La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, durante su visita este jueves a los proyectos de vivienda y regeneración urbana del barrio de Txonta (Eibar).

La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, durante su visita este jueves a los proyectos de vivienda y regeneración urbana del barrio de Txonta (Eibar). Javier Etxezarreta EFE

Política VIVIENDA

Los 184.000 pisos que no llegan: el Gobierno cumple un año sin poner al día los datos de vivienda pública

La ministra se reunirá esta semana con las CCAA para preparar el siguiente Plan Estatal. Sólo 47.209 de las viviendas prometidas están firmadas.

8 julio, 2024 02:51

De los 184.000 pisos en alquiler social que Pedro Sánchez prometió durante las campañas electorales de 2023, el Gobierno dice haber puesto en marcha más de 80.000. Al menos, es lo que lleva varias semanas repitiendo la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez. A pesar de ello, los datos oficiales rebajan la cifra a 67.729 pisos en los que se ha iniciado algún trámite (como la cesión de suelo); de ellos, sólo 47.209 están ya firmados.

En los primeros meses de legislatura, el Gobierno movilizó cerca del 43% de las viviendas prometidas, pero desde entonces lleva un año con el freno de mano puesto. El Plan de Vivienda en Alquiler Asequible (PVAA) cumplirá este 31 de julio un año desde su última actualización, el mismo día que fue publicado por el ministerio.

La idea inicial, tal y como han repetido en multitud de ocasiones, es ampliar el parque público de viviendas (actualmente, cerca del 2%) y acercarlo a la media europea, que ronda el 9%. Todo esto en cuatro años. De ahí nacieron las 184.000 prometidas entre abril y mayo de 2023, 50.000 de ellas procedentes de la Sareb y 11.000 del Fondo Social. 

Las más de 123.000 viviendas restantes se distribuyen en varios conceptos, siempre según el ministerio. Alrededor de 43.000 se incluirán en una línea de préstamos ICO; 36.000 pertenecen a terrenos que cederá para construcción la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes); 20.000 partirán de los fondos europeos; 14.234 nacen del Plan Estatal; y 9.849 de convenios con entidades locales. 

Según Sánchez, aumentar el alquiler social y asequible podría revertir la subida de precios con más ofertas en el mercado, por un lado, y paliar las burbujas de las zonas tensionadas que no se acojan a la Ley de Vivienda.

En cualquier caso, y aunque el Gobierno se pusiese manos a la obra estos días, las primeras casas no terminarían hasta mediados de 2026, ya sea por la promoción de pisos de nueva construcción o por la rehabilitación de edificios no destinados actualmente a vivienda, sobre terrenos de titularidad pública.

Papel de las CCAA

La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, lleva desde el pasado mes de abril incrementando las cifras de pisos presuntamente en construcción o tramitados. En aquel momento, en plena campaña de las elecciones vascas, mencionó que ya estaban cerca de superar las 80.000, una cifra que sigue utilizando a día de hoy. 

Sin embargo, los datos oficiales sólo hablan de 43.318 "viviendas en alquiler social o asequible firmadas y/o en desarrollo", la mitad, y no sufren el más mínimo cambio desde el 31 de julio de 2023. La idea, aseguran en el ministerio, es reunirse esta semana con las comunidades autónomas para analizar cómo se han desarrollado los Planes Estatales y empezar a trabajar "inmediatamente" en el siguiente. 

"Le quiero dar una visión completamente distinta", aseguró Rodríguez esta semana sobre el nuevo Plan de Vivienda 2025-2029 durante una reunión con el consejero de Obras Públicas, Vivienda y Movilidad del Gobierno de Canarias, Pablo Rodríguez Valido.

Reformular la ley

El Gobierno, algo más de un año después de la entrada en vigor de la norma, pondrá coto a la picaresca de todos aquellos propietarios que se abonaron al alquiler de temporada para beneficiarse de los resquicios de la norma. El motivo es que la ley, en su primera versión, no contemplaba este tipo de alquileres, que no se destinan a satisfacer una necesidad permanente sino que sirven de alojamiento esporádico.

Se rigen por la voluntad de las partes, la Ley de Arrendamientos Urbanos y el Código Civil. Es decir: estos alquileres no se ven afectados, entre otros aspectos, por las limitaciones en las actualizaciones de la renta o las prórrogas extraordinarias del contrato.

Este resquicio, del que han venido avisando durante este tiempo los principales centros de estudio, ha tenido un efecto notorio sobre el mercado: el número de alquileres no regulados por la Ley de Vivienda se ha disparado un 56% desde que se aprobase la norma. El Gobierno ya ha dicho que corregirá esta situación después de verano, en lo que supone el primer parche a la norma.

A partir de ahora, para firmar un contrato de temporada, se deberá justificar la causa por la que se firma el mismo, especificando la causalidad que da pie a la rúbrica. Por el momento, el Gobierno no ha detallado qué causas permitirán firmar este tipo de contratos, aunque se presupone que los motivos serán tales como estudios, una excedencia, etc.