuera muy buena idea.
Pero insisto en el discurso.
El PP ha hecho lo que tenía que hacer. La situación cambia y ahora tenemos que articular nuevos argumentos y nuevas ideas. Tenemos que enriquecer mucho el argumentario, para explicar a los vascos que aún siguen creyendo en el discurso del PNV de que todo está fenomenal que la ideología del PNV, llevada a la práctica, nos ha hecho dar pasos atrás.
El PNV ha pretendido aislar al País Vasco del resto de España y eso a los que más ha perjudicado ha sido a los vascos, porque han visto cómo su mercado laboral, su mercado económico y social se ha limitado a un espacio más pequeño.
En las últimas elecciones generales su partido no consiguió gobernar, en parte, por la baja representación en Cataluña y País Vasco. ¿Cómo se revierte esa tendencia?
Ha habido ya una mejora. No es un resultado tan satisfactorio como nos gustaría, tenemos que seguir creciendo. Lo que pienso y digo se corresponde con una forma de pensar de muchísimos vascos, muchos más de los que nos han votado. En la anterior legislatura, todas las leyes económicas de Pedro Sánchez y Podemos las han apoyado PNV y Bildu.
De los 18 diputados que representaban al País Vasco en el Congreso en la anterior legislatura, 17 han apoyado todo. Esa no es la realidad vasca, esa es la tarea que tenemos que emprender: explicar a los vascos que hay otra forma de hacer política, que no es la socialista, que no es el modelo que nos está planteando el PSOE con Podemos y que el PNV está siguiendo a pies juntillas.
¿Usted está dispuesto a tener un mensaje propio dentro del PP, aun a riesgo de que, a veces, disienta de lo que dicen barones autonómicos o la propia dirección?
No creo que tenga por qué ser distinto. Hoy en día está asentada la voluntad de desarrollar las capacidades autonómicas de cada uno de los territorios. Realmente, en este momento en el cual tenemos un gobierno tan radical, el disponer de CCAA nos demuestra que es muy eficaz tener un espacio político y con capacidad de gestión y de gasto y de inversión, que pueda contrapesar las decisiones nefastas que se toman en el Gobierno. Eso lo entendemos en el PP.
"Vamos a apelar a todos los que creen que hay una forma diferente de hacer política a la que nos dicta Sánchez"
En el Congreso, Feijóo lanzó un órdago al PNV, asegurando que iría a por sus electores, ¿deberían preocuparse en el Buru Batzar?
Los votantes son de sí mismos. No están adscritos a un partido político, toman decisiones conforme creen que beneficie a sus intereses. Vamos a apelar a todos los que creen que hay una forma diferente de hacer política que no es la que nos dicta Sánchez y a la que el PNV va diciendo que sí a todo, simplemente por el hecho de que se garantiza una cuota de poder en el País Vasco.
¿Qué margen de crecimiento tiene el PP en las próximas elecciones?
Creo que tenemos un margen importante. Pienso que hay mucha gente que tiene una fontanería, un bar, un taller, que es un profesional de lo que sea, y que es consciente de que no todo se puede resolver con el gasto público, que le adjudican por la vía de impuestos constantemente: municipales, forales, de toda clase; y pagos y tasas permanentes.
El PNV sigue defendiendo ese modelo de intervencionismo, control público, exigencia fiscal, subida de impuestos. Cree que las cosas sólo se resuelven subiendo impuestos. Y la gente empieza a percibir que las cosas no se hacen bien.
Sobre el ascenso de Bildu, ¿cómo se explica que el partido de Arnaldo Otegi esté en condiciones de ser primera fuerza en las próximas elecciones vascas?
El hecho de que un personaje condenado por terrorismo pueda sumar tantos votos en Euskadi me decepciona. Me parece que ha habido una falta de responsabilidad por parte de algunos partidos políticos, concretamente del PNV y el PSOE, que han querido blanquear al personaje. Tienen mucho que ver con que ahora se convierta en una referencia histórica.
Recientemente, Pedro Sánchez se reunió con Bildu por primera vez, fotografiándose con Mertxe Aizpurúa.
Han pactado con ellos, van a seguir pactando. Lo han convertido en un interlocutor inmediato. El único apoyo seguro de Pedro Sánchez es el de Bildu, el único con el que acudió al Rey. Esa es la realidad del sometimiento que tiene el PSOE a una organización política liderada por un secuestrador.
Me sigue faltando un poco de análisis, de diagnóstico… ¿Qué ha podido pasar para que la sociedad vasca haya decidido que Bildu es una buena opción?
Aparte del blanqueamiento, llevamos décadas ya en las cuales ha habido una estigmatización de la derecha. Parece que los únicos gobiernos legítimos son los de izquierdas. Ahí tiene ventajas Bildu, que es izquierda radical.
¿Y cómo se desanda todo esto?
Es posible que algunos errores políticos sólo se corrijan después del fracaso práctico de las promesas, es algo que desgraciadamente sucede en política. A la izquierda no se le mide por efectividad, sino por voluntad y buenos propósitos. Es frecuente que fracase por sus actos. Para ello, desgraciadamente, hay que gobernar. Creo que Bildu no va a gobernar porque el pacto PSOE-PNV va a prevalecer.
