Íñigo Errejón, en su despacho del Congreso de los Diputados.

Íñigo Errejón, en su despacho del Congreso de los Diputados. Javier Carbajal.

Política Hablando sobre España

Errejón: "Isabel García no puede seguir, pone en riesgo la defensa de la igualdad y el feminismo"

  • "Lo que ha hecho Begoña Gómez lo hace todo el mundo en la universidad, y ya no digamos en la empresa privada".
  • "La medida del PSOE contra el porno no tiene ni pies ni cabeza, es muy mala: la respuesta a todo no es prohibir".
  • "Puigdemont es alguien que fue leal al mandato que había recibido: ahora podrá volver a su país gracias a la Ley de Amnistía".
21 julio, 2024 02:37

Íñigo Errejón anda acabándose la última novela de su buen amigo Juan Manuel de Prada. "Es un poco placer culpable. Me quedan 15 páginas y estoy en ese momento de vicio. De Prada es un erudito. Buena parte de su humanismo le viene por el catolicismo… aunque luego, políticamente, estamos muy lejos en muchas cosas".

En su bodegón sentimental, Apóstoles y asesinos, de Antonio Soler, un libro sobre la vida de Salvador Seguí. "Es una especie de western ambientado en la Barcelona de los años 20. Describe los enfrentamientos entre sindicatos con los pistoleros de la patronal. Seguí es un héroe. Sin él, no trabajaríamos hoy ocho horas".

Y una película: En el nombre del hijo, acerca de la huelga de hambre del 71 que se convirtió en un pulso entre los prisioneros irlandeses y la primera ministra Margaret Thatcher.

El portavoz de Sumar, cráneo privilegiado, ha cumplido 40. Celebra que al menos la playa siga siendo gratis: eso, dice, es un trocito de socialismo.

De niño admiraba a los jugadores del Real Madrid. De adolescente, a Durruti. Y ahora "valoro a los mismos, pero más a la gente que no hace grandes epopeyas porque no ha nacido quizá en un gran momento histórico… pero aguanta y hace la vida mejor a los que tiene al lado". 

Entrevista a Íñigo Errejón Imagen: Jose Verdugo Edición: Sara Fernández

En su despacho hay una estatuilla de Marx. Vive de alquiler, paga "mil y pico" con gastos, y en breve tendrá que comprarse una casa. "Me hipotecaré". Claro. Cuenta que compra libros compulsivamente sabiendo que no tendrá tiempo de leerlos, sólo por el placer de amasarlos como objeto de culto. Ese es su lujillo.

Ya sabe que lo único que es radicalmente gratis en esta vida es el amor. "Es justo lo que no tiene recompensa, y da igual. Cuando te enamoras, tienes la necesidad de decirlo sin esperar nada a cambio: como cuando contemplas un paisaje hermoso, o una obra de arte. Tienes ganas de contárselo al mundo, aunque no le vaya a llegar al autor. Es un puro acto de emoción, quizá lo único que nos quede puramente altruista. Ya no creo en el amor como arrebato, sino como admiración".

¿Qué significa ser hoy de izquierdas? ¿En España existe realmente algún partido que ejerza de izquierda, o todo le es ya tibio?

Creo que hoy ser de izquierdas significa pelear para que, con todos los instrumentos posibles a nuestro alcance (la organización vecinal, la acción sindical, la organización juvenil, las instituciones, las leyes, la calidad de las ideas y los libros, los medios de comunicación…) se equilibre la balanza entre aquellos que nacen con la vida regalada y aquellos que nacen con la vida cuesta arriba.

¿Qué es eso? Pues el derecho a dormir bien, a tener tiempo para ti y para los tuyos; el derecho a sonreír; el derecho a que la vida sea hermosa y que eso no sea un privilegio de cuna, sino que esté lo más democratizado posible. Así que hoy ser de izquierdas en España es luchar para equilibrar una balanza que está marcadamente desequilibrada.

Errejón, en las instalaciones de los grupos parlamentarios del Congreso.

Errejón, en las instalaciones de los grupos parlamentarios del Congreso. Javier Carbajal.

¿No sucede que por no dar, la izquierda ya no da ni miedo? Pienso en cuando Carmena se reunió con los empresarios del IBEX y les dijo "tranquilos, chicos, no soy comunista".

Dar miedo es un efecto secundario que no me preocupa, pero no es el objetivo. Quiero decir: la patronal ahora mismo está en pie de guerra contra la posibilidad de que podamos liberar tiempo de vida para que la gente trabaje un poco menos y cobre lo mismo.

