Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, durante su comparecencia en la comisión de investigaicón de la Asamblea de Madrid.

Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, durante su comparecencia en la comisión de investigaicón de la Asamblea de Madrid. EP

Política CASO BEGOÑA

El PP cree que Begoña Gómez ha aportado pruebas de una malversación en Moncloa al tapar su apropiación indebida

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El Partido Popular está convencido de que Moncloa ha cambiado de estrategia en la defensa de Begoña Gómez ante el sumario que se instruye en su contra por dos delitos de tráfico de influencias, uno de corrupción en los negocios y otro de apropiación indebida. La certeza en el PP es que el entorno del presidente del Gobierno ha decidido asumir una posible imputación por malversación, que no recaería en la esposa de Pedro Sánchez, para tratar de tapar la acusación más grave y personal a ella de apropiación indebida.

De este modo, el abogado defensor de Gómez, el exministro socialista del Interior Antonio Camacho, aportó este martes a la causa varios emails que demostrarían que la asistente de la mujer de Sánchez había pactado todas las cuestiones técnicas relativas a esta herramienta digital con la Universidad Complutense de Madrid. Y se ejecutaron siguiendo las directrices del centro.

Es decir, que nunca quiso hacer negocio con el software que varias empresas habían aportado a su máster. Esas pruebas aparecían en varios correos electrónicos firmados por María Cristina Álvarezdirectora de Programas de la Secretaría General de Presidencia.

Se estaría buscado, así, "un cortafuegos", según las fuentes oficiales consultadas en Génova, sacrificando a esta trabajadora de Moncloa, que depende directamente de la Secretaría General de Presidencia, cargo que ocuparon en esos años el hoy ministro Félix Bolaños y el actualmente delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín.

"Una cosa es la malversación, que se puede 'solucionar' con el cese de la asesora, y otra quedarte con un software que no es tuyo", apuntan las fuentes populares.

Según los servicios jurídicos del PP, la maniobra de Camacho consistiría en lo siguiente: asumir que en Moncloa se pudo cometer un delito de malversación, "cuando María Cristina Álvarez pasó de trabajar con Begoña Gómez a trabajar para Begoña Gómez". Pero solventarlo "sencillamente" con la destitución de esta trabajadora "alegando, por ejemplo, que se extralimitó en sus funciones".

"Un paso hasta Sánchez"

Siempre atendiendo esta versión, la jugada está "bien calculada", porque a la causa se han aportado emails escritos por Álvarez desde su cuenta particular, "aunque firme como miembro del equipo de Moncloa". Y también a pesar de que haya otros correos enviados con el membrete de Presidencia.

Aun así, opina el aparato jurídico de PP, el cese de la asesora de Moncloa, ahora, debería ser imperativo. "Porque de la malversación, que Moncloa tratará de acotar en la asesora, al tráfico de influencias que implicaría al presidente, hay un paso".

Eso, en todo caso, sólo serviría para proteger a Sánchez, "verdadero defendido en esta causa", y enjuagar las responsabilidades penales.

Es decir, se libraría a la mujer del presidente de su imputación por apropiación indebida y a los altos cargos de Moncloa de otra por malversación, "pero las responsabilidades políticas serían las mismas". 

La conclusión del departamento jurídico de la formación de Alberto Núñez Feijóo es que para defenderse de intrusismo y apropiación indebida, la defensa de Gómez ha usado unos emails que "sí demuestran que hubo malversación".

Los servicios jurídicos del Partido Popular, de hecho, no salían de su asombro cuando, a las 11:56 de este martes, EL ESPAÑOL publicaba en primicia que Begoña Gómez había entregado al juez Juan Carlos Peinado varios correos electrónicos que demuestran las gestiones que hizo la directora de Programas de la Secretaría General de Presidencia, en su nombre, ante la UCM.

De hecho, en el PP consideran "muy sintomático" que, pocas horas después, presentara su dimisión Ubaldo Cuesta, el vicerrector de la Complutense que se había enfrentado al decano que pidió explicaciones sobre cátedras extraordinarias como la de Begoña Gómez.

No obstante, los emails aportados al juez por Camacho evidencian, definitivamente según el PP, que era María Cristina Álvarez la que, desde Moncloa "en un cargo pagado con nuestros impuestos", hacía gestiones con la UCM en nombre de Gómez. En efecto, aparece como destinataria de los dos correos mencionados. En ambos casos, a través de un correo personal, terminado en @gmail.com.

Y este proceder coincide con el evidenciado por otro correo electrónico, avanzado por EL ESPAÑOL, que demuestra que Álvarez instó a la aseguradora Reale Seguros a seguir ejerciendo de mecenas de la Cátedra Extraordinaria en Transformación Social Competitiva (TSC), una de las dos que co-dirigió Gómez en la UCM.