El extesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, no quiere entrar en las entrañas del partido. Su postura en el juicio por el 'caso Gürtel' que se celebra en la Audiencia Nacional es defender la procedencia de su patrimonio y negar cualquier cobro de comisiones ilegales. Sin embargo, ha tenido un apunte en el que ha reconocido los enfrentamientos entre parte del PP de Madrid con el PP nacional por el espionaje a varios cargos del partido regional.
“Había una batalla soterrada de Aguirre (Esperanza) y González (Ignacio) con Lapuerta (el extesorero del partido) por el espionaje. Las patadas que no recibía Lapuerta las recibía yo”, ha señalado Bárcenas. El acusado hace referencia al caso del espionaje por el que se investiga si desde la Consejería de Interior de la Comunidad de Madrid (que dirigía entonces Francisco Granados) se espió a adversarios directos de Aguirre, como el entonces vicealcalde Manuel Cobo, el exvicepresidente Alfredo Prada o al propio Lapuerta.
Según se desprende de sus declaraciones durante su interrogatorio como acusado, la publicación de una noticia en el año 2009 en el diario El Mundo bajo el título “El tesorero del PP presionó para lograr contratos de la Comunidad” es falsa y lo enmarca dentro de la guerra que había desde la Presidencia de la Comunidad de Madrid, con Esperanza Aguirre al frente, con el PP nacional, concretamente con Lapuerta, la persona que durante años llevó las cuentas y la Tesorería de la formación y a quien Bárcenas sustituyó.
El resto de su declaración, en su tercer día de interrogatorio, Bárcenas ha seguido insistiendo en la procedencia lícita de su patrimonio, con sus buenas inversiones como origen. Pero además, ha intentado rebajar su peso dentro del partido. Como gerente de la formación, “no podía gestionar ningún fondo. Si no podía con los fondos oficiales mucho menos con los extraoficiales, que requieren un cuidado, un control y una prudencia mucho más exhaustiva precisamente por no estar apuntado en ningún sitio”.
“No pinto nada”
Según su testimonio, Bárcenas no tenía capacidad de decisión. En ninguno de sus cargos como gerente, como tesorero y como senador, nunca tuvo la capacidad de adjudicar obra pública y, por tanto, no se le puede acusar de haber intervenido para favorecer a ciertos empresarios para que recibieran obra pública. “Si un senador pinta poco un gerente pinta menos”, ha indicado.
El extesorero ha insistido ante el tribunal que no tenía contactos con cargos públicos del PP de otras comunidades autónomas. En todo caso, su trato era con los gerentes de las sedes regionales del partido con el que trataba.
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