Hasta internet está lleno de vídeos de gente que te dice cómo ser rico para poder dejar de trabajar. El neoliberalismo acepta que todos queremos trabajar menos y vivir vidas con más tiempo para nosotros, lo que no aceptan es que la salida de eso sea colectiva. 

¿Es más radical ahora que cuando estaba en la Complutense, o al revés?

Mis valores siguen siendo los mismos, pero el ámbito en el que peleo claramente me obliga a la moderación. No es lo que yo desearía. Pero cuando tú representas al 10% del hemiciclo, te haces cargo de que tus fichas valen un 10%. 

¿De quién es la responsabilidad de que ser de izquierdas ya no resulte sexy? Antes parecía emancipador, rebelde, propio del pensamiento crítico… y ahora resulta trasnochado, aburrido, tratador. ¿Será verdad que la última vez que la izquierda fue sexy, sexy, para nuestras madres o nuestras abuelas, fue con Felipe González y la pana?

No, hombre… yo creo que ha habido más. Hace una década, digamos, con el ciclo del 15-M y el primer Podemos, el 8-M o el 1-O se pusieron ideas igualitaristas y democráticas a la vanguardia. De esto hace tan sólo (y tanto como) una década. Ahora bien, tu pregunta me parece crucial: ¿por qué pasa esto?

Se me ocurren tres razones: una, esto tiene un punto pendular y cada generación nace un poco contestando a la anterior. Esta generación nace contestando a la mía, y contesta a lo último que le pareció pujante o que estaba de moda.

Segunda razón: se ha extendido la idea de que no hay futuro, y eso ya no es un lema punk, es un lema reaccionario. Eso facilita un pensamiento nihilista y nada transformador. Como no hay futuro, no vale la pena cuidar de nada.

Y la tercera idea que daría es que cuando hay que votar, cuando se abren las urnas, la derecha sólo le tiene que pedir a la gente que se comporte como ya se comporta en el mercado, en el día a día, en ese mercado que ha colonizado todos los aspectos de la vida cotidiana.

Igual que tú te comportas en la autopista, que si puedes no dejas pasar al que viene; igual que tú te comportas en una app de ligues en la que pasas a la gente como si fuera mercancía; igual que te comportas en el trabajo, donde no sabes cuánto tiempo durarás, así que pasas de meterte en rollos de afiliarte a un sindicato… Pues cuando se abren las unas, la derecha te dice: "¿A que la vida es así? Mete en la urna la papeleta que refleja cómo te comportas en la vida cotidiana". El reto de la izquierda es recuperar el sex appeal y producir ejemplos de que la vida puede ser de otra forma.

Errejón, en un momento de la entrevista.

Errejón, en un momento de la entrevista. Javier Carbajal.

¿La izquierda podría ser menos regañona?

Sí, pero si lo que sucede siempre es que el mercado crea realidad y tú vas detrás imponiéndole una tasa o una regulación, bueno, pues efectivamente parece que hay alguien que crea vida (el mercado) y que hay alguien que va detrás diciendo "bueno, la tasa".

Se trata de demostrar que hay muchas otras interacciones sociales que crean vida: literalmente la mitad de nuestra vida se la debemos a cuidados que no están mercantilizados, que no están pagados, y que tienen que ver con nuestras abuelas, nuestras madres, o nuestros amigos o amigas. Eso sostiene la vida.

¿Es el PSOE un aliado para usted o un monstruo fagocitador de todo lo que está a su izquierda?  

El PSOE está en una encrucijada histórica. El PSOE es un aliado circunstancial, porque el PSOE es aliado a su pesar: lo es porque no ha tenido más remedio.

También usted es su aliado porque no ha tenido más remedio.

Bueno, esto es la política. Uno encuentra alianzas… pero aquí hemos sacado cosas. Gobernamos juntos. Sólo gracias a que gobernamos juntos, en España se sube el salario mínimo. Y vamos a derogar la Ley Mordaza. O se reduce la jornada laboral o se van a incluir en la sanidad pública las gafas o la salud bucodental. En España alguien como Le Pen no está en la vicepresidencia del Gobierno sólo gracias a que gobernamos juntos. Es un avance. 

Pero hay cosas en las que aún no hemos convencido al Partido Socialista. Creo que el PSOE tiene en algunos momentos la tentación de volver al 78, de volver a ese orden político, pero cada vez que lo intenta, el PP le demuestra que no está en esas, que con el PP ya no tiene 78 al que regresar. La derecha y la extrema derecha en España dan el sistema del 78 por amortizado. 

