Sánchez se enroca con sus fieles a costa de devaluar el peso del equipo económico en el Gobierno
El presidente refuerza a los ministros con un mensaje político potente, como María Jesús Montero, Félix Bolaños y Óscar Puente.
30 diciembre, 2023 01:56La economía es el gran activo de Pedro Sánchez. De hecho, el miércoles en su rueda de prensa de balance del año fue el asunto al que más tiempo dedicó, remarcando los buenos datos pese a las dificultades y subrayando la idea de que “es posible compatibilizar la Justicia social con el crecimiento económico”.
La economía proporciona alegrías al presidente del Gobierno mientras el año 2024 arranca con múltiples fuegos políticos, vinculados sobre todo a la gestión de los pactos con sus compañeros de coalición y con sus socios parlamentarios.
Y, sin embargo, a lo que ha dado un cierto giro de funcionamiento en el fin de año es, precisamente, a la gestión de la economía. Sánchez asume un riesgo cuando algo le funciona y relega el área económica, que pierde la vicepresidencia primera, mientras fortalece a la responsable de Hacienda, a la que asciende a número dos.
[Pedro Sánchez rearma el Gobierno con Montero y apuesta por Carlos Cuerpo, un técnico, en Economía]
Según la explicación oficial, para minimizar el riesgo una vez consumada la salida de Nadia Calviño del Ejecutivo, Sánchez coloca al frente del Ministerio de Economía a Carlos Cuerpo, alguien muy próximo a la ya exvicepresidenta. De hecho, un técnico de su confianza.
No hay fichajes de economistas de renombre como se especulaba, sino que finalmente el presidente del Gobierno opta por buscar la continuidad, aunque el peso de Calviño difícilmente lo tendrá Cuerpo sin la fuerza que da la vicepresidencia. Tampoco para tener la autoridad necesaria para negociar y hacer de contrapeso de Sumar y otros socios parlamentarios más radicales.
La vicepresidenta primera ya no es una ortodoxa economista con origen técnico como era Nadia Calviño, sino una política “pata negra” del PSOE, como María Jesús Montero. Y Economía ya no es una Vicepresidencia prioritaria, sino un ministerio en manos de un técnico muy reconocido y de continuidad de Calviño, pero sin peso político.
Al tiempo, en el inicio de la legislatura, a Sánchez los problemas le llegan por la política en la legislatura más difícil, y el presidente sigue la línea de enrocarse e intentar blindarse con sus fieles más aguerridos. Ya lo hizo con el ascenso de Félix Bolaños y con la entrada de Óscar Puente en el Gobierno, y ahora lo culmina ascendiendo a Montero a la vicepresidencia primera, tras su efímero paso por la vicepresidencia cuarta.
Escuderos políticos
Con ellos como escuderos políticos, Sánchez levanta un muro de defensa frente a la oposición, pero ese equipo también le sirve para desenvolverse con sus socios parlamentarios y de Gobierno de coalición.
De hecho, en la última semana se han agolpado los asuntos políticos vinculados con esos acuerdos. El principal ha sido la constatación de las dificultades para aprobar el decreto del "escudo social", en una legislatura en la que hay necesidad de recabar, cada vez, todos los votos de todos los socios.
Así, Moncloa cerró con el PNV el acuerdo sobre el decreto antes de que se aprobara en el Consejo de Ministros, de tal forma que luego en la reunión del Gobierno los socialistas discreparon con Yolanda Díaz sobre los recortes a los impuestos a las energéticas pactadas con los nacionalistas vascos. Y la vicepresidenta segunda hizo públicas sus discrepancias con lo aprobado.
A la vez, Junts avisaba de que no convalidará el decreto aprobado la semana antes porque entiende que afecta a la aplicación de la amnistía. Las alarmas se encendieron en la Moncloa y desde ese día intentan convencer al partido de Carles Puigdemont de que no hay cambio alguno en esa aplicación.
Podemos, por su parte, pide también interlocución directa con Moncloa para tratar de las futuras votaciones.
Y Sumar y Podemos logran una extraña coincidencia en el rechazo al nombramiento de Isabel García como nueva directora del Instituto de las Mujeres, a la que achacan mensajes tránsfobos.
Con los nombramientos de este viernes, los dos principales negociadores con esos socios, María Jesús Montero y Félix Bolaños, son los pesos pesados del Gobierno, precisamente, para gestionar esas relaciones.