Fernando Grande-Marlaska, en la orla de su promoción de Judicatura./

Fernando Grande-Marlaska, en la orla de su promoción de Judicatura./ EL ESPAÑOL EL ESPAÑOL

Tribunales

Cuando te saca los colores un compañero: el juez que ha noqueado a Marlaska es de su misma promoción

El ministro de Interior y Celestino Salgado, el juez que ha anulado la destitución de Pérez de los Cobos, accedieron juntos a la Escuela Judicial.

2 abril, 2021 03:16

El grupo de Whatsapp que mantienen algunos integrantes de la XXXV promoción de la carrera judicial echaba humo el pasado miércoles. A esa promoción pertenecen tanto Fernando Grande-Marlaska, actual responsable de Interior, como Celestino Salgado, el juez que ha dado a su compañero el varapalo jurídico más grave de los que ha recibido hasta ahora el ministro, al anular la destitución del coronel Diego Pérez de los Cobos como jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid.

Los mensajes eran de felicitación a Salgado y muy elogiosos. Tanto que Celes, como es conocido entre sus cercanos, contestó "me vais a sonrojar". Grande-Marlaska no está en ese chat, claro. Y cada vez es más extendida la opinión en ámbitos jurídicos, tanto de derechas como de izquierdas, de que, a la vista de los acercamientos de asesinos etarras al País Vasco, de la patada en la puerta de los pisos turísticos y del caso de Pérez de los Cobos, "parece que se le ha olvidado la toga".

No es muy habitual que los jueces de lo contencioso-administrativo aprecien desviación de poder. También es insólito que esa grave infracción del ordenamiento jurídico se le pueda atribuir a un ministro y totalmente excepcional que, además, ese ministro proceda de la carrera judicial. 

El magistrado que le ha sacado los colores a Grande-Marlaska comparte con él año de nacimiento (1962) y acceso a la Judicatura, en 1988. A partir de ahí hay pocas coincidencias. Ni siquiera están juntos en la orla de la promoción, en la que faltan bastantes jueces. Salgado siempre se ha dedicado al oficio judicial, mientras que Grande-Marlaska dejó la Audiencia Nacional en 2013 para ser vocal del Consejo General del Poder Judicial con el apoyo del PP; de ahí saltó en 2018 al Gobierno socialista de Pedro Sánchez, dejando atónitos a sus antiguos compañeros vocales por el cambio de chaqueta.

Desviación de poder

Ahora también tiene sorprendido a más de un colega de promoción, que se pregunta cómo es posible que en un departamento tan delicado como Interior, con un juez como ministro y otro juez, Rafael Pérez, como secretario de Estado, se haya llegado a incurrir en desviación de poder, la utilización de las potestades administrativas que da la ley para “perseguir una finalidad espuria”, “una finalidad torcida”, “un propósito de satisfacer intereses extraños al bien público”, en expresiones utilizadas por el Tribunal Supremo.

"He leído los 72 folios de la sentencia y lo que más me gusta es la técnica objetiva de puro análisis jurídico, nadie podrá encontrar sesgo político o ideológico ahí", dice un miembro de la XXXV y que conoce bien tanto a Marlaska como a Salgado.

A esa misma promoción pertenecen jueces conocidos como Eloy Velasco, magistrado de la Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional; la primera instructora del caso de los ERE, Mercedes Alaya; el juez central de instrucción José Luis Calama, María Félix Tena, presidenta del Tribunal Superior de Extremadura, o Celso Rodríguez Padrón, presidente del Tribunal Superior de Madrid. Fue muy numerosa: 208 jueces. La número uno fue una mujer, Asunción Merino. Grande-Marlaska obtuvo el puesto 86 y pidió como destino el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Santoña (Cantabria).

Salgado fue el 129 y se marchó de juez de distrito a Fuenlabrada (Madrid). "Es muy sensato, diplomático y muy buena persona". En estos adjetivos coinciden varios integrantes de la XXXV promoción consultados por EL ESPAÑOL. Una magistrada recuerda que "Celestino era muy serio, muy estudioso. Ya tenía novia cuando estábamos en la Escuela Judicial y venía poco a las fiestas". Con esa novia se casó.

En 2004 hizo las pruebas de especialista de lo contencioso-administrativo. En esa jurisdicción es un veterano. Accedió en 1999 al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 14 de Madrid, proveniente de uno de Primera Instancia también en la capital. A su actual destino, el Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo número 8 de la Audiencia Nacional, llegó hace algo más de 11 años. 

Salgado no es un juez mediático y tampoco ha llevado asuntos de ese carácter. Su nombre trascendió en los medios deportivos el pasado diciembre, cuando desestimó las medidas cautelares solicitadas por la Federación Española de Fútbol y mantuvo la celebración de partidos los viernes y los lunes, como autorizó el Consejo Superior de Deportes en octubre.

Juez decano

Discreto, pero no acomodaticio. En diciembre de 2001 se presentó a decano de los jueces de Madrid, el decanato más importante de España por número de Juzgados. Salió elegido en segunda vuelta José Luis González Armengol, con 54 votos. Salgado, no asociado, fue el tercero más votado, con 40 papeletas.

El pasado 22 de diciembre ganó las elecciones a decano de los jueces centrales de la Audiencia Nacional, desplazando a Santiago Pedraz por 11 votos frente a 5. Hasta ese momento Salgado había sido delegado del decano en los Juzgados Centrales de lo Contencioso-Administrativo.

Su sentencia sobre el coronel Pérez de los Cobos va a ser recurrida por la Abogacía del Estado y tendrá que pasar un primer filtro de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional. Compañeros de promoción de Celestino Salgado aseguran que está tranquilo porque "considera que ha actuado conforme al resultado de las pruebas, a su conocimiento y a su experiencia". Habrá que esperar para saber el desenlace del contencioso: por una parte o por otra, llegará hasta el Tribunal Supremo.