Miembros del Gobierno reconocen el error de forzar la votación del decreto de RTVE en pleno duelo por la DANA
Relato de las prisas de Moncloa para convalidar el decreto y la angustia de última hora de los socialistas para evitar la falta de quórum en la votación.
Pasadas las 12 del mediodía, el vicepresidente primero del Congreso, el socialista Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, el ministro Félix Bolaños, la vicepresidenta Yolanda Díaz y el secretario de Estado Rafael Simancas, visiblemente apurados, contaban en el hemiciclo diputados para comprobar con cierta angustia si había votos suficientes para convalidar el decreto sobre RTVE.
Sonaba el timbre que sirve para anunciar la inminencia de una votación. En su escaño azul, el ministro proponente de la norma, Óscar López, resoplaba ante el riesgo de que fuera imposible convalidar el decreto que sirve para cambiar el sistema de elección de los miembros del consejo de RTVE y que puede hacer que, por primera vez, no haya representación de la oposición en esa institución.
El Gobierno se había empeñado en seguir adelante con esta votación precipitada, a pesar de que aún tiene dos semanas para convalidar la norma, haciendo caso omiso a las peticiones para cesar las hostilidades políticas como consecuencia de los muertos, desaparecidos y damnificados por la DANA. En ese momento la cifra oficial de muertos era ya de 51.
Los diputados de PP y de Vox se habían negado a participar porque la presidenta del Congreso, Francina Armengol, aceptó suspender todas las demás actividades de la Cámara salvo el punto del orden del día sobre RTVE que corría prisa al Gobierno.
Armengol, apoyada por el Gobierno y con el respaldo reticente de sus socios, frenó a petición del PP el pleno de control al Ejecutivo, suspendió la actividad de multitud de comisiones del Congreso y hasta un acto previsto para la tarde de homenaje a víctimas del franquismo. Todo, menos la votación de convalidación del polémico decreto.
En protesta, el PP y Vox decidieron no participar en el debate y la votación de la norma, y corría riesgo de que no se pudiera llegar al quórum de presencia de la mitad más uno de los diputados que exige el Reglamento. Participaron finalmente 176 diputados, justo el número preciso, con sólo uno en contra, y se llegó al quórum gracias a los votos telemáticos de diputados ausentes de la Cámara.
Solo estaban presentes tres miembros del Gobierno, entre otras cosas porque casi todos los demás estaban participando en reuniones para hacer frente a los efectos devastadores de la DANA y no podían acudir al Congreso. Pero Moncloa se empeñó en seguir adelante asumiendo el riesgo de un inmenso resbalón parlamentario.
Óscar López y el resto de miembros del Gobierno respiraron aliviados cuando vieron el ajustado marcador de la votación. Ganaron en la convalidación, pero perdieron en la imagen pública, según admiten miembros del Gobierno y también algunos de sus socios parlamentarios, que explican en privado que se vieron arrastrados por las prisas de Moncloa.
Alguno de los portavoces trasladó a los socialistas que celebrar la votación podría no ser entendida por los ciudadanos. Pero el PSOE hizo caso omiso.
Discursos acortados
Minutos antes del debate, el ministro Óscar López había sido convocado de urgencia a la zona de Gobierno por Félix Bolaños y por Yolanda Díaz para pedirle que procurara hacer una intervención muy corta y neutra para pasar el trámite, dadas las circunstancias. Así lo hizo y algunos de los portavoces, todos favorables, acortaron sus discursos y hasta intervinieron desde sus escaños para aligerar.
Los ministros presentes se justifican explicando que una cosa son las funciones ejecutivas, es decir, las de control del Gobierno que exigían la presencia del Ejecutivo en el Hemiciclo y la confrontación con la oposición en un día tan especial, y otra las legislativas, que sólo afectan a la actividad de los diputados.
Sin embargo, Armengol suspendió toda la actividad legislativa de las comisiones y hasta el acto institucional de la tarde. Y poco después el presidente del Gobierno anunciaba la decisión de decretar tres días de luto, lo que, a su vez, supone cerrar el Congreso este jueves.
Pero el decreto ya está convalidado y presentada la lista de los nuevos consejeros de RTVE pactada por el PSOE con sus socios, sin presencia del PP, el partido más votado en la Cámara y que encabeza la oposición. El Gobierno y sus socios ya tienen asegurado el control de la radiotelevisión pública, que es de los que se trataba.
Explicaba el Gobierno que el PP sólo se acordó de pedir la suspensión del Pleno cuando ya había hecho dos preguntas a ministros con dureza y con referencias a Íñigo Errejón y a la corrupción. "No era día para debatir sobre RTVE, pero sí para atacar sobre Errejón", aseguraba un ministro para justificar su posición y rechazar la del PP.
Hubo entremedias una dura reunión de la Junta de Portavoces en la que el PP fue acusado de querer parar el Pleno para evitar que se aprobara el decreto. "Filibusterismo parlamentario", decían.
Aitor Esteban, del PNV, sostenía que el PP debió pedir la suspensión al inicio del Pleno. Mientras otros socios del Gobierno como Miriam Nogueras (Junts) y Ione Belarra (Podemos) tenían dudas sobre mantener la sesión como quería el PSOE con insistencia. "Los trabajadores están trabajando, así que los diputados también deben trabajar", zanjó de forma airada en la reunión a puerta cerrada el portavoz socialista Patxi López.
En esa línea, alguno de los responsables del Gobierno defendía con vehemencia en los pasillos que se celebrara la votación preguntándose si los diputados iban a ir a "recoger agua con cubos" en la zona afectada.
Al final se debatió y se votó con la única presencia de los diputados del bloque de investidura, tristes en algunos casos por lo que les llevó el Gobierno a hacer. Porque, además, poco después llegó desde la Moncloa el anuncio del luto oficial y el cierre total este jueves del Congreso.
El decreto ya está convalidado y oculto tras las aguas que han devastado una parte de España.