Las estampas más surrealistas de un Congreso federal inolvidable: habrá que jurar que ocurrió
- Conviene hacer memoria de la serie de momentos inesperados del Congreso del PSOE. Si no, podríamos llegar a creer que nunca los vivimos.
- Más información: Presidente, tenías razón. Rectificación escrita en pleno éxtasis junto a Sánchez.
No ya dentro de muchos años. Dentro de unos días, si no lo escribimos una y otra vez, creeremos que lo vivido en el Congreso federal de Sevilla nunca sucedió. Conviene rescatar la libreta, bucear en las fotos y armar una especie de álbum con los momentos inolvidables. Así, dentro de veinte o treinta años, cuando Sánchez deje de gobernar, podremos decir: "Esto ocurrió así".
La Internacional
En el partido, se ha naturalizado. Es frecuente la utilización del himno de "los parias de la tierra" para celebrar al PSOE. Pero ustedes y nosotros, que por probabilidad no somos ni políticos ni militantes, no salimos de nuestro asombro. Un espectáculo de luces y el que fue himno de la Unión Soviética durante veinte años sonando a todo trapo. El impacto es doble si se ha nacido tras la caída del Muro de Berlín.
Con el puño izquierdo en alto, Sánchez y 7.000 personas más. Sánchez, que antes de ser presidente vivía en una urbanización con casa y piscina, entonando "arriba los pobres del mundo". En pie famélica legión. Claro que es un himno histórico, relacionado con un montón de avances sociales, pero también con un montón de crímenes. ¿No convendría darle una vuelta? ¿Sonar a otra cosa?
La llegada del Mesías
Sánchez entra con los ojos enrojecidos, como un vidrio a punto de estallar. Lo vimos a menos de un metro, colocados justo en el pasillo que él recorrió para llegar al escenario. Allí encima, en su largo mitin, hubo un instante que emocionó a la concurrencia. El párrafo con el que declaró su voluntad de continuar hasta 2027 y más allá tras haberlo consensuado con su familia.
Son momentos muy duros, de "cacería humana", de ataques despiadados por el mero hecho –eso dijo– de ser socialista. Casas del pueblo asediadas, un golpe de jueces, políticos y periodistas en marcha. Y él ahí, en pie, ante el atril, confirmando que sacrificará los mejores años de su vida para salvar nuestra libertad.
Su libertad a cambio de la nuestra. "En el lado bueno de la Historia", dijo. Lo más impresionante no es escuchar las palabras de Sánchez, sino el efecto que provocaron en miles de personas: el éxtasis.
Debió de sonar el Mesías de Haendel, y no La Internacional.
El besamanos de Begoña
Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, es una imputada a ojos de la justicia. Una mujer investigada por la comisión de presuntos delitos. Pero en el Congreso –recuerdan nuestras notas– fue una heroína a la que se le brindó la oportunidad de entrar en solitario al pabellón central. Una especie de autoridad política a la que fueron besando y abrazando todos los cargos de la Ejecutiva socialista.
Begoña paseó por el recinto incluso en solitario, sin Sánchez, como un puntal del proyecto, como la prueba irrefutable de que su honestidad está siendo vilipendiada por ese golpe que hay en marcha.
Chaves y Griñán
Lo más terapéutico del Congreso del PSOE fue la superposición de imágenes surrealistas. La aparición de una escena te hacía olvidar la otra. ¿Cómo te vas a acordar de Begoña si, de repente, aparecen Chaves y Griñán junto a la dirigencia actual? Los presidentes bajo cuyo gobierno se gestó una de las tramas corruptas más descabelladas de la Democracia, alabados como héroes. Y ellos, con los mismos ojos enrojecidos de Sánchez.
Podrían haber llamado también, ¡qué desfachatez!, a Vera y a Barrionuevo. A los urdidores de Filesa. Chaves nunca pensó que, en un pestañeo, pasaría de recibir la desaprobación social a ser objeto de decenas de selfis. El Congreso federal como pirueta mortal de la moralidad.
Los insultos a Franco
Algunos no tuvimos el privilegio biológico de poder ser antifranquistas. Nacimos cuando la derecha y la izquierda se alternaban en el poder a través de las urnas. No pudimos correr delante de los grises, maldita sea. Hasta este fin de semana.
De pronto, apareció Franco en vídeo, tan grande en la pantalla que, lo juramos, parecía estar vivo. Con sus gafas de sol y sus manos huesudas de tanta ejecución.
La gente comenzó a pitar, a insultar a Franco. Nosotros, callados, antifranquistas por la naturaleza que confiere haber nacido en Democracia, mirábamos con preocupación. Como si no insultar fuera a convertirnos de pronto en franquistas. Por fortuna, la imagen de Franco fue sustituida por el socialismo y el pabellón se abarrotó de aplausos.
