La exalcaldesa de Valencia por el Partido Popular y senadora Rita Barberá ha negado esta mañana ante el magistrado del Tribunal Supremo Cándido Conde-Pumpido cualquier relación con la mecánica del "pitufeo" con la que, según una investigación del Juzgado de Instrucción número 18 de Valencia, pudo financiarse de forma ilegal el PP valenciano en la época en que Barberá era presidenta de la formación.
"Desconozco todo absolutamente de las cuentas" del PP de Valencia, ha manifestado la exalcaldesa según el acta de la declaración, conocida por EL ESPAÑOL. A preguntas del fiscal, la investigada ha indicado: "Niego absolutamente la existencia de una caja B". "Niego expresamente que en el PP de Valencia se produjera ningún tipo de financiación ilegal", ha añadido.
Conde-Pumpido, exfiscal general con el Gobierno socialista, es el instructor de un procedimiento abierto a Barberá por el Supremo el pasado 12 de septiembre por un supuesto delito de blanqueo de capitales.
La causa fue abierta, con el parecer favorable del fiscal del Supremo, a la vista de la exposición razonada que elevó el juez de Valencia Victor Gómez, quien, en el marco de una investigación sobre contratos públicos de la Concejalía de Cultura, descubrió que unas 50 personas vinculadas al grupo municipal del PP o al partido habrían realizado aportaciones 'limpias' (a través de transferencias bancarias) de 1000 euros y, a cambio, una colaboradora de Barberá, María del Carmen García-Fuster, les habría entregado dos billetes de 500 euros supuestamente procedentes de fondos opacos del PP.
La exposición razonada reconoce que no hay indicios de una "participación concreta y personal" de quien fue alcaldesa de Valencia durante 24 años y acepta que ninguna de las personas que ha declarado en Valencia la implican, pero, según el juez valenciano, "sería incoherente" que Barberá no sea investigada por estos hechos y sus concejales sí.
Ello ha llevado a la senadora este lunes al Supremo, donde ha permanecido declarando ante Conde-Pumpido poco más de una hora. Barberá ha contestado al magistrado, al fiscal de Sala Juan Ignacio Campo y a su defensor, José Antonio Choclán, pero a la acusación popular que ejerce el PSOE.
Según el acta de la declaración, la senadora ha indicado que Garcia-Fuster no la informaba de las aportaciones almas arcas del partido pero, en todo caso, era habitual que los afiliados y simpatizantes dieran dinero para las campañas.
Barberá ha dicho que "no soy consciente" de las conversaciones de Marcos Benavent con otras personas del partido sobre la existencia de adjudicaciones de la Concejalía de Cultura que habrían sido amañadas a cambio de comisiones que, en parte, habrían ido a parar al PP.
"He prohibido a los empresarios entrar en mi despacho"
"Soy absolutamente ajena a esos no intervenido en esas adjudicaciones", ha declarado, añadiendo que "no ha hablado nunca con ningún empresario que en ese momento tuviera interés en alguna adjudicación". "Es más", ha señalado, "he prohibido que entrarán en mi despacho cuando las propuestas estaban en estudio".
Preguntada por la aportación de 1.000 euros de todos los militantes del PP, la exalcaldesa también ha mostrado su desconocimiento total. Barberá ha explicado que se acordó así en una reunión del Comité de Campaña y que se hizo para incrementar los ingresos para la campaña, pero no recuerda quién le dijo que había que aportar los 1.000 euros, cantidad que se pedía con carácter voluntario puesto que no había ningún castigo ni amenaza a las personas que no contribuyeran". Barberá desconoce cuántos militantes aportaron dinero ya que, según ha dicho, ella no estaba en ese Comité.
La senadora ha manifestado que ahora que se ha levantado el secreto del sumario ha conocido que a algunas personas se les devolvió su aportación con posterioridad en billetes de 500 euros, pero asegura que a ella no se le devolvió nada. Asimismo, ha dicho al juez que no sabe por qué esas personas la señalan como la responsable de esa práctica.
Titubeante y sin hacer declaraciones ni a la entrada ni a la salida, Rita Barberá ha sido increpada cuando abandonaba el palacio de Justicia por dos o tres ciudadanos que, mientras se subía a un taxi, le han gritado "corrupta" y "no te escondas, que lo vas a pagar todo".
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