"Sánchez, para ser presidente, ha tenido que pactar con nosotros y hacer cosas que dijo que jamás haría, como la amnistía"

¿Cree que Sánchez se comió el viejo discurso original de Iglesias? Ahora usa palabras como "fachosfera" o "máquina del fango". Se ha expandido por toda la izquierda usando una terminología que sería original de Podemos.

Hay dos cosas. Una es que el PSOE por primera vez ha experimentado en carne propia lo que en este país le lleva pasando a las izquierdas, a los movimientos sociales o a los independentistas desde hace muchísimo tiempo. Cuando molestas, te combaten por medios no democráticos.

Entonces, si está molestando, no está tan en el 78.

Claro, pero a su pesar. Sánchez, para ser presidente, tuvo que pactar fuera del perímetro ideológico tradicional del PSOE. Tuvo que pactar con nosotros o ha tenido que pactar una cosa que dijo que jamás haría, como es la amnistía, y la ha tenido que pactar con fuerzas soberanistas vascas y catalanas. Y nosotros la hemos defendido siempre, no para que hubiera investidura, sino porque es justa, porque yo como español no quiero vivir en un país en el que alguien pueda entrar en prisión por haber puesto unas urnas.

Yo me alegro de haber sacado al PSOE de su perímetro. Pero la hegemonía tiene una condición paradójica, que es que cuando eres exitoso en algunas ideas, ese lenguaje, esas palabras, las escuchas en boca de otros: eso significa que esas ideas triunfan… pero no siempre te reconocen la autoría.

¿Cómo de reprochable le parece el 'caso Begoña'? Aunque no sea un ilícito penal, ¿le parece ético, pulcro, que firme cartas de recomendación para concursos públicos?

No lo he seguido mucho. Por lo que tengo entendido, son cartas que tienen que ver con un máster universitario y es una práctica que hace todo el mundo en la universidad, y ya no digamos en la empresa privada.

Errejón destaca de Sánchez su resistencia y perseverancia.

Errejón destaca de Sánchez su "resistencia" y "perseverancia". Carbajal.

Bueno: que se haya hecho siempre no quiere decir que esté bien hecho. Y justamente la izquierda viene a contradecir lo que se ha hecho siempre y está mal hecho. Esa es mi pregunta: ¿le parece ético?

Yo creo que si no fuera la mujer del presidente del Gobierno, un grupúsculo de extrema derecha como Manos Limpias, que ha tenido problemas con la Justicia, no se dedicaría a denunciarla. Tengo la sensación de que acabará en nada, pero es que estas denuncias no se meten para eso.

Cuando la extrema derecha montó todo el caso contra Mónica Oltra, ¿qué buscaba? Buscaba inhabilitarla políticamente. Lo han logrado y resulta que no hay nada. Ahora lo han vuelto a abrir, se volverá a cerrar… pero la consiguieron quitar de la carrera política.

Pero no hablamos de legalidad, sino de estética. Y sabemos que la estética es importante.

Sí, pero yo creo que en este caso lo que hay es una batalla política. Y eso es porque en este país hay dos tipos de gobierno: cuando las urnas dan la razón a la derecha, gobiernan y ya está. Pero cuando las urnas dan la razón a la izquierda, nos tenemos que comportar como si fuéramos inquilinos en un edificio ajeno.

Llevémoslo a lo personal: ¿qué haría si su pareja tuviese un comportamiento similar al de Begoña y se aprovechase de eso, de ser su pareja, para tener privilegios? ¿Dimitiría? ¿Cómo se reacciona cuando lo público se mezcla con lo privado?

No conozco el caso en detalle, no es una pregunta que me toque a mí. La pregunta que para mí es pertinente es cuál es la calificación política de la cuestión, y para mí es que el PSOE está descubriendo en sus propias carnes lo que desde hace mucho tiempo padecen los movimientos sociales.

Hay aparatos del Estado que funcionan sistemáticamente en favor de algunos, por eso el Partido Popular no los suelta.

¿Sumar va a seguir cerrando filas en el 'caso de Begoña'? Ahora también la Universidad Complutense señala a la mujer del presidente y un socio habitual del Gobierno como el PNV acaba de cuestionar la "ética" de sus actividades.

Nosotros siempre hemos manifestado nuestro respeto a los procesos judiciales. Ahora bien, no puede olvidarse de dónde ha partido la denuncia en este caso, de un pseudo sindicato de extrema derecha cuya única finalidad es interponer querellas y denuncias, que acaban siendo archivadas, pero que logran su objetivo político y mediático: embarrar y sembrar dudas sobre la credibilidad y honorabilidad de las personas acusadas. Y con esto se va desacreditando y deslegitimando la política y las instituciones democráticas.

