Aznar califica de "vergüenza" la actuación de Sánchez con Edmundo: "Es un error, porque ahora España ya no es fiable"
El expresidente acusa a Sánchez meter "el veneno del populismo" en la política espñola. "Es reversible, pero cuanto más tardemos, más difícil será la reversión".
24 septiembre, 2024 20:49El expresidente José María Aznar cree que es una "vergüenza" la actuación del Gobierno de Pedro Sánchez en la crisis democrática de Venezuela. Concretamente, en el papel jugado por España en la salida de Edmundo González del país "bajo coacción" del régimen de Nicolás Maduro.
El "presidente electo" del país caribeño, que así lo ha definido Aznar, pidió asilo político en España a las 48 horas de llegar a la embajada de nuestro país en Caracas, después de cinco semanas largas de acoso, amenazas y extorsiones mientras se refugiaba en la legación diplomática de Países Bajos.
Tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, el líder opositor se alojó 38 días en la residencia del embajador holandés, que no dejó entrar a la misma a los enviados chavistas. En la embajada española, tras la mediación de otro expresidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, recibió dos veces a Delcy Rodríguez, vicepresidenta, y a su hermano Jorge Rodríguez, presidente de la supuesta Asamblea Nacional, y "claudicó".
Aznar ha participado en un coloquio del Campus FAES, la fundación que él mismo preside, junto a los expresidentes Felipe Calderón, de México, y Guillermo Lasso, de Ecuador.
El viejo líder del PP, ha considerado que todo el episodio de las coacciones y la salida de González Urrutia es "un enorme error político y estratégico". Porque, en su opinión, se facilita las cosas al "dictador", como no dudó en definir a Maduro, y "sobre todo, hace de España un país menos fiable".
Aznar comparó la actual "desatención" de España a Latinoamérica con su empeño por imbricar a la Unión Europea con el subcontinente cuando él era presidente.
"Cuando llegué", en 1996, "la posición común de la UE con Cuba era que 'todo era posible con los Castro sin contar con los derechos humanos', y cuando logré cambiar esa concepción, la definición era que 'nada era posible con Cuba sin los derechos humanos', lo que es muy diferente".
Aznar ha insistido en llamar a las cosas "por su nombre". Y así, ha insistido en que "Venezuela es una dictadura", y el papel del Gobierno Sánchez, "una vergüenza lamentable", en comparación con lo que ha hecho el Parlamento Europeo, que "ha estado a la altura de las circunstancias" al reconocer a Edmundo González como ganador de las presidenciales y "presidente electo".
Para el expresidente popular, "la pregunta es bien sencilla: si usted es capaz de hacer lo que ha hecho y de no reconocer lo que ha pasado, ¿por qué en otras circunstancias yo voy a tener que fiar de usted?".
De ahí su comparación con los años en que logró imponer una "posición común sobre Cuba que nos hizo más fiables, más fuertes y más creíbles" en el concierto internacional.
Aznar se refería no sólo a la Unión Europea, sino a la España que impulsó esa postura de relaciones internacionales. Si el Gobierno de España ha dejado de "ser fiable", eso al final "nos afecta a todos, porque nos pone en una posición muy mala", ha apostillado.
Finalmente, Aznar ha indicado que "una buena política para España" con respecto a Latinoamérica es reforzar "la presencia" de nuestro país allí. Y que eso pasa también por "fortalecer las instituciones y la democracia" española, que él considera que se están debilitando. Tanto, "que cuanto más tardemos en recuperarlas, más difícil será hacerlo".
Sánchez y el populismo
Y es que Aznar ha alertado del "veneno del populismo" que, a su juicio, se está apoderando de la vida política española con el Gobierno de Sánchez, ya que, según ha dicho, se ha "cruzado una raya" con pasos como "cuestionar la autoridad de los jueces" o el papel del Parlamento. A su entender, esto es "reversible" pero "cuanto más tiempo pase, más difícil será la reversión".
Aznar ha avisado de que las instituciones constituyen el primer factor competitivo, de estabilidad, seguridad y prosperidad de un país. "Cuando menos fuertes son las instituciones, más débiles son los países", ha avisado.
A renglón seguido, se ha referido al "veneno del populismo", que "es el camino que va de la ley a la arbitrariedad". Según ha añadido, "el populismo no asalta instituciones" ni "organiza revoluciones" sino que las toma. "El populismo toma las instituciones, las vacía, las muta, las cambia y se apodera de ellas", ha apostillado.
Así, ha dicho que los españoles no pueden pensar que "el problema populista es un problema ajeno" cuando es un "problema que está aquí", citando pasos como "poner en cuestión el Estado de derecho", "hablar del 'lawfare'", "poner en cuestión el Parlamento", "cuestionar la autoridad de los jueces" o "la independencia de la Fiscalía".