El huido Carles Puigdemont, en Waterloo junto al presidente del Parlament, Josep Rull.

El huido Carles Puigdemont, en Waterloo junto al presidente del Parlament, Josep Rull. JxC

Política ACUERDO PARA INVESTIR A ILLA

El Gobierno minimiza el efecto del regreso de Puigdemont y ve roto y débil al independentismo

No prevé movilizaciones masivas por su retorno y sólo ve posible la suspensión de la investidura hasta que se aclare su situación procesal.

7 agosto, 2024 02:00

El Gobierno considera que el regreso de Carles Puigdemont es uno de los últimos estertores del procés independentista. Y que es, precisamente, un ejemplo de lo que pretende poner fin con el acceso de Salvador Illa a la presidencia de la Generalitat de Cataluña.

Moncloa entiende que Puigdemont volverá a España justo en un momento en el que el independentismo está claramente debilitado y dividido, y cuando está a punto de salir de la Generalitat. Por eso, ponen de manifiesto que, muy probablemente, la vuelta del expresident se producirá sin grandes movilizaciones en la calle, según sus previsiones, a diferencia de lo que hubiera ocurrido hace unos años.

Recuerdan que, recientemente, regresó también Marta Rovira (ERC), sin que se produjeran esas grandes manifestaciones. Antes, incluso, Clara Ponsatí fue detenida en la calle, en pleno centro de Barcelona, ante la indiferencia de los viandantes.

Un destacado ministro replica un tuit de @PiedrafitaMario que asegura que "se ha roto el independentismo antes que España", para poner de manifiesto el ambiente en el que se produce el regreso, con ERC y Junts enfrentados y lanzándose graves acusaciones. O con las asociaciones independentistas, que antes sostuvieron el procés y agitaron la calle, muy distanciadas de los dos partidos soberanistas.

Fuentes socialistas creen, por ello, que lo más que ocurrirá el jueves es que se suspenda unas horas o algún día el pleno en el Parlament hasta que se aclare la situación procesal de Puigdemont y se formalice su voto telemático o presencial para la investidura de Illa.

Por supuesto, dan por hecho que el expresident será encarcelado un tiempo por orden del Supremo, a la espera de que el Tribunal Constitucional decida aplicar la amnistía.

A partir de ese momento, el interés de los socialistas es el de normalizar la situación en Cataluña y que Illa se dedique a la gestión. Explican, por ejemplo, que se trata de que no vuelva a haber gestos contra el Rey en actos oficiales en Cataluña o de que esta Comunidad participe en todos los foros multinacionales y actos institucionales.

La previsión para el jueves es que Puigdemont sea detenido por los Mossos antes de llegar al Parlament. Entonces, será puesto a disposición del juez Pablo Llarena, que es quien decidirá si le mantiene en prisión provisional o si decreta su libertad bajo fianza.

Según explican los socialistas, "ahora se trata de pensar ya en el nuevo ciclo en Cataluña, en el que Puigdemont y sus posiciones ya no tienen cabida". Por eso, esperan que la investidura de Illa sea también el inicio de la retirada del expresident.

Obviamente, Moncloa desearía que el Tribunal Supremo hubiera aplicado ya la Ley de Amnistía al líder de Junts y que, de este modo, se hubiera pasado la página totalmente.