¿Qué es lo que más admira de Sánchez y lo que más detesta?

No sé si admirar o detestar, pero pondría mucho en valor la resistencia y la perseverancia. Y no es que deteste, pero el PSOE tiene que convencerse de que sin democratizar a fondo el Estado y el reparto de la riqueza en España, siempre las izquierdas vivimos de prestado en nuestro país. Desearía que tuviera las orejas más abiertas.

¿Creyó al presidente Sánchez cuándo anunció que se tomaba cinco días para reflexionar sobre su dimisión a raíz de las investigaciones a su mujer? ¿Le cree ahora cuando anuncia medidas para el control de medios de comunicación justo cuando esas investigaciones siguen avanzando? 

Ya lo dijimos en su momento, nosotros compartimos la preocupación y la necesidad de un punto y aparte, pero también dijimos que ese punto y aparte había que dotarlo de contenido.

En Sumar hablamos de democratización del Estado y no de regeneración democrática, porque creemos que no se trata de llevar a cabo retoques que solucionen problemas concretos o situaciones coyunturales, sino que es necesaria una democratización del Estado para revertir un proceso de oligarquización creciente.

En España existe un masivo desequilibrio en el poder mediático, económico y en los aparatos del Estado que ha jugado y juega siempre a favor de los sectores conservadores.

¿Qué medidas propone?   

Para Sumar, las medidas de democratización pasan, en primer lugar, por ampliar libertades, por derogar todas aquellas leyes hechas para que la ciudadanía tenga miedo a protestar, a organizarse y a expresarse libremente. No puede ser que chavales antifascistas, sindicalistas o artistas entren en prisión por sus ideas, por cierto, siempre de un lado.

En segundo lugar, necesitamos democratizar el acceso a las altas magistraturas del Estado. Necesitamos que gente de procedencias geográficas y de clase diferentes lleguen a las altas magistraturas del Estado para que estas se parezcan un poquito más a la sociedad y no a sus élites.

Y, en tercer lugar, hay que repartir el poder económico y social. No es verdad que haya libertad política, igualdad política en un país en el que hay mucha desigualdad social y económica.

Y con respecto a los medios de comunicación, nosotros creemos, por un lado, que este es un asunto que hay que abordar con los y las profesionales de los medios.

¿Qué tiene de inspirador Alvise para haber recogido 800.000 votos?

En tiempos de incertidumbre es más fácil dirigir el malestar contra los más débiles. Eso es de cobardes, pero es fácil. El malestar… no contra los fondos buitres, que te están echando de casa o que te suben el precio del alquiler; no contra los grandes poderes financieros, no contra quienes no pagan las horas extras… sino contra los débiles y los migrantes. Redirigen el malestar masculino de época contra el feminismo, o en el sentido más racista… y es fácil, porque son las ideas que están ancladas desde hace mucho tiempo.

Libros en la estantería del despacho de Errejón.

Libros en la estantería del despacho de Errejón. Javier Carbajal.

¿Y Ayuso, qué tiene cuando la bendicen? ¿A qué achaca su hegemonía en Madrid?

Esto sí tiene algo más de estructural. Mira: ¿por qué Madrid se diferencia de la mayoría de las capitales europeas? La mayor parte de las capitales europeas votan a la izquierda de la media nacional. París vota muy a la izquierda de Francia. Roma vota levemente a la izquierda de Italia. Londres vota a la izquierda de Reino Unido y Madrid… vota muchos grados a la derecha. ¿Por qué? ¿Por qué el fenómeno Madrid? De alguna manera se está generando un distrito federal en el que el modelo económico cierra porque lo paga el resto de España.

La derecha puede en Madrid perdonarle los impuestos a los millonarios sin que eso la gente lo note muy directamente porque, ¿quién está pagando eso? Eso lo paga el efecto capitalidad: que tenemos a una buena parte de los funcionarios concentrados aquí y gastando aquí y viviendo aquí; que una buena parte de las comunicaciones siempre pasan por Madrid, que es más fácil para las grandes empresas instalarse aquí… ¡lo está pagando la España vaciada!

"En Madrid, la gente que no tiene dinero no tiene dónde estar... Tú arrasas los servicios públicos, y como los arrasas y son malos, expulsas a la clase media de los servicios públicos"

Hay algo más, algo que es personalista. ¿Qué encuentra en ella?

