Tajani, primer ministro de la UE que critica a Sánchez por "negociar la amnistía de una rebelión"

Así, menos de una semana antes de que el Parlamento Europeo vaya a celebrar un debate monográfico sobre el posible "ataque al Estado de derecho" que supone la amnistía de Carles Puigdemont, acordada por el PSOE para la reelección del presidente en funciones, ya hay un ministro europeo que ha entrado en el asunto.

Tajani es el actual líder de Forza Italia, integrada en el Partido Popular Europeo (EPP),  principal impulsor de ese debate en Estrasburgo, el martes que viene. Y, por tanto, es socio de Alberto Núñez Feijóo. Pero el compromiso del político italiano con España, su unidad, el Estado de derecho y, concretamente, contra el referéndum ilegal del 1-O, viene de lejos.

En pleno desafío independentista, en pleno octubre de 2017, Antonio Tajani recibió de manos del Rey Felipe VI el Premio Princesa de Asturias a la Concordia, como presidente del Parlamento Europeo. Junto a él, en el Teatro Campoamor de Oviedo, los otros dos presidentes, Jean-Claude Juncker, de la Comisión, y Donald Tusk, del Consejo.

Aquel día, el hoy ministro de Exteriores de Italia ya dejó claro que actuaría como un valladar frente al procés: "Nadie lo aceptará en la UE, estarán solos". Su labor desde Bruselas y Estrasburgo fue reconocida por el Premio Europeo Carlos V, que le entregó de nuevo el Jefe del Estado en el monasterio de Yuste, en 2018.

Después, durante los dos años siguientes, en los que siguió al frente de la Eurcámara, fue un "fiel aliado" de la causa española, como él mismo presumía en la última entrevista que concedió en su despacho, a EL ESPAÑOL, en el verano de 2019.

Aquel día, estaba satisfecho de este trabajo hecho, y posó con una bandera de percha que le regaló la Escuela de Infantería del Ejército español: "Con la ley italiana, los líderes del procés tendrían cárcel de por vida".

Tajani, con la 'bandera de percha' que le regaló la Escuela de Infantería del Ejército español, tras una entrevista con EL ESPAÑOL. ADP

Este miércoles, en el debate celebrado en la Cámara de Diputados de Roma, Tajani mantuvo esta actitud, motivada por ese doble compromiso con un país del que se siente "hermano" y su partido, a nivel europeo.

El ministro de Exteriores transalpino mostró su "respeto" por el "debate político interno" en España, pero subrayó que es "inevitable que ciertos eventos tengan una resonancia europea, porque pueden incidir en la Unión Europea".

Eso es precisamente lo que se debatirá el martes que viene en Estrasburgo, y lo que motivó la "profunda preocupación" de Didier Reynders, titular de Justicia del Ejecutivo comunitario, la semana pasada, como recordó Tajani: "El comisario reclamó en su carta al Gobierno español el compromiso de la Comisión en la protección de los valores fundamentales y el Estado de Derecho de la Unión". 

"Divisivo y controvertido"

En nombre del Ejecutivo del que forma parte, liderado por Giorgia Meloni, primera ministra y líder de Fratelli d'Italia, aseveró que "el Gobierno italiano respeta debidamente las dinámicas institucionales y políticas en curso en España, país al que estamos vinculados por una antigua amistad y por intereses comunes", aunque remarcó que el presidente español en funciones "salió derrotado de las elecciones españolas del 23 de julio".

En el relato de hechos de Tajani a los diputados italianos, el ministro incidió en que Sánchez "ha buscado el apoyo para formar un nuevo Gobierno de pequeños partidos, incluidos los secesionistas", que "aprovechándose de su poder de negociación, han vinculado su apoyo a concesiones divisivas y controvertidas desde el punto de vista del Estado de Derecho".

Para apoyar su aseveración de lo "controvertido" y "divisivo" que este proyecto en España, el político italiano recordó "las manifestaciones con cientos de miles de personas en todas las ciudades de España para protestar contra el acuerdo", y añadió además que el pacto "evoca un no muy precisado mecanismo de mediación internacional para acompañar el futuro proceso de negociación sobre el estatus de Cataluña", unido a la Ley de Amnistía que ya está en el Congreso.

"La proposición de ley", continuó el jefe de la diplomacia italiana, borra "delitos de particular gravedad, como los actos de rebelión contra la autoridad pública para promover un referéndum sobre la independencia de Cataluña que Madrid [por el Tribunal Constitucional] había prohibido, y cancela cualquier acto de rebelión por apoyar el objetivo independentista".

Experiencia europea

Durante sus años en la presidencia del Parlamento Europeo, esta cámara impulsó, en septiembre de 2018, el procedimiento de sanciones contra la deriva autocrática de Hungría. Desde las instituciones de la UE, también asistió a los debates sobre la auto-amnistía que quiso impulsar el Gobierno socialista rumano, en enero de 2019, en favor de su líder, condenado por corrupción.

Así, desde esa experiencia, Tajani describió este miércoles la amnistía como "un instituto jurídico muy delicado en todos los ordenamientos nacionales" y contrastó este diagnóstico con lo que está ocurriendo, en su opinión, en España: "Se convierte así en objeto de negociación política", denunció. "Amnistía y autodeterminación no entran en la Constitución, según ha subrayado el expresidente socialista Felipe González", parafraseó.

Finalmente, el ministro de Exteriores de Italia cerró su intervención bajando más al debate político. Tras reivindicar la labor de vigilancia de Reynders, mostró su "cierta sorpresa porque otro comisario", el de Economía, Paolo Gentiloni -al que no citó por su nombre-, "se haya atrevido a expresar el apoyo al acuerdo, declarándolo coherente con el modelo democrático europeo" el pasado fin de semana en el Congreso de los Socialistas Europeos, celebrado en Málaga, "antes incluso de que el Gobierno español haya proporcionado las aclaraciones" exigidas por Reynders.

Es más, antes incluso de que se conociera el texto de la proposición de Ley de Amnistía. 

El discurso de Tajani terminó con una frase solemne que, en el clásico lenguaje europeo, remarca las obviedades fundamentales a modo de advertencia: "Lo que está sucediendo en España nos recuerda que el tema de la gobernabilidad y del respeto de la voluntad de los electores es común a todas las democracias".