Supongo que uno de sus principales retos será conseguir que el PP gane influencia en el Parlamento vasco…
Confío en mejorar los resultados y espero que sustancialmente. El electorado sabe que el voto al PP va a tener dos eficacias: impedir radicalización del Gobierno y que las decisiones equivocadas que el Gobierno está teniendo en materia económica y social vayan hacia otro lugar. Quiero influir en ese Parlamento para que la política que se haga sea más centrada y abandone la radicalidad que el PSOE y sus socios están imprimiendo y a la que se ha sumado el PNV.
¿Si su partido tiene la llave de la Lehendakaritza, qué hará?
Me parece exigible que quienes aspiren a liderar el Gobierno nos pidan el voto, es lo menos que se puede hacer. Esperaré a que nos pidan el voto. Luego, voy a exigir que se comprometan a que no van a hacer lo mismo que harían con Bildu o que haría Bildu con el PSOE. Tiene que haber un compromiso de que va a haber una política distinta, porque si va a ser para aprobar lo mismo que en el Congreso, hacemos un viaje muy gratuito...
"Estaría dispuesto a poder entenderme con el PNV si da un giro en sus inclinaciones hacia la izquierda"
Hay mucha gente que ve en usted una esperanza para que Feijóo llegue a la Moncloa: si el PNV depende del PP para gobernar el País Vasco, el PP le podría exigir su apoyo en una moción de censura a Pedro Sánchez.
Los compromisos del PNV con el PSOE son profundos, alcanzan a todas las instituciones de Euskadi y al Gobierno de España. Lo que quiero es influir en eso y, sobre todo, convencer a una buena parte de la ciudadanía vasca, al ciudadano vasco, para que sea consciente de qué es lo que más le interesa. Desde luego, una política de izquierdas liderada por Sánchez no nos conviene a nadie.
¿Cómo están las relaciones entre el PP y el PNV?
Son distantes, correctas, pero desde luego, hoy sabemos que el PNV ha puesto todos sus huevos en la cesta del PSOE, ha empezado ya a comérselos.
¿Ve posible que se puedan volver a estrechar lazos?
Estaría muy dispuesto a poder entenderme con el PNV si da un giro en sus inclinaciones hacia la izquierda. Pero, sinceramente, lo que veo es que está preocupado en garantizar la estabilidad de Pedro Sánchez. Lo que quiere es que dure cuatro años, porque tiene pánico a perder a su socio.
¿Qué le parece el plantón del lehendakari y el PNV a la Princesa en su jura?
Para un vasco, estar presente en la jura de los fueros vascos, es lo que procede. Y a lo que se ausentaron los diputados del PNV y el lehendakari es a la jura de los fueros. Porque en la Constitución están recogidos los fueros, en la disposición adicional segunda, en la cual compromete al monarca con los fueros vascos. Era una ocasión a la que un vasco que ame sus fueros, no podía faltar.
En su momento, los nacionalistas vascos sí acudieron a este mismo acto con Felipe VI, ¿qué ha cambiado desde 1986 hasta ahora?
Que al PNV ahora lo vemos metido en la órbita de la izquierda podemita española. Está votando reiteradamente con Podemos, ERC y Bildu. Dime con quién votas y te diré quién eres.
Ellos dijeron que no vendrían porque no se han dado pasos hacia el reconocimiento del País Vasco…
Lo que hacen es buscar excusas. Porque, independientemente de lo que crean, lo cierto es que la jura de la princesa constituía una limitación simbólica de sus poderes y también alcanzaba a los fueros vascos.
Hace poco, Urkullu pedía repensar el modelo territorial, incluso con una convención constitucional. ¿El PP estaría dispuesto a escuchar, al menos, esta propuesta?
El que tendría que repensar el tema es el señor Urkullu. Cada dos años, plantea una fórmula distinta. Yo no veo que tenga una convicción o un elemento realmente eficaz, que haya penetrado en la sociedad vasca y que se perciba como necesario o conveniente. Hay una serie de discursos de Urkullu que son cambiantes y él, efectivamente, piensa y repiensa mucho, pero no aclara cuál es su visión del asunto.
Es decir, que el PP descarta que se tenga que replantear el estatus del País Vasco dentro de España.
Creemos que tenemos una Constitución que está muy bien hecha, que hay un estatuto que da muchísimas posibilidades al País Vasco y que, sin embargo, los gobiernos nacionalistas no han sabido aprovechar. De lo que tendría que dar explicaciones el señor Urkullu, es de que ahora el País Vasco tiene menos peso económico en el conjunto de España que cuando empezó la autonomía.
¿Por qué se han usado tan mal los recursos que nos da el estatuto? Tenemos muchas oportunidades de acertar, más que ninguna otra comunidad autónoma. Sin embargo, la realidad es que el País Vasco tiene menos peso económico en España del que tenía hace cuarenta años.