Yolanda Díaz recurre a su eslogan escatológico para evitar que Sánchez se coma a sus votantes

Sumar vuelve a recurrir al A la mierda, el escatológico eslogan que ha adoptado para la campaña de las elecciones europeas del 9-J, para tratar de frenar la sangría de votantes hacia el PSOE como revelan la mayor parte de las encuestas de los últimos días.

La estrategia de Pedro Sánchez de polarizar la campaña presentándose como el único muro de contención posible ante el avance de la derecha y la extrema derecha le está pasando factura a la formación de Yolanda Díaz. Según el promedio de encuestas, Sumar ha ido arrastrando una tendencia a la baja a medida que avanzaba el mes de mayo y la campaña electoral, pasando de horquillas de entre el 9,5% y el 6,4% de los votos hasta colocarse en un promedio del 6,1%, lo que se traduciría en cuatro escaños.

Por ello, la formación de Yolanda Díaz no ha dejado escapar la oportunidad de contestar a la segunda carta a la ciudadanía de Sánchez, publicada este martes horas después de que el juez citara a Begoña Gómez a declarar el 5 de julio como investigada por tráfico de influencias y corrupción en negocios. "Pedro, tío" es el mensaje con el que Sumar ha reaccionado a esta nueva misiva junto a una imagen con el texto "Mándales a la" seguido de una palabra pixelada que se deduce que es "mierda".

La propia Yolanda Díaz ha reprochado este martes al presidente del Gobierno que el combate ante situaciones de lawfare, como las que él denuncia en su misiva, "no va de cartas", dado que a la "derecha se le para con hechos". Por ello, le ha instado a "gobernar más y mejor" mediante el despliegue de avances sociales.

"Gobernando más y mejor. Subiendo salarios, bajando alquileres, creando una prestación por crianza y reduciendo la jornada laboral. Este es el camino", ha detallado la vicepresidenta segunda en un mensaje en su cuenta de X.

En el mismo sentido, el portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, ha señalado, en alusión a las críticas de Sánchez sobre una deriva reaccionaria empeñada en quebrar su voluntad y lograr que dimita: "Lo hacen porque pueden". "Se trata de democratizar el Estado, no de arañar unos votos por carta", ha reprochado.

Un micrófono abierto, origen del eslogan

El eslogan de A la mierda fue acuñado de manera casi involuntaria por la ministra de Trabajo y Sumar después de que el pasado 29 de mayo un micrófono abierto la cazara en el pleno del Congreso dirigiendo estas palabras al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, al final de una intervención de Pedro Sánchez. El PP denunció esta expresión en sus redes sociales, exigió que pidiera disculpas e incluso sugirió su dimisión.

Lejos de eso, la vicepresidenta segunda se reafirmó en sus palabras, haciendo de ellas el eslogan de su campaña. "Sí, a la mierda. Ya está bien, basta de mentiras", clamó el pasado sábado en un mitin junto a la cabeza de lista de Sumar a las europeas, Estrella Galán, en el parque Lorenzo Azofra de Getafe (Madrid).

La dirigente de Sumar explicó que durante esta campaña se ha demostrado que "no hay diferencias" entre el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y el de Vox, José Abascal, y que ambos "se pusieron muy nerviosos" cuando un micrófono captó que ella dijo "a la mierda" en el Congreso.

Díaz criticó que Feijóo se quejara de eso cuando "no para de mentir" y además desde la bancada de la derecha se profirieron insultos racistas al diputado de los comuns Gerardo Pisarello, y ha añadido: "¿Sabéis qué os digo? Que ya está bien, que a la mierda, que vamos a gobernar mejor".

Ese mismo día, Sumar desplegó una gran pancarta en la calle Montera de Madrid en la que pide el voto en las elecciones europeas del 9 de junio animando a "mandar a la mierda" a los partidos de la derecha.

Sumar pide el voto para "mandarles a la mierda" con una gran lona en la calle Montera. Sumar

"Ya sabes adónde puedes mandarles este 9 de junio en las elecciones europeas. Y con qué voto hacerlo. El próximo domingo, vota Sumar. Disfruta las vacaciones", escribió el partido de Yolanda Díaz en un mensaje en X, en el que también recordaba a los votantes su promesa de "reducir la jornada laboral sin reducción salarial".