Una sentencia acaba de calificar de "extraño" que puedan existir piedras en ciertas calles donde se desarrollan manifestaciones en el centro de Madrid y que sean utilizadas para agredir a policías. Concretamente, la titular del Juzgado número 24 de la capital absuelve a un acusado de tirar una piedra contra un agente porque no se puede afirmar sin género de dudas que fuera el autor del lanzamiento durante una manifestación en abril de 2011, “una piedra por otra parte que resulta extraña existiera en la vía pública donde se estaban desarrollando los hechos”. Sin embargo, varias sentencias y los propios sindicatos policiales confirman que no es extraño encontrar manifestaciones celebradas en la capital que acaban en altercados con lanzamiento de piedras, adoquines o vidrios.

La manifestación en concreto se produjo el 7 de abril de 2011 bajo el lema “Contra los recortes sociales a la juventud” y acabó con enfrentamientos entre algunos de los manifestantes y la Policía. Estos hechos provocaron la detención de varios jóvenes y la Fiscalía pidió para once de ellos penas de hasta tres años y medio de cárcel por desórdenes públicos y atentado contra la autoridad. Todos ellos acaban de quedar recientemente absueltos bajo diversos argumentos, aunque la Fiscalía todavía puede recurrir la decisión ante una instancia superior.

Sólo uno de los acusados se enfrentaba a un delito de atentado contra la autoridad por lanzar una piedra a un policía. El agente vio cómo se la lanzaba, pero su compañero no se percató. La juez alberga “serias dudas” de que el policía pudiera identificar al joven -a pesar de que éste sostuvo que le identificó por su vestimenta, con una camiseta amarilla de los Lakers, el pelo rapado y la cabeza ensangrentada- dado que había gente corriendo por todos lados, lanzando objetos y colocando vallas en la vía pública.

Sin embargo, hay varias sentencias que condenan por atentado contra la autoridad a manifestantes que han tirado piedras en altercados en la capital, en circunstancias similares. Así, el Tribunal Superior de Justicia Madrid tiene una sentencia de 2011 en la que se condena a un año de prisión por un delito de atentado contra la autoridad en una manifestación “Por una Vivienda digna” en pleno centro de la ciudad.

"Recogieron piedras de la calle"

Según el tribunal, queda demostrado que los agentes fueron alcanzados por las piedras que les tiraron algunos de ellos provocándoles diferentes lesiones, "lo que revela en los acusados una conducta agresiva". Estos "actos violentos" deben ser calificados de "graves", sostiene la Sala, pues se trata de un acto de acometimiento que integra el delito de atentado y constituye tres faltas de lesiones. En su caso, les habían arrojado además de piedras, botellas, adoquines, vallas y diversos objetos.

22M.

Existe otra sentencia de la Sección número 15 de la Audiencia Provincial de Madrid que condena a uno de los participantes de la primera manifestación convocada con el lema 'Rodea el Congreso', en 2013, también en la capital madrileña, a una pena de cinco años de prisión y una multa de 16.000 euros por atentar contra un agente.

La resolución dice textualmente: “Cuando desplazaron la manifestación hacia el Paseo del Prado, F.M. comenzó a recoger piedras y losas de la calle que rompía contra el suelo lazándolas a continuación contra los agentes”. Causó diferentes lesiones a tres agentes de la Policía Nacional del cuerpo de antidisturbios, tales como contusiones en rodillas, rotura fibrilar o contusión muscular en el gemelo.

Piedras en los contenedores de obra

Tras conocer la sentencia, diversos sindicatos policiales han mostrado su asombro ante la afirmación de la sentencia dado que no son pocas las manifestaciones que acaban con altercados y el suelo lleno de piedras. Para empezar, en ciertos casos de manifestantes que tienen previsto tener un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad llevan piedras y otros objetos, como bengalas, en las mochilas.

Pero es que además uno de los principales focos para coger piedras y adoquines son los contenedores de las obras que hay en las calles por donde va la manifestación o aledaños. Según explican diversas fuentes policiales, cuando la Policía prevé que una manifestación puede acabar con altercados se revisa el recorrido y se analiza donde puede haber contenedores de obras o de vidrio que pueda ser utilizado para obtener objetos que lanzar.

En estos casos, la Policía insta al Ayuntamiento de Madrid para que se ponga en contacto con la empresa encargada de la obra en cuestión y retire durante unas horas el contenedor para garantizar la seguridad de la manifestación, de los policías y de los propios ciudadanos. También se reclama al Consistorio el vaciado de los contenedores de vidrio.

“Aberración” de sentencias

Sin embargo, estas fuentes también reconocen que no siempre se consigue y hay en ciertas ocasiones que no se pueden retirar todos los contenedores que hay distribuidos por las zonas. “No es agradable para los compañeros que están día a día en la calle ante esta problemática ver que no están amparados por la autoridad judicial”, señala Ramón Romalde, del sindicato Confederación Española de Policía (CEP).

Por su parte, en el Sindicato Unificado de Policía (SUP) lamentan que la juez que ha dictado la sentencia de absolución no dé credibilidad a la versión del agente agredido que identificó al joven que lanzó la piedra porque el policía no tiene por qué sufrir ningún tipo de animadversión hacia el manifestante.

Por su parte, desde la Policía Municipal, concretamente desde el sindicato mayoritario Colectivo Profesional de la Policía Municipal (CPPM), su portavoz, Julián Leal, considera que es una “auténtica aberración” pensar que en Madrid no hay elementos contundentes a utilizar contra policías.

Según explican desde los sindicatos, cuando una persona acude a una manifestación para reventarla lanza piedras que consigue en contenedores, en la calle o se las trae y si no rompen un adoquín.

Desde el CEP no se entiende cómo no se da validez a la versión del agente que en ese momento identifica al joven. Le describe como el chico que lleva una camiseta amarilla de los Lakers y pelo rapado. Sobre lo que recoge la sentencia de que no se puede acreditar esta versión dado que el compañero del agente reconoció que él no le vio lanzando la piedra, el sindicato explica que cuando hay una intervención de este tipo “un agente protege o el otro hace frente, no están mirando al mismo punto del mismo sitio”.

Noticias relacionadas