No, no creo que haya fenómeno Ayuso. ¿Por qué antes decían que había fenómeno Cifuentes y antes fenómeno Ignacio González…? Ayuso llevaba la cuenta de un perro en Twitter. No creo que sea tanto… digo, ella lo hace con un poco más como de descaro, ante la duda, insulta y sale embistiendo, pero no creo que sea tanto el tema como que es una cosa cultural.

Hay una cosa chulapa en ella que a la gente le cae bien.

Lo mismo decían de Esperanza Aguirre. Es estructural lo que se está consiguiendo en Madrid. La derecha lleva más de un cuarto de siglo, como tres décadas, gobernando en Madrid. Eso construye una forma de ser de Madrid y de vivir en Madrid. Sin espacios verdes, por ejemplo, sin zonas comunitarias ni gratuitas. La gente que no tiene dinero no tiene dónde estar.

Eso es un modelo antropológico de cómo comportarse en la ciudad. Esto se complementa con una cosa: tú arrasas los servicios públicos, y como los arrasas y son malos, expulsas a la clase media de los servicios públicos, libras una guerra brutal para que la clase media saque a sus hijos de la escuela pública, libras una guerra brutal para que la clase media se saque seguros privados de salud… y una vez que lo han hecho, les dices: "¿Tú para qué vas a pagar impuestos? Si tú no usas los servicios públicos". Pero es que primero les has echado de los servicios públicos.

O sea, que están engañando a la gente, quiere decir.

No, no, no. Tienen un modelo de sociedad. La gente, cuando tiene buenos servicios públicos, los usa y los disfruta. Pero primero te los tienes que cargar: tienes que hacer, como en Madrid, que no haya médicos de Atención Primaria por las tardes, que no haya pediatras… así que todo el que se lo pueda pagar, coño, pues le entra una angustia…

¿Por qué Yolanda Díaz no para de perder votantes? ¿Cuál es la crítica que tiene que hacerse la izquierda a sí misma?

Bueno, creo que cuando nosotros gobernamos para poder extender derechos, la gente reconoce al Sumar por el que votó el año pasado. Creo que cuando mejoramos la vida de la gente, y damos también una batalla de ideas, la gente nos reconoce. Pero cuando Sumar empieza a hablar de cosas que son necesarias pero que a mí me parecen particularmente aburridas, cosas de partido… encajes, de tú, de yo… creo que eso genera una cierta distancia.

Creo también, y te voy a ser súper honesto, que este año de Gobierno al ralentí, de muy baja intensidad, a nosotros nos perjudica particularmente. Porque nosotros tenemos que explicar permanentemente por qué estamos en un Gobierno con el que compartimos buena parte de las cosas pero no compartimos todo. ¿Cómo lo explicamos? Con hechos, es decir, cuando el Gobierno legisla, y este año hemos legislado muy poco. 

El portavoz de Sumar nació en Madrid hace 40 años.

El portavoz de Sumar nació en Madrid hace 40 años. Carbajal.

¿Sabe lo que es el principio de Peter? Se da cuando alguien es muy brillante en un puesto y tienden a promocionarle hacia arriba, y, sin embargo, en la jefatura ya no es tan bueno… ¿es el caso de Yolanda?  

Bueno, no. Yo creo que en lo fundamental Yolanda es la vicepresidenta del Gobierno de España y cuando el Gobierno de España avanza menos de lo que nos gustaría, eso nos pasa factura a todos.

Miguel Frontera, acusado de acosar a Pablo Iglesias y Montero en su chalé, ha sido absuelto hace poco. El Tribunal dice que eso era un "escrache". A la vez, Ayuso quiere sancionar los escraches. Las tornas han cambiado. ¿Está a favor de ilegalizar los escraches? ¿Hasta dónde debe llegar, llega y llegó el "jarabe democrático"?

Primero: un escrache es una protesta que le explica a alguien que está en contra de una medida que ha tomado. Cuando el acoso a la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero, no están protestando por ninguna medida, están protestando por su mera existencia.

Yo he participado en protestas: como en el no a la guerra, o contra los desahucios. Es algo radicalmente diferente. Yo defiendo el derecho a la protesta democrática y a que la gente lo siga haciendo. A mí me ha pasado, a mí me han protestado muchas veces y yo no he denunciado a nadie.

Primer plano de Íñigo Errejón.

Primer plano de Íñigo Errejón. Carbajal.

¿Existe un problema de "jueces fachas"?

Creemos que tenemos un problema de doble vara de medir judicial.

Cuando un partido dice que no es escrache y el juez dice que es escrache, ¿en quién confiamos?

