Esteban González Pons y Alberto Núñez Feijóo junto al presidente del PPE, Manfred Weber, en junio de 2022 en el Parlamento Europeo.

Esteban González Pons y Alberto Núñez Feijóo junto al presidente del PPE, Manfred Weber, en junio de 2022 en el Parlamento Europeo. Tarek

Política LA DANA DEL SIGLO

El PP europeo defiende el pacto con los socialistas pero si Ribera no prueba que actuó bien en la DANA, "Sánchez debe relevarla"

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Manfred Weber, líder del PP Europeo, sabe lo que se juega. Sigue defendiendo el pacto con los socialistas para formar la Comisión Europea. Comprende la "necesidad" de Ursula von der Leyen, con la que ha hablado todos los días de esta semana convulsa en Bruselas, de tener su gobierno comunitario en marcha "el 1 de diciembre". Y es consciente de que el bloqueo de su partido a Teresa Ribera pone en el precipicio todo eso.

Pero también defiende los principios y valores de los populares, según destacan fuentes de su entorno. Y no quiere darle el aval a Ribera como vicepresidenta europea saltándose una de las máximas de la Unión Europea: la dación de cuentas.

¿Y qué es, si no, la audiencia a la que se someten todos los candidatos a comisario ante el Parlamento Europeo? ¿Y cómo va a aceptar cualquier europeísta como fit for the job (adecuada para el cargo) a alguien que no ha asumido sus responsabilidades en una catástrofe como la de la DANA en Valencia, "una de las más graves del siglo en Europa"? 

Las políticas del PP son contrarias a las políticas de Ribera en lo tocante al sector primario y chocan en los ritmos de la transición energética. Pero la UE se construye con "grandes coaliciones", como la que votó a favor de Von der Leyen en julio. Cuatro partidos centrados: el PPE, los Socialistas y Demócratas (S&D), los liberales de Renew y los Verdes.

Por lo del pacto, como ganadores de las elecciones del 9-J, los populares tienen la presidencia de la Comisión, pero ceden la vicepresidencia primera a los socialistas (segunda fuerza). Y por lo de las políticas, esa vicepresidencia climática coordina a tres comisarios que son todos del PPE.

Y ese acuerdo se sigue respetando y Weber lo sigue defendiendo. "No está en cuestión que esa cartera sea para los socialistas, ni siquiera se discute que la ocupe alguien de España", aclara un alto cargo popular desde Bruselas. Lo que no se puede aceptar es a Ribera en las actuales circunstancias. Y si éstas se mantienen, "Pedro Sánchez la tendrá que relevar por otra persona".

¿Qué le toca hacer al presidente español? Según las fuentes consultadas en Bruselas, dejar de "secuestrar" al aspirante italiano, Raffaele Fitto, al que rechazan los socialistas europeos por su procedencia, del Gobierno de Giorgia Meloni

Porque, aunque oficialmente están congelados los aprobados de los seis candidatos a vicepresidente, nadie en Bruselas es ajeno a que S&D lleva más de un mes acusando al PPE de mantener "un pacto oculto" con los conservadores del ECR. Y que el bloqueo a Fitto como vicepresidente económico estaba cantado, a modo preventivo, para evitar el de Ribera, que siempre fue "la aspirante más débil para el puesto más alto".

Fuentes del PPE señalan que esa jugada procede más de España que de Italia. Que los europarlamentarios de su país de origen, hasta los socialistas, le votarán a favor. Y que es el poder de Sánchez en el Grupo de los socialistas el que ha provocado esta situación. "Así que si Sánchez no levanta el veto al italiano, no habrá Comisión", confirma esta fuente. 

Pero Sánchez no se lo planteará hasta que se le abra paso libre a Ribera. 

¿Y qué tiene que hacer la aspirante socialista española? "Dar explicaciones en el Congreso español, para empezar", apunta un asesor de Weber. "Y si no son satisfactorias, nuestros coordinadores mantendrán su veto". Es decir, "la presión será para Sánchez e Iratxe García", la española líder de S&D en la Eurocámara.

Molestó mucho, el martes pasado, que Ribera llegara a la Eurocámara sin haber dado explicaciones en España. Resultó hasta estridente que le tuvieran que preguntar por cuestiones nacionales que ella no había querido ventilar en su país. "Pero su cartera aquí es casi la misma que allí, y las riadas en Valencia tienen que ver directamente con su cargo en España", puntualiza un eurodiputado alemán.

