El asesino en el momento de los hechos y en una recreación policial en la actualidad.
La Policía lanza una alerta para encontrar a Chuki tras 15 años de fuga: degolló a su exnovia de 16 años y la metió en una maleta
- Su identidad se ha incorporado este lunes a la lista de los delincuentes más buscados de la Europol. Yong Granadino nació en 1980 en Perú.
- Más información: Detenido en el aeropuerto de Alicante un fugitivo de la justicia austriaca por el delito de tráfico de drogas.
La Policía Nacional ha lanzado una alerta internacional para localizar a Cristian Hernán Yong Granadino, un fugitivo que lleva 15 años huyendo de la acción de la justicia y que asesinó con un machete en el año 2010 a su exnovia en el municipio de Leganés (Madrid).
Su identidad se ha incorporado este lunes a la lista de los delincuentes más buscados de la Europol. Yong Granadino, alias Chuki, nació en 1980 en Perú, por lo que en la actualidad tendría 44 años. Cuando cometió el crimen acababa de cumplir 30.
Silvia Rodríguez Fernández solo tenía 16 años cuando fue asesinada. Su expareja le cortó el cuello, metió su cuerpo en una maleta y lo arrojó a la basura a unos 30 metros de su casa, junto con el cuchillo que utilizó para acabar con su vidas.
Se trata de un crimen espeluznante que produjo una gran consternación en esa localidad madrileña. El cuerpo de la adolescente fue encontrado por una persona sin hogar que rebuscaba en un contenedor del barrio, cerca del número 5 de la calle Alemania de Leganés.
El hombre halló la maleta dentro del cubo de la basura. Dentro de ella estaba el cadáver sin ropa de Silvia. Tenía un pañuelo blanco en el cuello, ocultando la herida mortal.
La chica llevaba trabajando desde muy joven. El dinero que ganaba lo utilizó para pagar el alquiler de la casa que compartía con el joven peruano. Pero él la maltrataba. Silvia les había contado a sus amigas que Cristian la golpeaba, así que a finales de octubre de 2010, semanas antes de ser asesinada, decidió finalmente cortar con él.
A partir de ese momento Chuki, ya alejado de ella, comenzó a acosarla: le mandaba mensajes a todas horas, aparecía en su lugar de trabajo para vigilar cada paso que daba. Cuando se emborrachaba se presentaba en casa de Silvia y le pateaba una y otra vez la puerta.
El día del crimen
Silvia comió ese día en su casa tras regresar del instituto. Permaneció allí hasta la tarde, aproximadamente, cuando fue a buscarla una amiga. Ya nadie más supo de ella.
Era 10 de noviembre. Cristian ya tenía un billete de avión para huir de Madrid a Lima, la capital de su país. Horas después del crimen, por la noche, ya estaba en Barajas preparado para marcharse.
Incluso se despidió de su casero diciendo que tenía que marcharse a Perú por la enfermedad de un familiar. En el lugar del crimen había dejado sus huellas, su sangre y su ADN. Y la policía desde entonces no ha logrado encontrarle.
Cristian conoció a Silvia cuando ella tenía 14. El acusado llegó a España en 2003, acompañando a su madre, que trabaja como interna en la zona de Plaza de Castilla. El joven no tenía antecedentes ni estaba fichado como miembro de alguna banda latina, tal y como relató en su momento Abc. Tampoco constaba de alta en empresa alguna. Nunca había trabajado, tan solo subsistía gracias al dinero de la joven Silvia.
En la alerta emitida este lunes, la Policía Nacional ha facilitado a Europol una imagen antigua de Cristian Hernán, pero también otra más actualizada. Gracias a una recreación por inteligencia artificial han conseguido una imagen aproximada de cómo podría ser a día de hoy el rostro del fugitivo.