Yo creo que necesitamos urgentemente enfrentar la democratización de muchos aparatos del Estado, porque siempre se basculan hacia el mismo lado. Y depende de la ideología. Como ha pasado recientemente: alguien le dice a un chaval, el día del Orgullo, “te voy a hacer hetero a hostias, maricón de mierda”, y no pasa nada, no es delito de odio, pero si se lo dices a un concejal del PP, vas preso. Eso envalentona a ciertos agresores… y esto es un canteo.

"Vivimos en una sociedad que cree que el Código Penal es la respuesta para demasiadas cosas: prohibir, prohibir, prohibir…"

¿Por qué el PP se ha reído abiertamente de la propuesta de ley del PSOE para regular el porno? ¿Qué tiene el porno para que los hombres, también los de izquierdas, se aferren a él con tanta violencia? Esperaríamos que un ciudadano progresista fuese más crítico con una industria perniciosa como esa. ¿Esto se reeduca?

Lo primero que tengo que decir es que el globo sonda lanzado por Escrivá no tiene ni pies ni cabeza. Es una muy mala medida. En primer lugar, porque no es eficaz. Un adolescente de 14 años puede sortear perfectamente esa restricción. Vivimos en una sociedad que cree que el Código Penal es la respuesta para demasiadas cosas: prohibir, prohibir, prohibir… nosotros sacamos una propuesta de legalización del cannabis. Nos dijeron que eso propiciaría el consumo. 

Pero ¿tú has pisado alguna vez un parque? ¡La gente no deja de fumar porque sea ilegal! Nadie en España tiene dificultades para conseguir cannabis. Pero tenemos la policía preocupada por esto, quitándole porros a los chavales, en vez de ocuparse de las mafias… La idea de que prohibiendo algo desaparece es ridícula.

Ahora que menciona la legalización de la marihuana: ¿podría esta medida ampliarse a drogas más duras? ¿Dónde ponemos el límite, teniendo en cuenta la hipocresía que hay entre drogas legales e ilegales en una sociedad tan medicalizada y dopada a fármacos?

Yo creo que ese debate hay que tenerlo en función de la peligrosidad y del grado de aceptación social que exista. Para el cannabis, el PSOE está de acuerdo para su uso medicinal. Nosotros lo hemos planteado también para el uso recreativo, como hoy en muchos Estados de Estados Unidos. Básicamente por una parte de salud y por una cuestión económica.

Preferimos que este inmenso negocio beneficie al Estado. Es la elección de un modelo: ¿queremos que regule sólo a las mafias o que genere impuestos y ayude, por ejemplo, a la sanidad pública?

Errejón bebiendo agua frente a su despacho.

Errejón bebiendo agua frente a su despacho. Carbajal.

Hay un debate clásico en la izquierda que me parece interesante: ¿las drogas son ocio y el ocio es revolucionario, emancipador y hedonista; o son castradoras de la revolución porque pueden atontar o abstraer?

El problema de la revolución no es estar atontado: el 68 fue una revolución contra el aburrimiento y contra la disciplina. Pero creo que hoy el liberalismo no gobierna gracias al aburrimiento, sino gracias a la sobreestimulación, que es una manera de gobernar las mentes y los cuerpos. Se les obliga a una especie de felicidad permanente e instantánea. Es el fenómeno FOMO [miedo a estar ausente de eventos o actividades]: esa sensación de que la vida siempre está ocurriendo en otra parte, esa idea de que lo que tú vives nunca es suficiente.

Estás de vacaciones en la playa y ves por Instagram las vacaciones de alguien que está en la montaña, y lo echas de menos. Es una voracidad que nunca se sacia. Amador Savater tiene un libro muy interesante al respecto que se llama Capitalismo criminal. Hoy ser libre tiene más que ver con la capacidad de gobernar el propio tiempo… y tiene más que ver con la calma, con el apaciguamiento.

"Sí que lamento haber perdido amigos por la política, pero le pasa a cualquiera que monte una empresa o un bar con amigos"

¿Cómo ha sido el desgaste de la vida política en su propia vida, en su propia salud mental?

Me hubiera gustado que alguien nos hubiera avisado hace diez años. "Oye, tenéis que cuidaros a vosotros mismos también". Porque esto pasa factura. Todos los trabajos pasan factura…

¿Ha tomado antidepresivos o ansiolíticos?

Errejón durante la entrevista a EL ESPAÑOL.

Errejón durante la entrevista a EL ESPAÑOL. Carbajal.

¿Lamenta haber perdido amigos por la política?

Sí. Pero no creo que esto sea exclusivo nuestro. Si tú montas una empresa con amigos o abres un bar…

Tras el caso destapado por EL ESPAÑOL de la directora del Instituto de las Mujeres, Sumar ha pedido el cese de Isabel García, pero poniendo más énfasis en su "transfobia" que en su "enriquecimiento personal". ¿Qué es peor, ser tránsfobo o corrupto?

