Choques entre policía y manifestantes el 1 de Octubre

Choques entre policía y manifestantes el 1 de Octubre Reuters

Tribunales

La Guardia Civil cree que para los independentistas era "deseable" la violencia el 1-O

Un informe del Instituto Armado remitido al magistrado Llarena señala también que la movilización de las entidades soberanistas "puso en peligro a los agentes de seguridad".

21 diciembre, 2017 18:40

La Guardia Civil considera que para el plan de "conflicto y ruptura" de los independentistas era "deseable" que en el "pseudoreferéndum" del 1-O hubiese escenas de "odio, resistencia, intimidación y violencia", porque su "estrategia de manipulación" las contemplaba para acusar a España de "represión".

Así lo sostiene la Guardia Civil en un informe en el que resalta que el llamamiento que hicieron entidades soberanistas como Òmnium Cultural o la Assemblea Nacional Catalana (ANC) a resistir en los puntos de votación del 1-O "puso en peligro a los agentes de seguridad y también a los propios ciudadanos".

En el informe, remitido al magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que mantiene en prisión a los exconsellers Oriol Junqueras y Joaquim Forn y a los líderes de ANC -Jordi Sánchez- y Òmnium Cultural -Jordi Cuixart-, la Guardia Civil resalta que los Mossos d'Esquadra incumplieron la orden judicial de impedir el referéndum del 1-O, con una "inacción generalizada" que obedeció a un "plan orquestado".

"Escenas de odio y resistencia"

"Ante el incumplimiento de esa orden, fueron las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado las que procedieron a intervenir, produciéndose escenas de odio, resistencia, intimidación, amedrentamiento y violencia, que la estrategia de manipulación contemplaba que los actores independentistas las hiciese suyas para acusar internacionalmente al Estado de represión", sostiene el informe.

"En realidad -añade la Guardia Civil-, para los actores independentistas, y de acuerdo al 'planning' recogido en el EnfoCATs (un documento que detalla la hoja de ruta soberanista), era algo deseable que ocurriese dentro de su objetivo de confrontación, conflicto, desobediencia y ruptura".

Para la Guardia Civil, durante la jornada del 1-O se evidenció el "poder de convocatoria" de Òmnium Cultural y la ANC, que llamaron a "resistir" en los colegios electorales, lo que "puso en peligro a los agentes de seguridad y también a los propios ciudadanos".

"De hecho, las órdenes dimanantes de estas entidades independentistas tuvieron más peso que las dimanantes del propio Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) a la hora de la actuación de los Mossos d'Esquadra el 1-O", apunta la Guardia Civil, en relación a la jornada de votación "ilegal", que califica de "pseudoreferéndum".

"Inacción generalizada" de los Mossos

Para la Guardia Civil, no parece "inverosímil" creer que la "inacción generalizada" de los agentes de los Mossos d'Esquadra no respondió a conductas individuales y puntuales, sino "más bien respondieron al plan orquestado por el comité estratégico (diseñado en el documento EnfoCATs), trasladado al comité ejecutivo y ejecutado por los órganos de ejecución".

"No hay que menospreciar que la ANC cuente con una sectorial en el cuerpo policial de Mossos d'Esquadra, cuerpo que había que mantener bajo control de los actores independentistas para no entorpecer la celebración del referéndum e impedir que la estrategia independentista siguiese su curso", apunta el informe.

Para el instituto armado, los independentistas consideraron a los Mossos d'Esquadra como una "estructura de Estado", por lo que los dirigentes soberanistas necesitaron "tener al cuerpo policial bajo su control", lo que explica a su juicio el modo de actuación de la policía catalana "antes, durante y después del referéndum" del 1-O.

La Guardia Civil recuerda en su informe que está analizando el volcado de las conversaciones de las transmisiones por radio entre los mossos desplegados el 1-O y la central de mando, en el marco de la investigación para acreditar la "inacción" de la policía catalana el día del "pseudoreferéndum" y la "posible responsabilidad" del mayor Josep Lluis Trapero, investigado por la Audiencia Nacional por sedición y destituido al frente de los Mossos el pasado 28 de octubre.

En su informe, la Guardia Civil se remonta a la consulta del 9-N del 2014, al considerar que su celebración, por la que han sido inhabilitados el expresidente Artur Mas y los exconsellers Francesc Homs, Joana Ortega e Irene Rigau, puso de manifiesto el compromiso político de los partidos y entidades independentistas para culminar un proceso de transición nacional.

"Un proceso donde el referéndum siempre ha sido un elemento fundamental con el que pretenden legitimar un acto contrario a la ley, cual es el inicio de la escisión unilateral de Cataluña del resto de España", concluye el informe.