El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este lunes.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este lunes. E.P.

Política LUNES NEGRO EN MONCLOA

Sánchez comunica a la UE que no presentará el Presupuesto a tiempo mientras hasta Sumar le abre nuevos frentes

8 octubre, 2024 02:08

El Gobierno de Pedro Sánchez ya ha renunciado a enviar a Bruselas su plan presupuestario de 2025 en la fecha que exigen las reglas fiscales europeas, el 15 de octubre. Así lo confirmó este lunes el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, en Luxemburgo, donde admitió que el Ejecutivo español no podrá entregar en plazo a la Comisión Europea ningún borrador de las cuentas públicas para el año que viene porque no ha hecho los deberes a tiempo.

Este retraso evidencia una vez más la fragilidad parlamentaria del Gobierno. En lo que llevamos de legislatura, el PSOE ha cosechado ya un total de 35 derrotas en la Cámara Baja. Una de las más sonadas tuvo lugar al arrancar el nuevo curso político, cuando el PNV se sumó a PP y Vox y respaldó una iniciativa en política exterior para reconocer a Edmundo González como presidente electo de Venezuela.

El último varapalo se produjo hace dos semanas, cuando Junts cambió su voto en el último momento y decidió votar en contra de limitar el alquiler temporal. Los siete escaños de Carles Puigdemont en el Congreso son imprescindibles para que Sánchez pueda aprobar los Presupuestos.

Y por si fuera poco, el choque ha llegado también dentro del propio Gobierno. El socio minoritario de la coalición, Sumar, ha abierto un nuevo frente al PSOE en dos materias: el partido de Yolanda Díaz rechaza, por un lado, la "inacción" en vivienda y, por otro, se opone frontalmente al concepto de bajas flexibles que quieren introducir los socialistas en la Seguridad Social.

Pese a este enrevesado escenario político, Pedro Sánchez todavía no se resigna a poder tener Presupuestos. De hecho, consciente de su debilidad en el Congreso, en las últimas semanas el presidente ha rectificado de nuevo posiciones y ha cedido donde antes no había querido ceder.

La razón es clara. Si hubiera Presupuestos ahora, el presidente del Gobierno tendría oxígeno político suficiente para llegar a finales de 2026, sólo con una prórroga en 2025. Si finalmente no los hay, será mucho más difícil que pueda afrontar una legislatura completa con las cuentas aprobadas en la anterior, en este caso, en 2023.

Cesión a Bildu

El último guiño a uno de sus socios se produjo la semana pasada, con la llamada ley mordaza. Bildu alcanzó un acuerdo con el Ejecutivo para reformar esta norma y acabar con el uso de las actuales pelotas de goma por parte de las Fuerzas de Seguridad. Hasta hace tres meses, Interior se mostraba en contra de eliminar estos proyectiles como material policial de los antidisturbios. Ahora ha cambiado de opinión.

Con este acuerdo, el presidente del Gobierno deja atrás el discurso de gobernar sin el Poder Legislativo y el argumentario sobre la normalización de una hipotética prórroga de los Presupuestos por falta de apoyo parlamentario. De nuevo, flexibiliza su posición para adaptarse a las curvas que le van surgiendo en el camino.

Todo empezó cuando Sánchez vio la grieta que dejaba la posibilidad de que Junts volviera a la mayoría de investidura al aceptar una negociación de la senda de déficit, como antesala a un posible acuerdo para sacar adelante los Presupuestos, que se votarán, previsiblemente, a principios de 2025.

Para aproximar a Junts empezó por retirar la senda de déficit, en contra de lo que había dicho antes, y desempolvó algún acuerdo que estaba en vía muerta, como el de la cesión de las competencias de inmigración o el uso del catalán en las instituciones de la Unión Europea, entre otras.

¿Qué calendario se marca ahora el Gobierno? "Hasta que no tengamos el borrador de Presupuestos sobre la mesa no presentaremos el plan presupuestario", eran las palabras de Carlos Cuerpo a su llegada este lunes a la reunión del Eurogrupo. El titular de Economía marca finales de noviembre como fecha límite. "Tenemos todavía tiempo. La Comisión Europea tiene hasta finales de noviembre para hacer una evaluación de los planes fiscales estructurales a medio plazo y ese es el entorno en el que nos estamos moviendo".

La mayor incertidumbre, en cualquier caso, la representa Junts, porque nadie sabe el camino que puede tomar Carles Puigdemont.