
El terrorista Chemlal, conducido por la Policía para declarar en la comisión de investigación sobre el 17-A.
Un yihadista esposado lanza en el Congreso, como parte del pacto PSOE-Junts, la "conjetura" de que el CNI permitió el 17-A
El PP denuncia que la comparecencia del terrorista muestra "el colapso moral que Sánchez ha provocado en España para perpetuarse en el poder".
Más información: La hermana del yihadista que ha llevado Junts al Congreso cobra una beca aprobada por un exconseller de Puigdemont
El Congreso de los Diputados acogió este jueves a un terrorista condenado a 43 años de cárcel por su participación en los atentados yihadistas de Las Ramblas y Cambrils del 17-A de 2017. En su comparecencia acusó al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de haber permitido o impulsado los atentados, en los que murieron 16 personas y resultaron heridas otras 150.
Mohamed Houli Chemlal fue conducido por agentes de la Policía Nacional desde la prisión de Córdoba, donde cumple condena, para declarar ante la comisión de investigación sobre los atentados del 17-A.
Cuando le dio la palabra el presidente de la comisión, Txema Guijarro (Sumar), Chemlal realizó una breve declaración inicial: "El CNI tenía conocimiento de las intenciones que tenía el imán [Abdelbaki Es Satty] y permitieron que nos comiera la cabeza", señaló. "Lo digo ahora y no lo dije antes, por temor a represalias o a que me pudiera perjudicar. Pero ya estoy condenado y no tengo nada que perder", añadió.
Vestido con una chaqueta de chándal y ocultando en todo momento las manos esposadas bajo la mesa, el miembro de la célula de Ripoll respaldó así la teoría de la conspiración difundida por los partidos y medios de comunicación independentistas, que sitúan a los servicios secretos españoles tras la masacre.
En la sentencia dictada por unanimidad de cinco magistrados de distintas sensibilidades y con ponencia del progresista Javier Hernández, la Sala Penal del Tribunal Supremo ya desmintió las teorías conspiranoicas respecto a la supuesta implicación del CNI en los atentados.
Este jueves, EL ESPAÑOL informó de que la hermana de Chemlal recibió una beca universitaria el pasado mes de enero aprobada por una entidad que preside un exconseller de Carles Puigdemont.
Cuando el diputado de Bildu Jon Iñarritu preguntó este jueves a Chemlal qué pruebas tiene para realizar acusaciones tan graves, éste se remitió al testimonio de uno de los yihadistas que fueron abatidos por los Mossos en Cambrils: "Una vez, Mohamed Hichamy nos contó que a veces, cuando se reunían con el imán, él les decía que se tenían que ir porque iban a venir agentes del CNI".
Ante la insistencia de Iñarritu, Chemlal reconoció que se trata sólo de una "conjetura", pues no tiene pruebas para acreditar su testimonio: "Yo estoy condenado, lo que quiero es que se busque a los que tenían la responsabilidad de vigilar al imán", afirmó.
Ante es esta declaración de Chemial, Carles Puigdemont publicó el siguiente mensaje en la red social X: "Más claro no puede decirlo, y probablemente pocas personas como él pueden estar en condiciones de formular esta acusación. Han dedicado tantos años y dinero público a fabricar la delirante trama rusa que no han tenido recursos para investigar la trama yihadista que tenían dentro de casa", dando pábulo a sus teorías.
Més clar no ho pot dir, i probablement poques persones com ell poden estar en condicions de formular aquesta acusació. Han dedicat tants anys i diners públics a fabricar la delirant trama russa que no han tingut recursos per investigar la trama jihadista que tenien dins de casa. https://t.co/PgW6H25dHf
— krls.eth / Carles Puigdemont (@KRLS) February 13, 2025
En el momento en el que Chemlal tomó por primera vez la palabra, los seis diputados del PP que forman parte de la comisión se levantaron y abandonaron la sala, en protesta por la comparecencia de un terrorista.
Luego, la diputada del PP Cayetana Álvarez de Toledo mostró la indignación de su grupo en una rueda de prensa. Lo ocurrido, señaló, es "la viva imagen del colpaso moral e institucional que Pedro Sánchez está provocando en España con el único objetivo de perpetuarse en el poder, con la complicidad sumisa de la Presidencia de la Cámara", añadió en referencia a Francina Armengol.

En agosto de 2023, el PSOE pactó con Junts y ERC la creación de esta comisión de investigación que alienta las tesis contra el CNI (y la que indaga sobre la llamada Operación Cataluña), a cambio de que ambos partidos independentistas apoyaran el nombramiento de Armengol como presidenta del Congreso de los Diputados.
Aquel acuerdo incluía también el compromiso de conseguir que el catalán sea lengua oficial de las instituciones de la UE, que Puigdemont exige ahora a Pedro Sánchez cumplir cuanto antes.
El PSOE y sus socios tienen además mayoría en la mesa de la comisión de investigación, que preside Txema Guijarro (Sumar) con Begoña Nasarre (PSOE) como vicepresidenta primera y David Serrada (PSOE) como secretario primero.
La oposición sólo tiene dos representantes en la mesa: Juan José Aizcorbe (Vox) como vicepresidente segundo y Nacho Martín Blanco (PP) como secretario segundo.
El PSOE y sus socios aprobaron el pasado mes de octubre la lista de comparecientes, que incluía a Mohamed Houli Chemlal a petición de Junts. Aquí, los socialistas también cedieron a las exigencias de Carles Puigdemont, cuyos siete votos necesita Sánchez para continuar en la Moncloa.
