Ábalos y Belarra, por primera vez en Democracia dos ministros acaban en el Grupo Mixto
Ambos compartieron Consejo de Ministros durante el primer Gobierno de coalición y se separaron en el segundo. Ahora se reencuentran tras el 'caso Koldo'.
28 febrero, 2024 02:38De entre todas las cosas raras que se podían esperar de esta legislatura, con un Gobierno en minoría y dependiente de más que nunca de sus socios, lo que nadie pronosticaba era encontrarse a dos exministros compartiendo escaño en el Grupo Mixto del Congreso de los Diputados. Nunca había ocurrido.
La entrada de José Luis Ábalos en la lista de diputados díscolos del resto de grupos parlamentarios tiene mucho que ver con la que hace dos meses protagonizó Ione Belarra. Ambos se sintieron ignorados por su grupo (el socialista en un caso y el de Sumar en otro), ambos se rebelaron contra los líderes de sus espacios (Pedro Sánchez y Yolanda Díaz) y ambos renunciaron a entregar el acta. Ahora se reencuentran.
Ábalos fue ministro de Fomento entre 2018 y 2021, aunque a partir de 2020 la cartera pasó a llamarse Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. En sus más de 40 años de militancia llegó a serlo todo en el PSOE: diputado, portavoz, secretario general en Valencia y secretario de Organización. Este martes le retiraron el carnet preventivamente al no abandonar el escaño.
Belarra, a su vez, fue ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 entre 2021 y 2023 y secretaria de Estado para la Agenda 2030 los dos años anteriores. Además, ha sido diputada por Podemos en todas las legislaturas a las que se presentó y de Sumar hasta el pasado mes de diciembre, cuando abandonó la coalición.
En ambos casos, el movimiento de pasarse al Grupo Mixto se trató casi de una vendetta contra los que antes hacían llamarse compañeros y que, de la noche a la mañana, pasaron a ignorarles y atacarles.
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El caso de Ábalos, reciente, tiene que ver con la presunta implicación de su hombre de confianza, Koldo García, en la operación Delorme que investiga la compraventa fraudulenta de 53 millones de euros en mascarillas. El exministro no aparece en ninguno de los papeles judiciales, pero su cercanía al principal investigado le valió la desaprobación del PSOE tanto en público como en privado.
Para Belarra, la revancha se venía cociendo desde antes del 23-J, en las que se vio obligada a aceptar un humillante acuerdo con Yolanda Díaz para ir juntas a las elecciones y tener alguna oportunidad de sumar suficientes diputados con los que competir con el bloque de la derecha. Una vez finiquitado el trabajo, el resto de la coalición la ignoró y le retiró prácticamente todas las competencias a Podemos.
Ábalos y el 'caso Koldo'
Koldo no figura por el momento como investigado en la causa que en estos momentos se instruye en la Audiencia Nacional a raíz de una querella de la Fiscalía Anticorrupción. Pero durante los años que ocupó la cartera ministerial otorgó un poder tal a Koldo García que se le ha considerado siempre su mano derecha, su hombre de máxima confianza.
De ahí que todos los focos le hayan apuntado directamente cuando su más fiel escudero ha sido arrestado en este caso de corrupción sobre adjudicaciones irregulares y presuntas comisiones millonarias por contratos a empresas amigas en lo más crudo de la pandemia.
[Koldo vivía en un piso propiedad de Ábalos en La Latina durante los años en que cobró comisiones]
Sin embargo, el contenido del sumario, el devenir de las indagaciones de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil y los interrogatorios que realice el titular del Juzgado Central de Instrucción Nº2, Ismael Moreno, a quienes ya figuran como investigados podrían terminar arrojando luz sobre cuánto sabía el exministro de las maniobras de su mano derecha.
Por el momento EL ESPAÑOL sí ha podido acreditar diversos hechos que señalarían la cercanía de Ábalos a Koldo y a sus actividades. Según figura en la querella del Ministerio Público, hay un fragmento del sumario en el que la Guardia Civil refleja una conversación en la que se señala que Koldo García —antiguo asesor y escolta de confianza de José Luis Ábalos— y "su exjefe" habrían "pedido un favor" en el contexto de una inspección fiscal de la Agencia Tributaria (AEAT) a la empresa Soluciones de Gestión SL, la firma beneficiaria de los contratos.
Esta conversación está protagonizada por Juan Carlos Cueto, al que se considera quien "realmente controla" la compañía en cuestión.
La transcripción literal de dicha charla es la siguiente: "Esto era un favor que le estaba pidiendo [Koldo]... Él y su exjefe. Y parece ser que el otro ha dicho que sí, porque le han dado otro favor a cambio".No es el único dato que acreditaría la afinidad y cercanía entre Ábalos y Koldo y los otros miembros de la trama. Juntos realizaron viajes a México y otros lugares del mundo. A algunos de los empresarios detenidos, como Víctor de Aldama, se les veía en alguna ocasión por el ministerio.
Según ha podido acreditar EL ESPAÑOL, Ábalos y su equipo cenaron con frecuencia en su restaurante. El hermano de este empresario, el policía Rubén de Aldama, fue esos años escolta de Ábalos y al terminar ese cometido acabó destinado en la embajada de Moscú cobrando 13.000 euros al mes. Ábalos y Koldo eran uña y carne, prácticamente inseparables.
Tanto que, como ha podido comprobar este diario, vivió en un piso propiedad de José Luis Ábalos en Madrid durante los años que fue su mano derecha y en los que se lucró con las comisiones de los contratos amañados de las mascarillas. Este dato acreditaría la cercanía y la afinidad entre el entonces ministro y su más fiel escudero, protagonista del gran escándalo de corrupción que en los últimos días ha mantenido en vilo al PSOE y a toda la vida