El portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, este martes en el Congreso.

El portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, este martes en el Congreso. Alberto Ortega Europa Press

Política CONGRESO DE LOS DIPUTADOS

Sumar y PP se salvan mutuamente en el Congreso en una alianza inusual para leyes de defensa y vivienda

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En una de esas extrañas carambolas tan propias esta legislatura, Sumar y PP han salido este martes victoriosos —a la vez— del Congreso de los Diputados. El segundo partido del Gobierno y el primer partido de la oposición se han prestado mutuamente los votos para aprobar dos leyes, una de cada uno, que nada tienen que ver entre sí.

Por un lado, la coalición de izquierdas ha dado luz verde a la propuesta del PP para que el envío de armas y las nuevas misiones de Defensa en el extranjero tengan que ser aprobadas por el Congreso. A cambio, los populares han votado a favor de una reforma de Sumar para que los usuarios puedan reclamar al banco cláusulas abusivas en la amortización de la hipoteca. 

La cuestión con todo esto es que, a fin de cuentas, el intercambio de cromos era innecesario. En el caso de la ley de las armas, porque ya hay una iniciativa idéntica que se aprobó en los mismos términos en el Senado —con mayoría del PP— y lleva un mes tramitándose en la comisión de Defensa. Dicho de otro modo, que la misma ley está ahora dos veces circulando por el Congreso.

La proposición de ley del PP ha salido adelante con 174 votos a favor, 144 en contra y 30 abstenciones. Sin el voto de Sumar no se hubiera aprobado.

A cambio de la abstención del partido liderado por Yolanda Díaz, los populares votaron a favor de la reforma hipotecaria... con la salvedad de que su voto ni siquiera era necesario. En total fueron 314 votos a favor y 31 en contra; por lo que, aunque el PP hubiese votado en contra, la proposición de ley de Sumar se hubiese aprobado igualmente. 

El resumen de toda esta historia es que Sumar y PSOE, socios de la coalición de Gobierno, han vuelto a votar separados una iniciativa de política militar presentada por el PP. Los socialistas, que decían estar al tanto del desmarque de sus aliados, argumentan que todo se trata de un ardid de los populares para dividir el voto del bloque de investidura.

Varios de los socios de investidura, incluido Podemos, reconocían este martes en privado que no veían con malos ojos la reforma de la Ley de Defensa Nacional presentada por el PP. En concreto, la norma dice que sea el Congreso quien tenga la última palabra para ordenar operaciones y venta de armas en el exterior que "no estén directamente relacionadas con la defensa de España o del interés nacional".

El partido liderado por Ione Belarra, que también ha votado a favor de la propuesta, ha anunciado que enmendará la ley para que la autorización de estas misiones tenga una vigencia de dos años, no cinco como dice el PP, y que su renovación se haga anualmente. Desde la formación morada sospechan que el desmarque de Sumar este martes se debe a querer diferenciarse del PSOE, no tanto a un tema de principios.

Precisamente la cuestión militar es una de las más discutidas en el espacio político a la izquierda de los socialistas. Ya en la legislatura pasada, la entrega de armas a Ucrania dividió a PSOE y Podemos y estuvo a punto de romper en dos el Gobierno, pero más aún, también provocó un severo cisma dentro del antiguo UP.

En concreto, los partidarios de Belarra e Irene Montero rechazaron cualquier tipo de obra militar, mientras que el sector más cercano a Yolanda Díaz —el actual Sumar— respaldó la política del PSOE. Los morados también se quejaron, como ahora hace la vicepresidenta, de los continuos aumentos del gasto en Defensa y coquetearon con tumbar los Presupuestos Generales del Estado. Eso también lo está replicando Sumar.