Cayetana Álvarez de Toledo aseguró que en reuniones "informales" se informó a su grupo de que Chemlal iba a declarar por videoconferencia desde la cárcel. Sin embargo, este mismo jueves el PP se enteró de que era conducido por la Policía hasta el Congreso para comparecer de forma presencial en Congreso.
Por su parte, desde la Presidencia de la Mesa de la Cámara alegan que en ningún momento el PP pidió formalmente que el terrorista declarase por videoconferencia. Por su parte, Txema Guijarro atribuyó al juez de vigilancia penitenciaria la decisión de que Chemlal saliera de la cárcel para acudir al Parlamento.
Un espectáculo "degradante"
Álvarez de Toledo denunció el "espectáculo degradante" vivido en la Cámara: "Un terrorista ha venido para dar pábulo a la desquiciada teoría de que el Estado deliberadamente no impidió o incuso permitió una masacre para perjudicar a la causa independentista".
"Han traído a un terrorista al Congreso para llamar terrorista a Estado", insistió, "para llamar asesino al CNI y prevaricador al Supremo. Y todo esto para dar satisfacción a Junts, para mantener contento al prófugo Puigdemont y para que Sánchez pueda continuar en el poder". Y todo, concluyó, "en el corazón del Congreso de los Diputados, en la sede de la soberanía nacional".
Mohamed Houli Chemlal fue el único superviviente de la explosión del chalé de Alcanar, en el que fallecieron el imán Abdelbaki Es Satty y Yousseff Aalla, cuando fabricaban el explosivo conocido como la Madre de Satán, para cometer una masacre en la Sagrada Familia o en el Nou Camp.

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Fue entonces cuando otro de los jóvenes a los que Es Satty había adoctrinado, Younes Abouyaaqoub, se puso al volante de una furgoneta y atropelló a la multitud que paseaba por las Ramblas el 17 de agosto de 2017: dejó 15 muertos y 131 heridos.
A lo largo de más de hora y media de comparecencia, Chemlal apenas respondió a las preguntas de la portavoz de Junts, Pilar Calvo, que intentó conducir su testimonio para avalar la teoría de la conspiración.
"El imán entró y reventó la casa"
La diputada de Junts exploró la hipótesis de que el imán de Ripoll no falleciera en el chalé de Alcanar (como dio por acreditado el Supremo, en atención a las pruebas de ADN realizadas por la Policía), sino que huyera del lugar en una furgoneta poco antes de la explosión.
El testigo que vio la furgoneta estaba citado a declarar este jueves en la comisión, pero no lo hizo.
"Yo no escuché ningún coche", reconoció Chemlal, "el imán entró y, al rato, reventó la casa. Igual salió por la ventana. Yo no sé si está vivo o muerto".
Tampoco pudo arrojar luz cuando la portavoz de Junts le preguntó sobre los miembros de los "cuerpos de seguridad del Estado o de los servicios de inteligencia" que lo interrogaron en prisión.
"Al principio, me ponían fotos de personas y me preguntaban si les conozco, no me presionaron directamente, pero sí me sentí presionado", dijo.
Mucho más severo se mostró en el interrogatorio el diputado de Bildu Jon Iñarritu, quien recordó a Chemlal que, antes de la masacre, se grabó un vídeo junto a otros miembros de la célula de Ripoll, cuando fabricaban la Madre de Satán, en el que afirmaban: "Esto nos va a ayudar a entrar en el jardín del Edén".
"No voy a entrar en eso", respondió Chemlal a esta y otras preguntas sobre los planes de la célula yihadista.
El diputado de ERC Francesc-Marc Álvaro le preguntó por su proceso de adoctrinamiento. Chemlal pronunció entonces lo más parecido a una disculpa: "Yo era muy joven, me comieron la cabeza. Yo ahora no sería capaz de hacerlo", ha añadió.
"No le veo muy arrepentido"
El PSOE avaló con su voto que el yihadista fuera citado a declarar ante la comisión de investigación, pero tras escucharle, el diputado socialista David Serrada intentó restar credibilidad a su testimonio.
"Usted ha venido a presentarse como víctima, cuando las víctimas fueron otros", le dijo. "Ha dicho que está arrepentido, pero me da la sensación de que muy arrepentido no está", añadió.
Los informes del CNI desclasifiados por el Consejo de Ministros, a petición de Junts, acreditan que agentes de la Casa visitaron al imán de Ripoll tres veces en 2014, cuando cumplía pena en la cárcel de Castellón por tráfico de drogas, para intentar que se convirtiera en confidente.
Sin embargo, el CNI abandonó finalmente esta vía ante la falta de colaboración del Es Satty: "No tiene ninguna fiabilidad y confianza", indica uno de los informes del CNI desvelados por EL ESPAÑOL.
El melillense Mohamed Houli Chemlal fue uno de los tres únicos detenidos tras los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona). Tenía 20 años entonces. Fue detenido junto a Driss Oukabir y Said Ben Iazza días después del ataque. El resto de los integrantes de la célula o fueron abatidos o murieron en la explosión de la casa de Alcanar.
Tras el juicio por los atentados del 17-A, Chemlal fue condenado a 53 años de cárcel por la Audiencia Nacional. No obstante, luego el Supremo le redujo la pena a 43 años, como autor de delitos de pertenencia a organización terrorista, tenencia, depósito y fabricación de explosivos de carácter terrorista y tentativa de estragos terroristas.