Tezanos presume de la "solvencia" del CIS en 2023 pese a sus fallos y dice que seguirá igual en 2024

El año pasado, el organismo que dirige José Félix Tezanos cometió notables errores en las predicciones de las elecciones autonómicas y municipales del 28-M. Falló en el porcentaje de voto de los principales partidos y no supo ver la notable pérdida de poder territorial que sufrió el PSOE, frente a otras encuestas con menos presupuesto y equipo que sí acertaron.

Y algo parecido sucedió en las elecciones generales del 23 de julio de 2023: Tezanos dio vencedor al PSOE por encima del PP y situó a Sumar por encima de Vox. Nada de esto ocurrió después.

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A pesar de ello, el CIS ha elaborado un documento en el que presume del desempeño mantenido. Se trata del Plan de acción 2024. En el texto, el CIS se jacta de haber podido mantener la cifra de 300 encuestadores durante 2023, "permitiendo ello realizar en tiempo y forma, con garantía de unos niveles de calidad y representatividad, todos los estudios propuestos".

El informe destaca el sobreesfuerzo que supusieron los estudios de las tres elecciones celebradas en 2023 –municipales, autonómicas y generales– y asegura que esa cifra de 300 encuestadores "permitió cubrir con solvencia las muestras de estos estudios electorales".

La "solvencia" y los "niveles de calidad" son objetivamente discutibles. Una semana antes del 28-M, el CIS estimaba que el PSOE ganaría las elecciones municipales con un 30,2% de voto, frente a un 27,9% del PP. El resultado real fue parecido en términos porcentuales, pero al revés: el PP sacó un 31,5% (más de lo que le daba al PSOE) y el PSOE obtuvo un 28,1%. Tezanos, en sus predicciones, le había arrebatado 800.000 votos al partido de Alberto Núñez Feijóo.

En las grandes capitales, el CIS aseguraba que Joan Ribó (Compromís) mantendría la Alcaldía de Valencia, Antonio Muñoz (PSOE) la de Sevilla y Ada Colau (En Comú) la de Barcelona. No sucedió en ninguno de los tres casos.

En las elecciones autonómicas que se celebraron el mismo 28-M, Tezanos había estimado que Javier Lambán conservaría el poder en Aragón, Ximo Puig den la Comunidad Valenciana y Francina Armengol en Baleares. Todos ellos, socialistas, lo perdieron.

En cuanto a Extremadura, Guillermo Fernández Vara ganó las elecciones, pero los resultados no fueron suficientes para gobernar. Tezanos decía que gobernaría.

Los fallos no sólo consistieron en hacer predicciones demasiado optimistas para la izquierda, sino también en hacerlas pesimistas para la derecha. Sirve el ejemplo de la Comunidad de Madrid. El CIS le otorgaba a Isabel Díaz Ayuso un resultado entre los 61 y 70 escaños. A pesar de la horquilla tan amplia, falló: la presidenta madrileña sacó 71 escaños.

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En las elecciones generales del 23 de julio se repitieron los mismos patrones. El CIS estimaba un 30,8% del voto para el PP, frente al 33% que finalmente tuvo, y un 32,2% para el PSOE, frente al 31,7%. A pesar de que no son variaciones porcentuales demasiado grandes, daba el primer y tercer puesto para PSOE y Sumar y finalmente fueron PP y Vox.

Esto es relevante porque, como ciencia social, la demoscopia tiene en cuestiones políticas una parte de profecía autocumplida. Es decir, un votante puede decidir su voto según la realidad que dibujen los sondeos. Por ello es sustancial que un organismo público intente acercarse a la realidad.

Seguir así en 2024

Según el Plan de acción 2024, esta "solvencia" y los "niveles de calidad" que hubo en 2023 se debieron, en gran parte, al número de personal que participaba en la elaboración de los estudios.

De manera ordinaria, el CIS tiene 70 encuestadores repartidos en dos turnos. Es decir, 140 personas. El objetivo del organismo es alcanzar el número de 150 encuestadores concurrentes en 2024, lo que implica un personal total de 300 personas en ambos turnos.

El Plan de acción 2024 explica que los buenos resultados de 2023 se obtuvieron gracias a poder contar con 300 encuestadores durante "casi todo el año" y ha visto en esa cifra el objetivo a mantener en 2024. Es decir, que a pesar de los evidentes fallos, el organismo apuesta por mantener la misma forma de actuación.

"Mediante el mantenimiento de este número de encuestadores durante el próximo año, se logrará incrementar en 2024 la capacidad encuestadora, lo cual es especialmente relevante" considerando que se "prevé la realización de estudios de mayor tamaño muestral que el habitual", se puede leer.

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"Esto es así, porque para el año 2024 están previstos los trabajos de campo de varios procesos electorales, como son los de las elecciones europeas, o los de diversas elecciones autonómicas", se añade.

El CIS se ha estrenado ya este 2024 con un nuevo fracaso, el de las elecciones gallegas. Durante semanas, el organismo fue de los pocos que cuestionaba la mayoría absoluta que Alfonso Rueda finalmente obtuvo. Estimó que el PSOE sacaría un 4,06% más de votos de los que sacó, infló al BNG un 1,83% y al PP lo subestimó un 5,16%. A Democracia Ourensana le otorgaba menos de la mitad de votos de los que sacó el partido.

El aumento de personal no es, sin embargo, la única mejora que el CIS planea para este año. En el documento se especifica que se va a llevar a cabo durante 2024 la "profunda modernización de todas las infraestructuras TIC (los sistemas informáticos) de la sede", ubicada en la calle Montalbán, en Madrid.

También planea obras de reforma y mejora de la misma sede. Según explica el plan de acción, las reformas estaban previstas para 2023 y no se pudieron llevar a cabo entonces, esperando realizarlas ahora en 2024.