La Fiscalía de Madrid ha presentado un escrito de acusación contra el poeta Camilo Ory, de 49 años, por un presunto delito de integridad moral por los reiterados mensajes "ofensivos" y "humillantes" que escribió en Twitter sobre Julen Roselló, el niño de dos años que murió el 13 de enero al caer en un pozo de 107 metros de profundidad y 25 centímetros de diámetro en Totalán (Málaga).
El fiscal solicita contra Ory una pena de 18 meses de prisión al entender que al difundir los mensajes el 20 de enero, en plena operación de rescate del menor, tuvo una intención "claramente despreciativa hacia la dramática situación que estaba viviendo el menor y sus progenitores”.
El escrito de acusación provisional atribuye al imputado un "evidente ánimo burlesco” al publicar tuits como “si es molesto aguantar la obras del vecino, imaginad lo agobiado que tiene que estar Julen con las perforaciones” y “Julen el espermatozoide de Dios”, el 20 de enero.
Dos días más tarde escribió seis comentarios: “Como has podido caer tan bajo Julen”, “El Pozo lo ha hecho un hombre, no? Pues violencia machista”, “Si Julen comiera en Burger King esto no habría pasado”, “Embutidos el Pozo patrocina este rescate”, “Nuevo nicho laboral: infógrafo del caso Julen. Trabajo garantizado hasta 2030” y “Soluciones habitacionales Julen”.
El día 23 introdujo en su cuenta de Twitter los siguientes mensajes “Julen es el 'se ha quedado el condón dentro' de la geología”, “Solo falta que un meteorito caiga en el agujero de Julen” y “Un juzgado abre diligencias por el caso Julen. ¿Veis como no estaba en el pozo, sino en un carruaje para viajeros?”.
Un día más tarde escribió “Ya han metido a los mineros en el boquete de Julen, con sus croquetas de pollo y sus manteles de hule” y “Nuevo contratiempo en el rescate de Julen: a los mineros no les caben los cojones en el hoyo”.
El 26 de enero, el mismo día en que fue rescatado sin vida el cuerpo del pequeño, Camilo Ory tuiteó “Hoy se guardara un minuto de silencio por Julen en todos los campos de golf”.
La pena de 18 meses de prisión conlleva la inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de utilización de las redes sociales en Internet durante el tiempo de la condena.
El delito que es objeto de acusación castiga con prisión de seis meses a dos años al que cause a otra persona "un trato degradante, menoscabando gravemente su integridad moral". El juicio oral contra Ory aún no tiene fecha y se celebrará en un Juzgado de lo Penal de Madrid.
En una conversación telefónica con EL ESPAÑOL el pasado abril, Ory explicó que lleva “años jugando al humor negro” en Twitter y que “nunca había tenido problemas con sus límites”.
“Reivindico y creo que se puede trivializar con todo -asegura el poeta-. El humor no tiene límites, pero mi pretensión no era ofender a esos padres sino hiperbolizar el circo mediático que se había montado en torno al caso de ese niño.