Isabel García y la ministra de Igualdad, Ana Redondo, en un evento el pasado mes de febrero.

Isabel García y la ministra de Igualdad, Ana Redondo, en un evento el pasado mes de febrero. Gustavo Valiente Europa Press

Política CASO PUNTOS VIOLETA

Isabel García, dolida con el PSOE, sopesa su dimisión: la ministra de Igualdad se resiste a cesarla

Según su entorno, tomará la decisión pensando en "su familia, su salud y en las siglas del partido"; pero no en "una dirección que la ha abandonado". 

21 julio, 2024 02:37
Fernando Garea Diego Rodríguez Veiga

La directora del Instituto de las Mujeres, Isabel García, está ahora mismo sopesando si dimitir del cargo. Fuentes de su entorno aseguran a EL ESPAÑOL que está muy dolida con la dirección de su partido, el PSOE, por no haberla defendido expresamente y anuncian que tomará la decisión sobre su futuro "en las próximas horas o días".

Según las citadas fuentes, tomará la decisión "pensando en su familia, en su salud y en las siglas del partido; pero no lo hará pensando en una dirección que la ha abandonado".

Continuar o no en el cargo parece estar de momento en su mano. Según fuentes de Moncloa, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, está frenando la destitución de García y se resiste a cesarla. Esto ha provocado sorpresa en una parte del Gobierno y del propio PSOE, donde algunos creen que debería abandonar el cargo para evitar que la polémica siga dañando la imagen del Ministerio.

EL ESPAÑOL ha publicado esta semana una serie de informaciones según las cuales Isabel García y su pareja han recibido al menos 64 contratos de ayuntamientos gobernados por el PSOE para gestionar Puntos Violeta contra la violencia de género y para actividades de igualdad y feminismo. Por ello han facturado alrededor de 250.000 euros.

Este diario también informó de que García utilizó a una directiva de la Real Federación Española de Fútbol para presentarse a varios concursos. Dicha directiva, María Tato, denunció ante la Policía Judicial que había utilizado la identidad de su empresa sin permiso.

Isabel García, por su parte, mantiene en todo momento que no fueron 64 contratos, sino menos, y defiende que en ningún caso ha cometido una ilegalidad.

La tarde del pasado miércoles, poco después de conocerse la primera noticia de este caso, la ministra Ana Redondo se reunió con ella para pedirle que aclarara la situación. Según fuentes de Moncloa, la directora del Instituto de las Mujeres acudió con una serie de documentos para defender su postura, se mostró muy enfadada con la situación y anunció que iba a emprender acciones legales para defender su honorabilidad.

El resto de la semana, mientras iban saliendo otras noticias sobre su caso, García y Redondo han estado manteniendo conversaciones habituales y la ministra sigue sin destituirla. En el Ministerio de Igualdad desconocen si la ministra tomará una decisión en la próxima semana. Tampoco hay indicios de que lo vaya a hacer.

En declaraciones públicas, Redondo dijo que "hay que darle tiempo para que se explique" y que ofrezca la información requerida. "Hay que confiar en las personas y darles el tiempo que merecen para que puedan explicarse", aseguró el jueves ante los medios.

"Ella dijo que cumplió rigurosamente con las reglas de incompatibilidades y que consultó a la Oficina de Conflictos de Intereses y que hizo lo que esta Oficina le dijo", añadió la ministra. Sin embargo, sus palabras tampoco son un apoyo explícito y, desde el pasado miércoles, ningún ministro ni dirigente socialista ha apoyado públicamente a Isabel García.

"Disgustada" con el PSOE

A pesar del hermetismo en Igualdad, en los cuadros intermedios del PSOE sí que hay cierto descontento con la figura de Isabel García. Consideran que, ilegal o no, lo que hizo daña la imagen del Gobierno y del Ministerio y que mantenerla en el cargo juega en contra de los intereses del partido.

García, a fin de cuentas, es una figura polémica incluso dentro de las filas socialistas. Cuando llegó a la dirección del Instituto de las Mujeres, el pasado mes de diciembre, se la acusó de tránsfoba por haber dicho que "las mujeres trans no existen" y este tipo de comentarios soliviantó a parte del partido. Aunque las principales críticas por este motivo le llegaron desde Sumar y Podemos.

Cabe recordar que la pasada legislatura el PSOE vivió un cisma interno con dos sectores enfrentados, que se materializó esencialmente durante la tramitación de la Ley Trans de Irene Montero. Por un lado, está el sector que se podría llamar LGTBI y. por otro, el de las feministas clásicas. Este último está liderado por Carmen Calvo y a él pertenece Isabel García.

Dirigentes de Sumar y Podemos ya criticaron el nombramiento de Isabel García al frente del Instituto de las Mujeres el pasado mes de diciembre y ahora exigen su destitución. La primera en pronunciarse fue la exministra de Igualdad Irene Montero, quien recurriendo a la ironía dijo que "queda claro que el PSOE quería 'recuperar' el Ministerio de Igualdad para hacer políticas feministas" y pidió que García fuera "cesada".

Según el entorno de la directora del Instituto de las Mujeres, "está disgustada con el partido y con la dirección del partido porque no le ha trasladado su apoyo, ni ahora ni en diciembre, cuando fue atacada". Le duele, especialmente, porque se implicó "desde el minuto cero" con la actual dirección y desde la llegada de Pedro Sánchez a la secretaría general del PSOE.

Cuenta su entorno que está convencida de que no ha cometido ninguna ilegalidad y que, cuando se disipe la tormenta, emprenderá una defensa judicial contra quienes han atacado su honor. Sin embargo, a pesar de la convicción, no se encuentra bien ni de ánimo ni de salud. Es por eso por lo que se está tomando una suerte de periodo de reflexión para decidir qué hacer y lo anunciará en breve.