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Política UNIÓN EUROPEA

Eurostat suspende a Sánchez en 4 indicadores sociales: España está peor que cuando entró en 2018

El impacto de las transferencias sociales cae en picado y España aumenta la diferencia respecto a la UE en cuanto a la población en riesgo de pobreza. 

8 septiembre, 2024 03:19

Eurostat ha lanzado esta semana una herramienta para medir el avance de los progresos sociales entre los países de la Unión Europea. Aunque España saca buena nota en la mayoría de los indicadores y muestra tendencias positivas, el portal europeo muestra que a nuestro país aún le quedan cuentas pendientes y suspende a Pedro Sánchez en cuatro indicadores.

Desde que el presidente del Gobierno llegó al cargo, a mediados de 2018, la diferencia con la media de la Unión Europea ha crecido en la ratio de empleo, en el porcentaje de personas en riesgo de pobreza o exclusión social, en el porcentaje de menores en esa misma situación y en el impacto que tienen las inversiones sociales en la reducción de la pobreza.

Aunque España mejora en casi todos los parámetros [hay un total de 16], hemos comparado la evolución con respecto a la Unión Europea para ver si mejora tanto como el resto de países que forman parte de ella o no. Para hacer el cálculo, hemos utilizado los datos desde 2019, el primer año entero que Sánchez pasó en la Moncloa.

Además, desde enero de 2020, Sánchez ha gobernado en coalición con Unidas Podemos y Sumar, ambas formaciones con la mejora social en su ADN, una visión compartida por el PSOE.

Riesgo de pobreza

Los indicadores más preocupantes son los relativos a la pobreza. En 2019, en España había un 27% de la población total en riesgo de pobreza o exclusión social. En la Unión Europea, de media, la cifra era del 21,5%. En 2023, España ha mejorado con respecto a 2019, pero no tanto como se ha mejorado en el resto de los países.

El año pasado, el porcentaje de personas en esta situación en España era del 26,5%. En la Unión Europea, era del 21,4%. Hemos pasado de una diferencia de 4,4 puntos porcentuales a una diferencia de 5,1 puntos.

En este indicador de riesgo de pobreza, España fue en 2023 el tercer país de la Unión Europea, sólo después de Rumanía y Bulgaria. Desde que Sánchez es presidente, el porcentaje ha subido todos los años, excepto en 2022, cuando alcanzó su mínimo al tocar el 26% de la población. Sin embargo, esto sigue suponiendo que una de cada cuatro personas en nuestro país se encuentra en esta situación de riesgo.

En el caso de la población menor de edad, la situación es aún peor. El 34,5% de los menores de 18 años en España se encontraba en 2023 en riesgo de pobreza o de exclusión social. En la Unión Europea, el dato era del 24,8%. Se trata de una diferencia de 9,7 puntos, cuando en 2019 era de 7,4.

Esto implica que uno de cada tres menores de edad se encuentra en esta situación. España es el segundo país de la Unión Europea en este parámetro, únicamente superado por Rumanía, donde la cifra asciende al 39%. La media europea está en el 24,8%.

Tanto en el riesgo de pobreza de los menores como del total de la población, España siempre ha estado por encima de la media europea desde 2015, desde que se tienen datos. Además, las tendencias no muestran grandes variaciones, lo que significa que las políticas que se han llevado a cabo para intentar paliar esta situación han tenido muy poco impacto en la realidad de la gente.

Políticas sociales y empleo

España también ha empeorado en cuanto al impacto que tienen las transferencias sociales en la reducción de la pobreza. Eurostat ha incluido en su herramienta una comparación del ratio de riesgo de pobreza antes y después de distintas transferencias sociales para ver el impacto concreto, excluyendo del cálculo a las pensiones.

En 2019, el porcentaje del impacto estaba calculado en 23,1% para España y en 32,4% para la media de la Unión Europea. Esto son 9,3 puntos de diferencia. En 2023, esa diferencia subió a 11,8 puntos, con la Unión Europea situándose en el 34,7% y España en el 22,9%.

De hecho, se puede ver cómo desde que Sánchez llegó a la Moncloa el porcentaje se mantiene estable y empieza a subir drásticamente de 2020 a 2021, tras las ayudas por la pandemia. Sin embargo, desde 2021 ha ido cayendo en picado. El año pasado el porcentaje se situó en su valor más bajo desde 2007, antes de la crisis económica.

En 2023, España fue el quinto país en el que las transferencias sociales menos impacto tuvieron. Nos superaron Rumanía, Grecia, Portugal y Croacia.

El último parámetro en el que España suspende, aunque por poco, es en la tasa de empleo. El año pasado, un 70,5% de la población española tenía trabajo, frente al 75,3% de la media europea. Esto es una diferencia de 4,8 puntos, frente a los 4,7 puntos de diferencia que había en 2019.

También es interesante la evolución de la tasa de desempleo. Aquí no suspende, y tiene razón Sánchez cuando dice que España está concatenando años en los que el paro baja. Es cierto. Excepto en 2020, a causa de la pandemia, la tasa de desempleo ha bajado desde que él es presidente del Gobierno. Sin embargo, seguimos muy por encima de la Unión Europea.

Según los datos recogidos por Eurostat, España fue el país de la Unión Europea con una mayor tasa de desempleo, aunque ha bajado la diferencia con respecto al 2019. Esta fue, en 2023, del 12,2%, duplicando el 6,1% de la media europea. Los datos, disponibles desde 2009, demuestran como el desempleo creció desde ese año hasta 2013 y luego bajó notablemente hasta el año de la pandemia, donde pegó un ligero repunte.

En cuanto a la tasa de desempleados de larga duración, esta ha seguido la misma dinámica. Y aquí España es la segunda. Nuestro país tiene un 4,3% de la población activa en paro desde hace más de un año. Sólo nos supera Grecia con el 6,2% de la misma.