Esto no va de qué es peor. Ambas cuestiones son extremadamente graves y ponen en riesgo una cuestión tan importante como la defensa de la igualdad y el feminismo.

En Sumar siempre hemos dicho que ese nombramiento nunca debió producirse. Las posiciones tránsfobas y contrarias a derechos humanos de Isabel García la desacreditaban para ello. Alguien que representa un feminismo transexcluyente, que niega no solo derechos y libertades, sino incluso la propia existencia de algunas mujeres, no puede estar al frente de esta institución.

Ahora, además de esto, este periódico ha sacado a la luz actuaciones cuando menos cuestionables y que apuntan a un enriquecimiento personal. Es evidente que esta persona no puede permanecer en este cargo.

Hablemos de Cataluña. Siempre ha defendido la amnistía, desde el principio. ¿Qué le parece que el Supremo mantenga a Puigdemont el delito por malversación?

Pienso que si al Tribunal Supremo le pareciera que la Ley de Amnistía es anticonstitucional, habría presentado un recurso ante el Constitucional. Pero lo que quiere es hacer política, lo dijo desde el principio. Hay jueces que quieren hacer leyes y no interpretar la ley. 

Esta ley es democrática, es constitucional. Las leyes tienen presunción de constitucionalidad. Todas. Hay una resistencia contra la amnistía… ¡para algunos!, porque la misma mañana que el Supremo dijo que no se podía, de una tacada admitieron a 46 policías investigados por agredir a la gente de Cataluña durante la votación. Gente que estaba votando, que no ejerció violencia, y a la que le rompieron los dedos o le dieron patadas. A mí me da que el problema de la amnistía no es jurídico, es que no les gusta.

"El Tribunal Supremo quiere hacer política con la Ley de Amnistía: hay jueces que quieren hacer leyes y no interpretarlas"

¿Cómo es posible que siendo una persona de izquierdas no le preocupe la malversación? ¿No pasa nada si se exonera a una persona que ha utilizado el dinero de todos para sus fines y ha servido también a su interés?

La reforma del Código Penal que hizo Mariano Rajoy para la malversación era una reforma para perseguir la consulta. Se produjeron las consultas del 9-N en Cataluña, el Gobierno de Mariano Rajoy no hizo nada… y cambió la ley para decir "si tú destinas dinero para una consulta, eso es malversación de fondos". ¿Para qué? Para confundir un problema político con la corrupción. 

Yo lo digo siendo una persona de Madrid… yo creo que en el Estado español hay diferentes naciones que se sienten como tales (no por la historia, ni la arqueología, ni los apellidos, eso a mí no me importa), es la voluntad popular.

Creo que en Cataluña hay una voluntad mayoritaria de ser nación, y el encaje entre esa nación y el Estado español se tiene que decidir por el libre acuerdo. Y el libre acuerdo es el derecho a que te digan que no, o sea, que en algún momento se votará la relación de Cataluña y España. Y yo siempre he defendido que eso no se persiga.

Errejón sostiene que España tiene un cierto problema con su identidad nacional.

Errejón sostiene que España "tiene un cierto problema con su identidad nacional". Carbajal.

¿No cree que se ha romantizado el 'procés'? Desde la izquierda o desde el anarquismo. Mucha gente lo defendía porque parecía lo emancipador. Pero ahora vemos que es de derechas.

Yo soy un demócrata y me parece que el derecho a decidir es un valor a defender, porque creo que la convivencia entre los pueblos de España tiene que ser plurinacional. Creo que siempre que ha habido avances sociales han venido de la mano de avances en lo territorial, en un segundo federalizante en España, y creo que eso ha pasado toda la vida. Lo defiendo. Yo no hago jerarquías entre los derechos: estoy a favor de la justicia social y a favor del derecho a decidir, y creo que son perfectamente compatibles.

Y creo que para combatir esto se ha usado un animal mitológico en la discusión política de la izquierda española, que es, chanchán, "la burguesía catalana". Fíjate que "burguesía" y "catalana" son dos palabras que sólo pueden ir juntas, como "fruncir" y "el ceño". Es imposible encontrar en los medios de comunicación la expresión "burguesía española". ¿No hay? 

"Se tiene que acabar eso de que te empadronas en Madrid para no pagar impuestos. Esos sí que no quieren pagarle la pensión a una señora andaluza"

¿Cómo definiría a Puigdemont?

