Las vicepresidentas María Jesús Montero y Yolanda Díaz, en el Senado. Europa Press
Montero llama "populista" a Yolanda Díaz y ella se revuelve contra "ministros neoliberales" que quieren que el SMI tribute
Tensión en el Gobierno entre socialistas y Sumar por la reducción de jornada y por la subida del salario mínimo.
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El Gobierno de coalición de PSOE y Sumar, que sustituía al de los socialistas con Unidas Podemos de la pasada legislatura, nació con la idea de evitar el ruido de las disputas internas entre los dos partidos que lo forman. Se decía que Podemos utilizó la estrategia de hacer excesivamente hacer públicas las disputas internas y que Yolanda Díaz, por contra, prefería una forma distinta de relación en la que no trascendieran las discrepancias.
Sin embargo, en los últimos meses se han multiplicado los puntos de fricción entre los dos partidos que forman la coalición y casi siempre se han hecho públicos, sin rubor. Es más, en la mayoría de los casos se ha hecho así de forma intencionada para ganar foco, negociar con mayor fuerza y mostrar iniciativa política.
En público muestran abiertamente sus discrepancias y en privado se habla en el Gobierno de tensión en Consejos de Ministros como el de este martes y en reuniones del Ejecutivo y se menciona cómo cada parte antepone sus intereses partidistas al ritmo y agenda política que les conviene marcar a cada uno. Es un clásico que desde el PSOE se diga que Sumar intenta sacar cabeza ante sus pésimas perspectivas en todas las encuestas.
Así, una vez cerrada la disputa sobre la reducción de jornada laboral, ahora la pugna está en si por primera vez en la historia deben tributar por IRPF los perceptores del Salario Mínimo Interprofesional. Tan abierta es la disputa que la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, habló este miércoles de "discursos populistas" en relación con Díaz y la vicepresidenta segunda habló de "ministros neoliberales" en el actual Gobierno.
Hay que recordar que hace unas semanas la líder de Sumar utilizó la expresión "mala persona" al referirse al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, porque éste quería ralentizar y matizar la reducción de jornada laboral. Díaz logró finalmente apoyo de Pedro Sánchez y ganó esa batalla, no sin antes acelerar en diciembre el acuerdo con los sindicatos y hacer visible el desacuerdo con Cuerpo para desencallar el anteproyecto de ley.
Y este martes el Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de ley, Díaz utilizó en la rueda de prensa la palabra "amor" para responder sobre su relación con Cuerpo y este, a su lado, puso cara de indisimulable incomodidad por la declaración de la vicepresidenta segunda.
Ahora, la batalla sobre el salario mínimo se refiere al interés de Sumar de evitar que la subida obligue a los preceptores a pagar IRPF por superar el mínimo exento. Díaz ha explicado a Carlos Alsina en Onda Cero que defiende que la subida del salario mínimo a 1.184 euros mensuales vaya acompañada, como en los últimos años, de un ajuste del IRPF que garantice que los trabajadores que cobren esta cantidad no tengan que pagarlo. Es decir, que Hacienda no se lleve gran parte de esa subida.
La responsable de Trabajo contrapone la negativa de Hacienda a aprobar la exención con que el PSOE sí defienda desgravar el 100% del IRPF a los arrendadores por bajar el alquiler en zonas no tensionadas. Y en ese contexto, Yolanda Díaz ha hablado de ministros "neoliberales", sin precisión sobre el destinatario, pero con pistas suficientes para entender que se refería a Carlos Cuerpo.
Para Montero, que este martes presidió el Consejo de Ministros en medio de esa tensión, esa posición de Sumar obedece a "discursos populistas". "Me gustaría que hiciera hincapié en la pedagogía fiscal. Se demoniza que los ciudadanos tengan que contribuir de forma justa al pago de sus impuestos", aseguró en referencia a la posición de Yolanda Díaz.
Por ahora, el Ministerio de Hacienda se sigue pensando su movimiento. Como ya ha contado este periódico, el departamento de María Jesús Montero sigue deshojando la margarita sobre si va a elevar el mínimo exento de IRPF en la misma medida que se subirá el SMI este 2025, un 4,4%.
Si Hacienda no ejecuta este incremento del mínimo exento, el SMI acabaría sometido a fiscalidad, algo inédito en los últimos años.
¿Cuál sería el efecto de no elevar el mínimo exento? Como ya contó EL ESPAÑOL-Invertia, el Comité de Expertos del SMI del Ministerio de Trabajo ya había calculado que no aplicar esta medida de acuerdo con el SMI afectaría sólo al 20% de sus perceptores. El 80% restante, por su situación familiar, personal y económica, quedarían exentos.
Mientras la trama del IRPF se resuelve, donde la subida del SMI sí van a dejar ingresos extra es en las arcas de la Seguridad Social. La memoria económica del real decreto con el que se subirán los sueldos más bajas recoge que los ingresos por cotizaciones sociales subirán en más de 100 millones de euros. Y eso como mínimo.
