Sánchez saca "tarjeta amarilla" a Ana Redondo y refuerza a las feministas clásicas del PSOE, lejos de los postulados 'queer'
- El presidente considera necesario salir de debates identitarios que les perjudican y el PSOE ha eliminado la sigla Q y el símbolo + del acrónimo LGTBI.
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Pedro Sánchez ha aprovechado el 41º Congreso Federal del PSOE para hacer una serie de cambios relativamente profundos en el frente feminista del partido. Por un lado, ha retirado a su ministra de Igualdad, Ana Redondo, de la Ejecutiva. "Le ha sacado la tarjeta amarilla", describe un miembro del Gobierno. Pero no es el único.
Por otro lado, en el plano ideológico, ha acercado al PSOE a los postulados del llamado feminismo clásico, en detrimento del llamado sector LGTBI o queer del partido. Aunque aún es pronto para saber cuáles serán sus consecuencias, este movimiento podría desatar una nueva batalla interna entre ambas partes, muy enfrentadas entre sí.
Con la formación del Gobierno de coalición tras las elecciones generales del 23-J, Sánchez consiguió recuperar el Ministerio de Igualdad para el PSOE y situó al frente a Redondo. Entonces, le encargó a la ministra que rebajase el tono de la pelea entre los dos sectores, que había llegado a su máxima crudeza en la anterior legislatura durante el debate interno y parlamentario de la Ley Trans.
Tras ubicar a Redondo como ministra, Sánchez la incluyó en la Ejecutiva del partido como secretaria de Igualdad, puesto que había ocupado hasta entonces Andrea Fernández, leal a Adriana Lastra y que el presidente pensaba que no había capeado bien el temporal de la Ley Trans. El argumento de Ferraz, sin embargo, fue que era un movimiento lógico al haber entrado Redondo en el Gobierno.
Pero la ministra no ha durado ni un año entero al frente de la secretaría. Este sábado, en el marco del Congreso Federal de Sevilla fue sustituida como secretaria de Igualdad por Pilar Bernabé, la delegada del Gobierno en Valencia a quien los socialistas suelen poner de ejemplo por su gestión de la DANA, frente a Carlos Mazón.
Según explica una fuente del Gobierno, la expulsión de Redondo de la Ejecutiva del partido no se debe tanto a una cuestión ideológica, sino de gestión e implicación. Pero sí es esa "tarjeta amarilla" que se puede convertir en roja cuando haya una remodelación del Consejo de Ministros, aunque aún no se sabe cuándo podría ser tras la actuación quirúrgica para sustituir a Teresa Ribera.
La misma fuente explica, sin embargo, que el presidente sí ha considerado que el PSOE necesita virar hacia un discurso más fuerte enmarcado en el feminismo clásico. Considera que estaba entrando en debates identitarios que le perjudicaban en lo ideológico, y también en lo electoral: las banderas LGTBI son mucho más fuertes en partidos como Sumar o Podemos, mientras que retener y aumentar el voto femenino es capital para el PSOE.
En el sector del feminismo clásico del partido aseguran que le van a dar un "voto de confianza" a Pilar Bernabé, aunque no es demasiado conocida fuera de la Comunidad Valenciana, de la misma forma que Ana Redondo era también una desconocida cuando fue nombrada.
Muchos interpretan que Sánchez busca, en este área, consolidar perfiles que no tengan una mochila previa demasiado grande a sus espaldas, para evitar debates más agitados.
Golpe al sector 'queer'
Ese refuerzo del feminismo clásico se ha notado en dos cuestiones de fondo. La primera es que se ha quitado la sigla Q y el símbolo + del acrónimo LGTBIQ+. La Q representa lo queer y el + a otras identidades sexuales. En la ponencia marco mandada por la dirección del partido, aparecían así a la hora de referirse al colectivo.
Sin embargo, las feministas clásicas presentaron una serie de enmiendas para que el texto que resultase del congreso federal no incluyese la Q y el +. Según explican fuentes de este sector del partido, se sienten incómodas con ese tipo de cuestiones "porque contribuyen al borrado de la categoría de mujer".
El asunto se abordó en la comisión y el debate fue intenso a nivel interno. Si bien la comisión acabó aprobando el borrado de la sigla y el símbolo, el asunto se llevó a plenario ante la resistencia de algunos sectores para que se quedara así. Pero los cambios han tenido el visto bueno de Sánchez.
A esta derrota del sector queer del PSOE hay que sumar que el partido también ha aprobado una enmienda que veta la participación del "sexo masculino" en competiciones deportivas de mujeres. Esta es una de las grandes reivindicaciones de las llamadas feministas clásicas desde que se puso encima de la mesa el debate de la Ley Trans.
Estas cuestiones han molestado a Podemos, pero también a Sumar, socio de coalición del PSOE. En sus redes sociales, la coalición liderada por Yolanda Díaz escribió que "la lucha por los derechos no puede dejar a nadie atrás" y que "no se lucha contra la extrema derecha con las ideas de la extrema derecha".
La exministra de Igualdad Irene Montero también ha censurado este giro diciendo que "lo del PSOE no es feminismo clásico, es transfobia". "Las mujeres trans son mujeres y los derechos trans son derechos humanos", ha dicho.
Desde el feminismo clásico del PSOE, sin embargo, lo celebran. "Estamos notando un giro en el partido. Llevamos años haciendo pedagogía y lo estamos notando ahora. Ya era hora. Había un tira y afloja con otras agendas (en referencia a la queer) y hemos conseguido defender nuestras ideas y que se respeten en la ponencia", comenta una representante de este sector.