Un grupo de migrantes a su llegada a Ceuta este lunes.

Un grupo de migrantes a su llegada a Ceuta este lunes. Efe

Política CRISIS MIGRATORIA

Ceuta no puede más: sus centros de 'menas' están ya al 360% de su capacidad

De los 700 migrantes que han llegado diariamente de media en la última semana, se ha logrado devolver a "entre 150 y 200" a Marruecos.

27 agosto, 2024 02:38

Los focos acuden a Canarias, porque las islas afortunadas están siempre en el imaginario español; cada hora. Porque allí veranea el presidente del Gobierno. Y porque los números totales son abrumadores: más de 22.000 migrantes en lo que va de año y 5.200 menores no acompañados.

Pero la "sobreocupación" más urgente está en Ceuta. La llegada de irregulares ha crecido un 173% respecto al año pasado. Y, sobre todo, los centros de menas ya están al 360% de su capacidad

El presidente, Juan Jesús Vivas, advertía en la mañana de este lunes que sus centros pueden atender correctamente a 132 chicos y chicas, frente a los 475 que residen ahora: "El colapso de nuestra capacidad de acogida es manifiesta, es evidente, es incuestionable", lamentó.

Los traslados, a cuentagotas, no cubren ni las nuevas llegadas, según fuentes del Gobierno de la Ciudad Autónoma. 

Tanto es así que su presidente, el popular Juan Jesús Vivas, ya ha llamado a su colega andaluz, Juanma Moreno, para proponerle que la "guarda" la asuma Andalucía mientras la "custodia legal" la mantiene, legalmente, el pequeño Gobierno del enclave español en África.

La negociación está abierta, mientras los equipos legales escudriñan la normativa por si, finalmente, se puede hacer. El Ministerio de Juventud e Infancia media entre ambos, según fuentes ceutíes.

Este lunes, amanecía Ceuta sumida en una niebla veraniega que alentó un "asalto" por mar como hacía tiempo que no se veía. Los informes oficiales así lo acreditan: hasta el 15 de agosto, se habían contabilizado 17 llegadas a nado desde Marruecos de migrantes irregulares.

Varios migrantes cruzan a nado la frontera con Ceuta Sara Fernández

Pero entre la Guardia Civil y la Gendarmería marroquí se tuvo que interceptar, sólo desde la tarde del domingo al amanecer del lunes, a más de 500 entre adultos y menores. Grupos de niños, en decenas, se echaban al agua, tratando de rodear el espigón que separa Marruecos de Ceuta, por la frontera del Tarajal.

Los recién llegados se mezclaron con los bañistas, provocando una enorme confusión entre las Fuerzas de Seguridad que se trasladaron hasta la zona. Antes de proceder a desalojar la playa impidieron la marcha de los allí presentes para identificarlos primero con el ánimo de comprobar quiénes eran naturales de Ceuta y quiénes no.

Varios de los bañistas se mostraron descontentos con la actuación de los agentes, a quienes reprocharon que les impidieran abandonar libremente la zona. En mitad de la tensión vivida, un agente de Policía fue apedreado y tuvo que ser hospitalizado con heridas leves.

Dependencia total

Después de la carta desesperada de Vivas a Pedro Sánchez, el pasado 15 de agosto, y de la convocatoria a los medios "de recuerdo" a las Comunidades Autónomas del pasado viernes, la Delegación del Gobierno admitió este lunes que, desde hace una semana, la llegada de inmigrantes sin papeles está siendo de 700 personas de media al día, con un pico de hasta 1.500 el pasado domingo.

Y algunas ONG alertan de que hay hasta 100.000 personas, en las inmediaciones de la frontera marroquí, esperando dar el salto.

El Gobierno ceutí dice estar "coordinado" con el español, al que agradece su "colaboración" en los traslados de adultos migrantes a la Península. Pero las fuentes oficiales, luego, tratan de no responder cuando se les pregunta por los menores.

La Guardia Civil toma la playa del Tarajal para identificar a las decenas de 'menas' llegados a nado de Marruecos.

La Guardia Civil toma la playa del Tarajal para identificar a las decenas de 'menas' llegados a nado de Marruecos. EP

La Administración de Ceuta depende, en su práctica totalidad, de la central. Más aún desde que el cierre de fronteras por la Covid, en 2020, y los efectos de la crisis política con Marruecos, en 2021, aún no se han "normalizado". El acuerdo entre Moncloa y el régimen de Mohamed VI habla de "nueva etapa" y compromete puestos aduaneros en los pasos fronterizos... pero lo escrito aún no ha llegado al día a día.

Esa dependencia, y el carácter de Vivas, contribuyen a que el foco mediático no torne la emergencia en polémica política. Y de ahí las pocas fricciones entre la delegada del Gobierno, Cristina Pérez, y el Gobierno de Ceuta.

En una comparecencia ante la prensa, Pérez admitía que de esos 700 diarios de la última semana, ha logrado entre 150 y 200 devoluciones a Marruecos. Nada más.

El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) está "sobreocupado", a pesar de los traslados a la Península, casi diarios, dijo. Y aunque aseguró que la situación está bajo control, reconoció que ha organizado "salidas extraordinarias" para que el centro pueda seguir admitiendo llegadas.

El pasado viernes, la Delegación del Gobierno recibió un refuerzo de 20 agentes más de la Guardia Civil, según informa Efe, para afrontar la "grave" situación que vive la ciudad. Vivas lo agradeció, pero reclamó la "intervención inmediata" del Gobierno y las CCAA para aliviar su carga.

"Necesitamos el apoyo del Estado, de las CCAA", clamó Vivas en su "llamada de auxilio y de socorro" de este lunes. Apeló al "sentido de Estado", a la "solidaridad", a la "lealtad institucional". Es decir, añadió, "una llamada que tiene amparo en los fundamentos, en los pilares de nuestra Constitución".

Vivas admitió las diferencias políticas con el Gobierno de Sánchez, pero ha destacado su lealtad institucional, que "ha prevalecido en la gestión de esta crisis". En su opinión, la reforma del artículo 35 de la Ley de Extranjería, que impulsa el Ejecutivo, debe ser la prioridad, porque "el problema migratorio no es de Ceuta o de Canarias, es un asunto de todos".

Esa llamada coincide con el compromiso arrancado el pasado viernes por Fernando Clavijo, presidente de Canarias, a Sánchez: el jefe del Ejecutivo nacional se comprometió con "voluntad firme" a llegar a un acuerdo con el PP  de Alberto Núñez Feijóo en dos semanas para que el cambio en la ley sea una realidad en el Congreso.