Como alguien que fue leal al mandato que había recibido, y que ahora está exiliado fuera y que podrá volver a su país gracias a la Ley de Amnistía. Hay muchas cosas, muchas, que me separan enormemente de Junts, como cuando están en contra de los impuestos de patrimonio y sucesiones a los más ricos, como cuando fomentan la escuela concertada en lugar de la pública, cuando le compran a la extrema derecha buena parte de los discursos que criminalizan a los migrantes y a los más pobres…

Cuando no quieren pagarle la pensión a una anciana andaluza…

Yo creo que hay que modificar el sistema de financiación y hay que hacerlo con dos cosas: una, los ricos tienen que pagar más (no los territorios, los ricos). Se tiene que acabar eso de que te empadronas en Madrid para no pagar impuestos. Esos sí que no quieren pagarle la pensión a una señora andaluza.

Dos: tiene que haber más recursos que gestionen las comunidades autónomas y menos la Administración central. En el sistema constitucional español, el grueso de la protección social lo prestan las administraciones autonómicas (la sanidad y la educación). Y sin embargo, no gestionan el grueso del gasto.

Dijo Monedero en una ocasión que había sido uno de sus alumnos más brillantes pero no entendía cómo siendo pro independentismo catalán podía pertenecer a un partido que estuvo a punto de llamarse Más España.

Yo tengo la sensación de que Monedero hace mucho tiempo que está como resentido, así que no voy a entrar a discutir con él.

¿En qué momento la monarquía ha pasado a ser un baluarte del progresismo? Se alaba su sencillez, su profesionalidad, su disciplina. La extrema derecha la odia… no invitan a Feijóo a una audiencia y hay mosqueo por parte del PP… ¿qué está pasando? ¿Es Letizia una reina progre? ¿Por qué hay esta suavidad de repente entre izquierda y monarquía?

No será por nuestra parte. Yo no conozco a la reina Letizia, no sé cómo es, personalmente, si es más progre o menos…

¿Nunca la ha tratado?

No. Nunca la he tratado. Creo que dicen que es progre, bien, no la conozco.

Errejón dice que el Gobierno está legislando poco y eso perjudica a Sumar.

Errejón dice que el Gobierno está legislando poco y eso perjudica a Sumar. Carbajal.

¿Qué sensación le da a usted?

Es que no lo sé, pero no soy yo muy como de crónicas de palacio. Aspiro a vivir en un país donde los jefes de Estado se voten, porque soy demócrata, y creo que todos somos iguales y tenemos la misma capacidad de gobernarnos, y eso es contradictorio con el principio de la herencia, y es que algunos ostentan cargos por los apellidos. Son principios antagónicos. Aspiro a que en España, con toda normalidad, un día los jefes de Estado se puedan votar.

Creo que a la extrema derecha lo que le pasa es que siempre quiere más, es insaciable. El hito fundacional del reinado de Felipe VI fue aquel discurso del "a por ellos" del 3 de octubre de 2017, que es un discurso perfectamente alineado con las tesis de la derecha y de la extrema derecha, y desde entonces quieren más.  

¿Qué le diría a la Reina y al Rey si se tomara un café con ellos? ¡O un cóctel!

No lo sé. Escucharía. Con el Rey sí que he hablado, en las recepciones estas parlamentarias que se hacen, te reciben y charlas un poco, pero bueno, es una relación un poco encorsetada. Me parece un tipo majo. Majo también, digamos… es un poco su oficio, ser majo. Tenía conversación agradable y a mí me interesaba, tenía como muchísima curiosidad… y bueno, bien.

La izquierda saludó con euforia el triunfo de la Selección española en la Eurocopa por su composición plural, y empezó a desengancharse cuando oyó cánticos de los jugadores como el de "Gibraltar español". ¿Esperaban que hicieran discursos como los de los Goya?

España es un país que tiene un cierto problema con su identidad nacional. Una identidad que algunos han patrimonializado y de la que excluyen al resto. A mí, por ejemplo, me ha sucedido alguna vez que, cuando una persona de derechas me quiere insultar por la calle, me grita "¡viva España!". Y me lo espeta como si fuera un insulto, lo hace porque entiende que la nación es suya, y que nosotros estamos de prestado, como inquilinos.

Así que algunos se sorprenden cuando ven a personas de izquierdas alegrarse con el triunfo de la Selección, porque han disfrutado con lo bien que han jugado o porque sienten que la presencia de jugadores como Lamine Yamal o Nico Williams hace que esta se parezca más a la sociedad real. Una sociedad que la extrema derecha odia. Y de ahí su notoria incomodidad con esta Selección.