Junts exige al PSOE dos negociaciones para exprimir más a Sánchez: primero techo de gasto y luego Presupuestos
Puigdemont ni siquiera garantiza ahora al Gobierno llegar a la 'segunda fase', porque supondría garantizarle a Sánchez la Moncloa por mucho tiempo.
26 septiembre, 2024 03:20Ahora toca extender un manto de silencio, rebajar y enfriar las expectativas, lanzar la idea de que no pasa nada por prorrogar Presupuestos y ganarse la confianza de Junts para que entienda que el Gobierno cumple sus acuerdos.
En esas labores está el Gobierno ahora para intentar que Carles Puigdemont acepte finalmente apoyar la senda de déficit y luego los Presupuestos, para poder prolongar la legislatura.
Los independentistas quieren ir por partes y negociar un acuerdo para la votación de la senda de déficit y luego, si es posible, abordar una segunda negociación sobre los Presupuestos con otras condiciones o exigencias. Pero ni siquiera garantizan al Gobierno llegar a la segunda fase, entre otras cosas, porque eso supondría la permanencia de Pedro Sánchez en la Moncloa para mucho tiempo y está por ver que eso les convenga.
Sin embargo, el Gobierno entiende que todo es lo mismo, porque no tendría sentido permitir que se apruebe un déficit en el Congreso que no se aplicaría luego si no hubiera luego Presupuestos. Cree que Junts no tendría más remedio que apoyar las cuentas y por eso es, en la práctica, una sola negociación, teniendo en cuenta que la votación no sería antes del congreso de Junts, previsto para finales de octubre.
Por eso, el objetivo del Gobierno ahora es ganarse la confianza de Junts y mostrarles que se cumplen los acuerdos. Hacer visibles decisiones exigidas antes por los independentistas, incluso a costa de dar imagen de estar en manos de Junts.
"Lo que hacemos nosotros es muy sencillo. ¿Tú necesitas los votos de Junts? Pues negocia con Junts. Si cumples hay votos, si no cumples no hay votos", explicó este jueves de forma gráfica la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, en Radio Nacional.
Es indispensable, según explican fuentes socialistas, seguir minimizando la posibilidad de tener que prorrogar Presupuestos, precisamente para no dar imagen de desesperación en la negociación y, de paso, reducir el fiasco si es que no logran finalmente un acuerdo.
Moncloa admite que no será fácil, pero al menos hay una posibilidad que no hubiera habido en ningún caso si este jueves PP, Vox y Junts hubieran tumbado la senda de déficit en el pleno del Congreso. Todo hubiera terminado y el Gobierno hubiera sabido ya que su proyecto de Presupuestos sería rechazado en la Cámara. Ahora hay vida y mientras hay vida hay esperanza.
El viernes pasado, la delegación que encabezaba Santos Cerdán mantuvo un duro y tenso encuentro con la de Puigdemont, en la que el expresident trasladó su gran enfado por lo que considera incumplimientos por parte de Pedro Sánchez de los acuerdos cerrados hace casi un año.
El expresident ya había hecho llegar antes a Sánchez por diferentes vías que todo estaba roto, porque no se aplica la amnistía y Salvador Illa preside la Generalitat.
El mismo sábado, el número tres del PSOE reportó a Sánchez y durante el fin de semana se tomó la decisión de retirar la propuesta de senda de déficit para evitar la derrota parlamentaria y ofrecer a Junts negociar una nuevo. Es decir, hacer que la derrota no fuera irremediable, sino intentarlo hasta el final, fiel al espíritu de Sánchez.
Listado de peticiones
Se analizó el listado de peticiones sobre asuntos atascados de anteriores acuerdos y se buscó cómo impulsarlos.
El ministro José Manuel Albares escribiría a la presidenta del Parlamento Europeo por el uso de las lenguas cooficiales; el Grupo Socialista recuperaría las comisiones de investigación pactadas, aunque sean dos asuntos incómodos para el Estado; se desclasificarían documentos del CNI sobre los atentados de Cataluña de 2017 y se avanzará en la negociación de la cesión de las competencias sobre inmigración, aunque una parte del Gobierno lo ve imposible.
Fuentes de Junts entienden que todo ese catálogo ya fue acordado en anteriores negociaciones y que si el Gobierno quiere acuerdo sobre los Presupuestos deberán estudiarse otras exigencias. Las obvias son las de las inversiones para Cataluña para incluir en esos Presupuestos y, además, los independentistas presentarán más si se pasa la pantalla de la senda de déficit.
"Firmamos que negociaremos pieza a pieza, corte a corte", explicó Nogueras en la Cadena Ser.
En lo que el Gobierno admite ser impotente es para facilitar que Puigdemont pueda ser amnistiado y así se lo trasladó Cerdán el viernes. Su poder llega hasta la actuación de la Fiscalía y la Abogacía del Estado con actuaciones como recusar a un magistrado conservador del Tribunal Constitucional, pero difícilmente va a haber resolución antes de primavera de 2025, como mínimo.
Lo primero de todo es que Hacienda ofrezca a Junts una propuesta de nueva senda de déficit, que eleve el 0,1% previsto para las comunidades autónomas en la propuesta retirada, pero que difícilmente llegará al 0,8% que piden los independentistas. Hay que tener en cuenta que lo que se permita para las comunidades y los ayuntamientos será siempre a costa del Estado.
Ya no hay calendario, ni prisa y todo parece indicar que salvo sorpresa los Presupuestos no llegarán al Congreso antes de finales de octubre y principios de noviembre.
Este jueves, la vicepresidenta María Jesús Montero comparecerá en el Congreso para hablar del concierto para Cataluña y tendrá que mantener el equilibrio para no defraudar las expectativas de Junts y ERC.