Acuerdo inservible de Yolanda Díaz para las 37,5 horas: el PSOE dice que no hay consenso en el Gobierno ni apoyo en las Cortes
- La vicepresidenta y ministra de Trabajo no había comunicado que iba a firmar el pacto con los sindicatos y algunos ministerios recibieron la noticia por la prensa.
- Más información: Yolanda Díaz acuerda con los sindicatos reducir la jornada laboral a 37,5 horas en 2025 pese al choque con Economía
Nueva polémica en el seno del Gobierno. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, precipitó ayer la firma del acuerdo con los sindicatos para que la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales se aplique a todos los trabajadores antes de 2026. Un texto que, según el Ministerio de Trabajo, será el que se lleve al Consejo de Ministros con los cambios menores que fuercen los órganos consultivos.
Sin embargo, desde el ala socialista del Gobierno avisan de que no hay consenso dentro del propio Ejecutivo sobre cómo aplicar la medida. Es más: aseguran que el texto acordado con CCOO y UGT no tiene por qué ser el que acabe saliendo del Gobierno a las Cortes. Unas Cortes en las que, añaden, la medida sigue sin contar con apoyos suficientes como para prosperar.
Si en Trabajo aseguran que lo firmado es "un pacto del Gobierno con los sindicatos", para los ministerios socialistas "es un acuerdo de Trabajo con los sindicatos" que no servirá para nada si no hay una mayoría parlamentaria que de momento no existe.
De hecho, Díaz no comunicó la firma a sus socios de gobierno. Fuentes del Ministerio de Economía aseguran que no tenían conocimiento previo del acto que se celebró este viernes, que, por cierto, no constaba en la agenda del Ejecutivo.
Se trata de un movimiento que la ministra de Trabajo y Economía Social ha ejecutado en un momento de especial tensión con este departamento. Esta misma semana, Carlos Cuerpo planteó introducir una mayor progresividad en la introducción de la rebaja de la jornada laboral (medida que ha defendido en varias ocasiones), poniendo sobre la mesa alargar los plazos para que las empresas se adapten a la medida.
Además, el titular de Economía aboga por "acompañar" a las empresas en la transición para que la reducción de jornada se produzca de manera "suave, sencilla y sin afectar a los salarios o a la productividad y el crecimiento", ya que existen situaciones "muy distintas" dependiendo del tamaño de las empresas o del sector.
Es decir, ayudas como las que, en su momento, Trabajo ofreció a las patronales para tratar de que se sumaran al acuerdo social y que hoy no están incluidas en el borrador que se han pactado con los sindicatos.
En cualquier caso, tanto desde Trabajo como desde los sindicatos están abiertos a recuperar estas medidas si así se logran suficientes apoyos parlamentarios para aprobar reforma de la jornada laboral en el Congreso.
En cualquier caso, es algo que a día de hoy no es posible puesto que faltan los votos clave de Junts. Tanto desde el PSOE como desde Sumar confirman que los de Carlos Puigdemont no respaldan, por ahora, la reducción de la jornada laboral. Y para ello pueden ser fundamentales medidas de 'alivio' para las empresas.
Con todo, en Trabajo las palabras de Cuerpo han sentado mal, muy mal. Consideran que se les desautoriza dentro de un ámbito de su competencia.
En cualquier caso, añaden que Economía, en varias ocasiones, ha planteado en las discusiones internas del Ejecutivo objeciones a cómo el departamento de Díaz plantea la rebaja de jornada. Especialmente en lo que se refiere a las subidas salariales previstas para los trabajadores con jornadas parciales y a los plazos de aplicación, como ya dejó caer Cuerpo.
Pulso
Los socialistas entienden que Díaz ha buscado precipitar el acuerdo para ganar el pulso que libra con los ministerios del PSOE. Y no es la primera vez que lo intenta.
En julio, la vicepresidenta segunda lanzó un ultimátum, de una semana para otra, para cerrar el recorte de la jornada laboral sólo con los sindicatos y aplicar ya una reducción hasta las 38,5 horas en 2024.
Marcha atrás
Pero Moncloa le hizo dar marcha atrás porque no había acuerdo en el Congreso para sacarlo adelante y pidió a Díaz que intentara alcanzar un consenso con las patronales CEOE y Cepyme, algo que no ha sido posible.
Los socialistas aseguran que no pueden permitirse una derrota parlamentaria en una medida tan importante como la reducción de la jornada laboral. Sobre todo después de que el PP lograra tumbar el jueves en el Congreso, con el apoyo de PNV y Junts, el gravamen a las energéticas.
Una alianza, por cierto, que ya anticipa que su prórroga tampoco saldrá adelante cuando el Congreso deba votar el aval del real decreto-ley que este lunes aprobará el Consejo de Ministros.
En este contexto, parece difícil que el texto pactado entre Trabajo y sindicatos vaya al Consejo de Ministros sin sufrir cambios con firma socialista. Y ello asegura la reedición de un pulso clásico ya de los gobiernos de coalición en España: Yolanda Díaz contra el titular de Economía, antes Nadia Calviño y hoy Carlos Cuerpo.