Además, la vicepresidenta tercera del Gobierno deberá comprometerse a dejar la Comisión Europea en el caso de que se abra una causa judicial contra ella por la DANA. "Eso lo hacen todos, dimitir. Y se da por sentado antes de aprobarlos; pero en este caso, ella eligió seguir siendo ministra en España hasta que le diéramos el cargo en Europa, le pilló la catástrofe, y ya hay querellas presentadas contra ella".

Como dice un colaborador de Weber, no se va a sentar a la mesa de las decisiones europeas a una persona con el plato sucio. Y menos si aspira a ser la número dos de la Comisión. 

El pasado martes, horas antes de que Teresa Ribera se sentara ante las tres comisiones del Parlamento Europeo que la examinaban para aceptarla o no como comisaria europea, ella ya sabía que la nota sería un suspenso. Es más, el ambiente en Bruselas llevaba más de un mes anticipándolo, y poco tendría que ver la solvencia de sus respuestas a las preguntas de los eurodiputados. Menos aún la DANA en Valencia, que todavía no había ocurrido.

Las 24 horas clave

Por eso, lo más que se esperaba entonces el Grupo S&D europeo era una audiencia dura por parte de los europarlamentarios españoles. Y a lo máximo a lo que apostaban los líderes del PP español en Bruselas era a convencer a alguno de sus colegas de los Veintisiete para que le hicieran preguntas comprometidas a la vicepresidenta española.

Pero todo se aceleró con una videollamada de Alberto Núñez Feijóo a Manfred Weber, el presidente del PP Europeo, el lunes. El político gallego le hizo entender al bávaro la situación.

El argumento de que Ribera es todavía la ministra responsable de las políticas de medio ambiente tenía su peso. Más aún que la cartera a la que aspira en Bruselas es competencialmente muy similar. Se añadió la circunstancia clave de que "Ribera ha estado escondida y ha rehuido sus responsabilidades en la catástrofe sin dar explicaciones".

En ese momento, Weber ya comprendía las razones de Feijóo, no sólo para que el PP español se saltara cualquier disciplina de voto y respeto al "gran pacto europeísta". Pero aún no había cambiado de parecer. "La Unión Europea se construye entre todos, y las fuerzas democráticas debemos ser capaces de alcanzar compromisos", sostenía.

Pero, según fuentes del PPE, hubo dos elementos en las 24 horas finales que hicieron mella en el político alemán definitivamente: la unidad de los populares continentales, que le garantizaría seguir al frente del partido en el próximo congreso de primavera (que se celebra, precisamente, en Valencia), sólo si Feijóo mantiene su alianza con él.

Y ya en la mañana del martes, la acumulación de noticias sobre decisiones políticas y dejaciones de responsabilidad de Ribera. Entre ellas, una información de este periódico en la que se la señalaba en 2011 como secretaria de Estado aprobando unas obras y en 2021, como ministra, paralizándolas. El artículo corrió como la pólvora en la delegación de Bruselas porque, según las fuentes, demostraba dos cosas.

Una, que no sólo hubo una posible negligencia de la Confederación Hidrográfica del Júcar con un "apagón informativo" en las dos horas y media clave del barranco del Poyo. Y dos, que hay una decisión política concreta del Ministerio de Ribera en el posible origen de la magnitud de la catástrofe: la paralización, hace tres años, de unas obras de "encauzamiento y drenaje" del barranco.

El informe de 2011 al que dio visto bueno la Ribera secretaria de Estado reconocía que esa actuación era prioritaria para, como mínimo, "mitigar" los efectos adversos de una gran avenida de agua. La decisión contraria, en septiembre de 2021, la desechaba por una "nueva visión del coste-beneficio".

Después de esa videollamada de Feijóo, Weber telefoneó a Iratxe García. Era aún el lunes por la tarde y, respeto al "gran pacto" le advirtió de la situación. O la vicepresidenta española da explicaciones en el Congreso o no será nunca vicepresidenta europea. Por eso, Ribera filtró inmediatamente esa noche que ya había solicitado su comparecencia, e incluso le puso fecha.

Este miércoles 20 deberá probar su inocencia. O se habrá condenado. Después de satisfacer esta condición, comprometerse a dimitir si un juez "la roza" por la DANA. Y sólo entonces los tres coordinadores alemanes del PPE en las comisiones decisorias del Parlamento Europeo, que ya han prometido públicamente votar en su contra, "se replantearían su decisión".

Entretanto, Sánchez deberá ordenar a García tragar con el comisario italiano. Porque, como en el caso del húngaro Olivér Várhelyi, su bloqueo no obedece a razones objetivas, sino de la ideología de sus gobiernos de origen... y "nada te garantiza que vetarlos te vaya a traer a alguien mejor a la mesa de las decisiones en Bruselas".