Pedro Sánchez, dispuesto a limitar el tiempo de instrucción de los jueces para convencer a Junts

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha mostrado este lunes dispuesto a limitar el tiempo de instrucción que tienen los jueces en los procesos judiciales para convencer a Junts, el partido de Carles Puigdemont, para que apoye la Ley de Amnistía que los independentistas rechazaron la semana pasada. 

"Hay un elemento que hemos visto: que hay instrucciones que se prolongan. Los propios fiscales lo han puesto en cuestión", ha dicho Sánchez en una entrevista en Al Rojo Vivo. "Hay elementos que podemos incorporar, de mejora, y que pueden servir para subsanar las dudas" de los independentistas, ha añadido. 

Sánchez, sin embargo, ha asegurado que no se va a tocar el texto de la Ley de Amnistía para incorporar todos los tipos de terrorismo, el principal reclamo de Junts. El temor de los independentistas es que con el texto actual no se puedan beneficiar de ella Puigdemont y su círculo más cercano. 

Moncloa ahora ha respondido con una vía intermedia consistente en no tocar el texto pero limitar los tiempos de instrucción para evitar prórrogas continuas. Todo ello pasaría por una reforma de otra norma, la Ley de Enjuiciamiento Criminal. 

Cuando se le ha repreguntado para asegurar que no se va a tocar el texto pero sí los tiempos de instrucción, Sánchez ha confirmado al decir que "vamos a hablar con los grupos parlamentarios para ver qué márgenes tenemos para mejorar una ley que es buena". 

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Este movimiento es una respuesta a las últimas acciones realizadas por los jueces Manuel García-Castellón -de la Audiencia Nacional- y Joaquín Aguirre -del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona-.

El primero de ellos decidió prorrogar durante seis meses la investigación de Tsunami Democratic, donde Puigdemont está situado como la cabeza y podría ser acusado de un delito de terrorismo. El segundo ha prorrogado una investigación sobre los vínculos de Puigdemont con el régimen de Vladímir Putin.

Ambos casos podrían acabar acusando a Puigdemont por delitos de terrorismo y alta traición. Los independentistas catalanes interpretan que, en caso de ser así, el expresidente de la Generalitat no podría beneficiarse de la Ley de Amnistía y por eso exigen al PSOE que acepten sus enmiendas a la norma, algo que los socialistas rechazan. 

"No es nuestra intención", ha dicho Sánchez sobre si se modificará la norma. "Es un tiempo de templanza y de firmeza y de ser conscientes que hemos alcanzado un acuerdo constitucional y que está alineado con el derecho europeo", ha añadido. 

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Para tranquilizar a Junts, ha asegurado que la Ley de Amnistía "va a cubrir todos los supuestos", también el caso de Puigdemont, y que "el independentismo no es terrorismo".  Ya la semana pasada dijo unas declaraciones similares y generaron polémica porque la oposición le respondió que quien decide si es terrorismo o no es un juez, no él. 

Sánchez también se ha pronunciado sobre el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, el único barón del PSOE crítico contra la Ley de Amnistía y con quien el propio Gobierno ha protagonizado algunos de los encontronazos más fuertes dentro de las filas socialistas. 

"Yo, las cuestiones que tengo que discutir, las discuto en los órganos internos del partido", ha dicho Sánchez, diciendo que, si se hace en público, "la derecha usa esas reflexiones para atacar al PSOE y es un flaco favor a las siglas". También ha dicho que "no es lo mismo gobernar una comunidad autónoma que otra, que gobernar el Estado... la realidad es muy distinta".