Pedro Sánchez en la reunión de la Ejecutiva Federal de este lunes para valorar los resultados del 12-M.

Pedro Sánchez en la reunión de la Ejecutiva Federal de este lunes para valorar los resultados del 12-M. Efe

Política ELECCIONES CATALANAS

El PSOE se crece ante las europeas: 'Un Gobierno del PSOE acabó con ETA y otro ha hundido al separatismo'

Para los socialistas, ahora carece incluso de sentido la manifestación que ha convocado el PP contra la amnistía en vísperas de la campaña europea.

13 mayo, 2024 15:02

El resultado de las elecciones en Cataluña ha llevado al Gobierno y al PSOE a la euforia indisimulada. Primero, porque Salvador Illa ha ganado claramente. Segundo, porque el independentismo se ha hundido hasta ser imposible que pueda gobernar en Cataluña. Doble objetivo conseguido.

Ministros y dirigentes socialistas explican que ese resultado sirve para que Pedro Sánchez pueda construir un relato potente, según el cual estaba justificado pactar con Junts y con ERC, y eran necesarias medidas como la Ley de Amnistía, que tanto han debilitado al PSOE en el resto de España.

Todo tenía un sentido y así lo pueden explicar en las elecciones europeas del 9 de junio, la nueva meta volante de la política española.

[Illa hunde al separatismo y refuerza la estrategia de Sánchez pero con la legislatura en el aire]

A esas elecciones europeas iba el PSOE con encuestas que hace unos meses indicaban ventajas a favor del PP superiores a 10 puntos, mientras que ahora los socialistas ven la luz porque pueden explicar lo que antes podía ser inexplicable. Entiende que ahora carece de sentido hasta la manifestación que ha convocado el PP contra la amnistía en vísperas de la campaña europea.

"El PSOE ya puede decir que con su Gobierno se acabó con ETA y ahora puede sostener que su estrategia ha acabado también con el procés independentista en Cataluña", asegura uno de los ministros. En los dos casos, añade, hubo rechazo de la derecha y un coste político y electoral para el Partido Socialista, pero, finalmente, ha tenido un efecto positivo.

A las europeas irán, además, sin que se resuelvan aún los pactos en Cataluña, es decir, irán con el triunfo de Illa y la derrota del independentismo, sin coste por posibles acuerdos para que gobierne el exministro de Sanidad.

Con el reconocimiento de Palestina, los buenos datos económicos y el refuerzo de la estrategia sobre Cataluña, los socialistas creen que pueden pelear esas elecciones con Teresa Ribera como cabeza de lista.

Si el resultado de las europeas es muy ajustado, Sánchez puede plantearse convocar elecciones generales para finales de año, con alguna garantía de poder pelear el resultado. 

Mantener la legislatura

Si la victoria del PP fuera mayor, puede también remodelar Gobierno y partido para afrontar una legislatura que sería distinta, con necesidad de los mismos apoyos, pero con socios mucho más debilitados.

En todo caso, las fuentes consultadas del Gobierno explican que hay tres factores para poder mantener la legislatura, con apoyo de Junts y ERC, y hasta para sacar los Presupuestos Generales del Estado para 2025: la aplicación de la Ley de Amnistía que sería menos complicada con Sánchez en la Moncloa; evitar un Gobierno del PP con Vox y el intenso debate interno en Junts y ERC, tras sus malos resultados.

Eso sí, ahora Junts y ERC saben que si pactan mejoras para Cataluña en los Presupuestos del Estado, quien lo gestiona y rentabiliza es Illa como president.

Cuentan con que la hipótesis más probable es que ERC deje finalmente gobernar a Salvador Illa en minoría, porque entienden que el partido de Oriol Junqueras no puede permitirse una repetición electoral. No le dan ninguna credibilidad a la intención de Puigdemont de intentar presentarse a una investidura, porque carece de apoyos para hacerlo.

Los socialistas ven imposible que pueda salir adelante la investidura de Puigdemont y atribuyen su anuncio a un intento por seguir haciéndose presente. Sospechan que el expresident pueda querer provocar una repetición electoral para prolongar su supervivencia política.

Cuentan también con que Junts y ERC entrarán en procesos de debate interno muy duros, en los que se replantearán su estrategia secesionista y también la que tiene que ver con los acuerdos con el Gobierno central. En ERC ya ha empezado con la renuncia de Pere Aragonès.

En el caso de Junts, perder el Gobierno de la Generalitat supone que Carles Puigdemont tenga que cumplir su palabra y abandonar la política, lo que abre un debate en ese espacio, con opciones de que se impongan los que pueden caracterizarse como procedentes de la Convergència pactista y moderada.

Por cierto que si eso fuera así, puede ser una ventaja también para el PP, porque Alberto Núñez Feijóo podría tener posibilidad de pactar con ese nacionalismo moderado, como lo hizo José María Aznar en 1996.