El portavoz del PNV, Aitor Esteban, en una comparecencia en el Congreso.

El portavoz del PNV, Aitor Esteban, en una comparecencia en el Congreso. Europa Press

Política CONGRESO

El PNV planea adelantar su Ejecutiva para debatir un acercamiento al PP en el nuevo curso político

Feijóo quiere atraer a los nacionalistas vascos para asestar golpes parlamentarios a Sánchez sobre Venezuela y vivienda. 

25 agosto, 2024 03:47

El PNV es una especie de partido basculante que lo mismo puede mantener a un presidente que complicarle la existencia. Ya le pasó a Mariano Rajoy con los Presupuestos y la moción de censura y le podría pasar ahora a Pedro Sánchez con el inicio del curso político. Y esto se debe a que el PP va a intentar, a partir de esta semana, acercarse al PNV y la formación jeltzale, de momento, se deja querer.

Según trasladan fuentes de la dirección del PNV a este diario, el partido tiene programada una reunión de su Ejecutiva para el próximo 2 de septiembre. Sin embargo, según aseguran, está prevista la posibilidad de adelantarla al 30 de agosto, aprovechando que los miembros de la dirección coincidirán en un mitin en Zarautz, para debatir el acercamiento al PP.

Y es que la formación de Alberto Núñez Feijóo va a tantear a los nacionalistas vascos, con quien tradicionalmente han tenido buena relación, para asestar golpes parlamentarios a Sánchez en materias como Venezuela y la Ley de Vivienda, temas sobre los que ambos se sienten en sintonía.

La primera iniciativa que los populares van a impulsar en el nuevo curso político será pedir que el Congreso de los Diputados se posicione a favor de la oposición venezolana y que reconozca la victoria electoral de Edmundo González. Aunque todavía no se ha perfilado, todo apunta a que será en formato de Proposición No de Ley (PNL).

El PP acusa al Gobierno de inacción y de no mantener una postura clara, y al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero que ha intentado mediar entre el Ejecutivo de Nicolás Maduro y la oposición de colaborar con el régimen venezolano.

El Ministerio de Exteriores emitió el pasado viernes un comunicado en el que asegura que para reconocer el resultado de las elecciones venezolanas "es indispensable que se publiquen de manera íntegra y verificable las actas de los resultados de las votaciones". "En tanto esto no se produzca, no podremos reconocer el resultado de las elecciones", añadía el mismo.

Si bien se trata de la postura más contundente sostenida por el Gobierno de Sánchez hasta el momento, no llega tan lejos como el PP pretende reconocer la victoria de González. Tampoco concuerda con la postura del PNV, que sí reconoce la derrota de Maduro en los comicios.

Esto se evidenció en la última comparecencia del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en el Senado hace dos semanas. En la misma, el senador del PNV Luke Uribe-Etxebarría dijo que su formación daba una "sólida credibilidad" a las actas publicadas por Plataforma Unitaria Democrática y que estas otorgan una "rotunda victoria" a Edmundo González.

De contar con el apoyo del PNV para la hipotética PNL, el PP tendría el camino allanado. No será difícil para la formación de Alberto Núñez Feijóo sumar los apoyos de otros actores como Coalición Canaria, Vox o UPN, lo que asestaría un golpe parlamentario a Sánchez al atraer para sí algunos de los grupos que participaron en su investidura.

Pero la PNL no es la única ofensiva. El PP también va a intentar forzar la comparecencia de Sánchez en el Congreso para dar explicaciones sobre múltiples cuestiones, entre ellas Venezuela. La propuesta se debatirá en la reunión de la Diputación Permanente de este martes, 27 de agosto, y ahí también intentará conseguir el apoyo del PNV.

Según fuentes del PNV, este debate pillará al partido sin haber reunido a su Ejecutiva, aunque eso no implica que vaya a estar desprevenido. "En el caso de que el martes se debata algo así, tenemos capacidad y mecanismos para definir nuestra posición. Y la haremos pública en ese momento", aseguran.

Complicaciones para Sánchez

El PSOE tiene, de todas formas, una baza en este hipotético acercamiento entre el PP y el PNV. Los socialistas de Euskadi sostienen el Gobierno del PNV en País Vasco y, por ello, es difícil que haya una ruptura total con los socialistas en Madrid. Más bien, podría haber apoyos puntuales con el PP. Sin embargo, eso no quita complejidad al nuevo curso político.

A esta relación entre el PNV y el PP, a Sánchez se le suman las complicadas relaciones que está manteniendo con ERC y Junts, también socios clave. Los republicanos pegaron un tirón de orejas al PSOE este jueves al decir que si no cumplen con lo pactado para investir a Salvador Illa podrían no aprobar los Presupuestos de Sánchez y retirar su apoyo a otras medidas en el Congreso.

Y desde Junts también miran con recelo la relación entre ERC y el PSOE. Este asunto amenaza especialmente, por encima de los demás, a Sánchez, que ya ha visto lo que sucede cuando Junts quiere apuntarse un tanto y arremeter contra el PSOE y ERC.

Al mismo tiempo, el concierto económico acordado entre PSOE y ERC para Cataluña también ha molestado a otros socios más estrechos, como Sumar, porque consideran que no se está actuando de manera equitativa entre todas las comunidades autónomas. A estas críticas se han sumado también territorios gobernados por el PSOE como Asturias o Castilla-La Mancha.

Con este panorama se presenta Sánchez al nuevo curso político y con la intención de buscar la cuadratura del círculo para sacar adelante los Presupuestos en septiembre o en octubre. A pesar de las complicaciones, en el Ejecutivo no dudan en insistir en que su objetivo es acabar la legislatura, algo que consideran posible.