Sólo un apunte: ¿dónde quedaron los gobiernos de la UCD? ¿Dónde quedó Adolfo Suárez que, ¡en un año!, desmontó todas las estructuras represoras del régimen? En el vídeo, se pasaba de Franco a González. A un González fugaz que casi nadie aplaudió. Con Zapatero, la gente volvió a vitorear.
La militante que no pudo hablar
Se llama Isabel Andaluz. Una histórica militante de Izquierda Socialista, aquella contestaría corriente que fundó Pablo Castellano –menudos viajes le metían al aparato– y que hoy se ha fundido en eso que llamamos "sanchismo". Fuimos corriendo a localizarla después de que, en virtud de los estatutos, intentara tomar la palabra para debatir "el informe de gestión". Se la negaron.
Corrimos porque con colmillo retorcido, ¡qué malas personas!, creímos que encontraríamos a una ferviente antisanchista que agarró el micrófono con el objetivo de señalar las maldades del presidente. ¡Todo lo contrario! Conocimos a una mujer encantadora y también a una ferviente admiradora de la amnistía, los pactos y todo eso. ¡No pudo hablar ni para alabar a Sánchez!
El parte de Cerdán
Salió Santos, nuestro Santi, al escenario para explicar su gestión como secretario de Organización. De eso no habló mucho, por supuesto no hizo alusión a los hechos que le imputa Aldama, pero fue el encargado de verbalizar a rostro descubierto la tesis del golpe. La "cacería humana" ahormada por jueces, políticos y periodistas.
En un giro maravilloso, llegó a comparar la presión al actual PSOE con la cárcel, el exilio y las ejecuciones de la dictadura. Santi, que nació en 1969.
Fue in crescendo durante la explicación de su parte meteorológico. Primero fue una "ola" totalitaria, después un "maremoto" y, finalmente, ¡un "tsunami"! Santi tiene, como dijo Machado de Pablo Iglesias el bueno, "el timbre inconfundible de la verdad humana".
Santi, el obispo de Constantinopla, es el hombre que trajo a Koldo a la cumbre del partido. Pero de eso… nadie se acuerda.
Los bebés del PSOE
Había una ludoteca en la sede del Congreso, y eso está bien, porque la militancia, como cualquier otra cosa, debe poder conciliarse. No hay ironía en esto. Pero… de ahí a vestir a tu bebé de socialista, ¿no hay un abismo? En la tienda del evento, justo al lado de la ludoteca, se vendía ropa de bebé con estilo socialista. Luego se acusa a los nacionalistas de adoctrinar. ¡No les llegan a la suela de los zapatos!
El PSOE, en este Congreso, propuso una manera transversal de vivir el socialismo. Con guantes del horno, con tazas de café, con llaveros, con cajitas de plástico para guardar las bolsas de la caca del perro. No se puede ser socialista a ratos, hay que serlo todo el tiempo. Es coherente. Si hay una ola totalitaria a punto de arrasarnos, ¿cómo vamos a descuidarnos cuando la pizza está en el horno o cuando el perro está cagando?
El plató: Zona Roja
En mitad del pabellón central, enfrente de la tienda, había un plató acristalado. Un plató por el que iban pasando todos los que no pasaban por los medios de comunicación: ministros, dirigentes, presidenta del Congreso…
Era la mejor metáfora del búnker. Un espacio acristalado del que salían un montón de palabras, pero no entraba ninguna.
Periodismo con Montero
En la facultad había profesores curiosos. Recordamos con cariño a uno muy vasco que, en una universidad del Opus, no dejaba de blasfemar. Aquel impacto es el mismo que sentimos al conocer a nuestra profesora de (des)información en este Congreso: María Jesús Montero. Le acompañaba en el escenario José Luis Rodríguez Zapatero, ídolo socialista del siglo XXI, que lo mismo te vale para hablar de Venezuela que para hacer análisis de los medios de comunicación.
Mientras Zapatero pedía "contención" –nueva versión del talante–, Montero desgranaba una reforma en el reparto de publicidad institucional que beneficiará a los medios más cercanos al Gobierno. Montero fue predicando con el ejemplo y vimos en ella la mejor manera de aprender: ahí estaba, en el escenario, todo lo que no hay que hacer con la información. Por ejemplo, a su llegada, había llamado "golpista" al pobre padre Feijóo.
Un eterno San Valentín
El corazón fue el elemento principal del 41º Congreso federal. Lucía en todas partes, en todas las paredes, en todos los folletos, en todas las acreditaciones. Eso sí era contradictorio con el "maremoto" totalitario. Nos está arrasando un "tsunami reaccionario" pero el ambiente es el de un eterno San Valentín. Una esfera pegajosa, sentimental, de la que no era posible escapar.
Pero, ¿cómo íbamos a querer escapar? Fue un fin de semana inolvidable, un viaje en el tiempo a las épocas que no pudimos conocer, un bautismo democrático, una aniquilación de desleales disfrazada de corazón.